

En medio de los severos cuestionamientos a la decisión de la Legislatura bonaerense respecto a la reelección indefinida, el Gobierno nacional criticó la iniciativa, que cuenta con media sanción del Senado provincial, y apuntó directamente a los legisladores: “Es aberrante que se reúnan para perpetuarse en el poder”.
La respuesta de la Casa Rosada fue inmediata y contundente, alineándose con el discurso que el presidente ha sostenido desde el comienzo de su mandato, donde los privilegios políticos y la acumulación de poder son considerados los principales obstáculos para el desarrollo institucional del país.
La decisión tomada en la noche del martes provocó un intenso debate público, ya que la reforma revierte el esquema vigente desde 2016, cuando se establecieron límites a la reelección de legisladores e intendentes en la provincia. El gobierno nacional considera esa restricción como un avance institucional que ahora, con esta votación, se ve cuestionado, reeditando prácticas asociadas a la casta política.
Durante la habitual conferencia de prensa en la Casa Rosada, el portavoz presidencial Manuel Adorni se pronunció de manera categórica sobre la sesión legislativa en La Plata: “Ayer, en el Senado de la provincia de Buenos Aires, fuimos testigos de cómo la casta política votó a favor de poder ser reelegidos indefinidamente al abrir el primer período de sesiones ordinarias”. El funcionario también hizo referencia a Javier Milei, al señalar “dos caminos posibles para la política: el de aprovechar la oportunidad de cambiar la historia o el de seguir por el sendero de la decadencia”.
Adorni resaltó el esfuerzo de la sociedad en el contexto económico actual y llamó a los legisladores nacionales a trabajar por la libertad de los argentinos ante la inminente renovación de bancas parlamentarias.
Según el vocero, la última sesión del Senado provincial representa una demostración de “lo que es la casta, no de un grupo de personas que llegó al poder solo para buscar beneficios personales” y lo calificó de “aberrante”. También expresó el repudio del Ejecutivo nacional: “Lo de ayer lo vivimos con mucha tristeza, rabia, rechazo y asco”, refiriéndose de manera directa a la media sanción.
El rechazo no se limitó a la vocería, sino que se extendió a altos funcionarios del gabinete. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en declaraciones a radio La Red, calificó la reforma como “un paso atrás” y señaló que “es parte de la vieja política que quiere quedarse atrás”.
Subrayó que “había sido una buena norma limitar los períodos de los legisladores para evitar la perpetuación” y enfatizó la incongruencia de que los legisladores puedan aprobar una ley que les permite reelegirse indefinidamente mientras que los intendentes no tienen esa misma posibilidad. Según Francos, se percibe “una casta muy fuerte en la Legislatura bonaerense”.

El funcionario también hizo alusión al contexto de escándalos recientes en la provincia, argumentando que es necesaria “una investigación profunda del sistema de contrataciones y la estructura interna del poder legislativo bonaerense”, aludiendo a casos como el de “Chocolate” Rigau y otras controversias de transparencia. En cuanto a los actores políticos que respaldaron la votación, Francos criticó a Carlos Kikuchi, a quien acusó de haberse alejado del espíritu original de su partido y unirse “a la casta junto a los legisladores que lo respaldan”.
La reforma aprobada en el Senado provincial permite la reelección indefinida de los legisladores, una facultad que había sido restringida tras la sanción de una ley en 2016 con el apoyo de múltiples partidos. En las últimas elecciones, el Ejecutivo nacional promovió un discurso enfocado en la necesidad de alternancia y renovación institucional, criticando cualquier gesto que refuerce privilegios políticos.