
En consonancia con lo ocurrido en los primeros días tras las elecciones en la provincia de Buenos Aires, los principales referentes del equipo económico afirmaron ayer que la intención es relajar el “súper apretón económico” que ha tenido un fuerte impacto en la actividad. Por un lado, se continuará con la política de reducción de la tasa de interés, pero al mismo tiempo se revertirán algunas medidas que complicaron el funcionamiento de los bancos.
Luis Caputo fue el encargado de detallar cómo se seguirá avanzando en temas financieros y cambiarios, en lo que parece ser la primera respuesta concreta tras la derrota del pasado domingo. El ministro de Economía participó ayer del streaming Carajo junto al secretario de Política Económica, José Luis Daza, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili.
Los funcionarios resaltaron lo ocurrido en los últimos días, en medio de la incertidumbre generada por la derrota de La Libertad Avanza en las elecciones bonaerenses. En este sentido, enfatizaron que tanto el Tesoro como el Banco Central no intervinieron en el mercado cambiario. “La semana pasada se cortó totalmente la oferta de divisas, pero ahora se están operando volúmenes normales y por eso no fue necesario proporcionar liquidez”, explicaron.
Al mismo tiempo, subrayaron la decisión de iniciar un proceso de disminución de tasas. “Dijimos que el fuerte apretón monetario era transitorio y ahora nos dirigimos hacia una situación de mayor normalidad. Es cierto que las empresas se encontraron con complicaciones debido al fuerte aumento de las tasas y la escasez de pesos”, explicó Bausili.
El Banco Central redujo diez puntos la tasa de pases con los bancos esta semana y también disminuyó los rendimientos de los bonos colocados en la licitación del miércoles.
Con el dólar muy cerca del techo de la banda cambiaria, se facilita la reducción de las tasas en pesos. Ayer, el dólar oficial cerró a $ 1.445 mientras que el mayorista lo hizo a $ 1.432. El techo de la banda está levemente por encima de $ 1.460.
Con el compromiso de defender ese nivel, se vuelve más sencillo bajar las tasas, ya que el riesgo de que el dólar se dispare se ha reducido significativamente. Al menos en este momento, el mercado cree que el Central posee el poder de fuego necesario para evitar un salto cambiario por encima de ese umbral.
Durante la entrevista, los funcionarios admitieron que el alto nivel de tasas de interés impactó principalmente en las PYME y, en consecuencia, en la actividad económica. Sin embargo, recalcaron que esos niveles superiores al 60% anual fueron transitorios y que la situación se irá normalizando. “Seguiremos siendo cautelosos en materia monetaria, más allá de los pasos que estamos dando”, aclaró Bausili.
Asimismo, adelantó que en los próximos días habrá conversaciones con los bancos “para facilitar su actividad cotidiana”. Aunque no brindó mayores detalles, todo indica que se volverá sobre una de las medidas más polémicas, que es el cumplimiento de un nivel de encaje diario. Esto había exacerbado la volatilidad y el incremento de las tasas.
Por otro lado, a medida que se mantenga una mayor estabilidad del tipo de cambio, también es probable que haya un retroceso en el nivel de encaje, que actualmente obliga a las entidades a mantener más del 50% de sus depósitos inmovilizados en el BCRA.
Este curso busca, por lo tanto, proporcionar cierto alivio al sector productivo y ofrecer una mayor liquidez a los bancos para que puedan prestar a tasas más bajas. En definitiva, se busca mitigar la presión sobre el sector financiero para que las tasas vuelvan paulatinamente a sus niveles anteriores y no se ponga en peligro el financiamiento a corto plazo de las empresas.