Lunes, 4 de agosto de 2025   |   Internacionales

El Día Internacional del Búho: una fascinante celebración que fusiona mitos y el mundo natural.

Cada cuatro de agosto, se impulsa a descubrir el legado cultural, ecológico y simbólico de estas aves, que pasaron de ser presagio de temor a emblemas de inteligencia y protección
El Día Internacional del Búho: una fascinante celebración que fusiona mitos y el mundo natural.

El Día Internacional de las Lechuzas y Búhos, que se celebra el 4 de agosto, nos invita a replantear nuestra percepción de estas aves más allá de su imagen nocturna. Su recorrido histórico y cultural revela un vínculo profundo con la civilización. Desde la antigüedad, su figura ha pasado de ser temida a convertirse en un poderoso símbolo de sabiduría y protección.

Uno de los ejemplos más destacados de esta relación es el búho y Atenea, la diosa griega de la sabiduría y la guerra. Esta asociación, analizada por National Geographic, plantea un enigma que ha cautivado a generaciones: ¿por qué el búho, una criatura de hábitos misteriosos, se transforma en el emblema de la inteligencia y la razón en la antigua Grecia? El mito, la ciencia y las tradiciones contribuyen, a lo largo de los siglos, a desentrañar cómo un animal antes temido llegó a encarnar el ideal del conocimiento.

Cada año, esta efeméride dedicada a las lechuzas y búhos busca resaltar la importancia de conservar a estas aves rapaces, cuyos orígenes se remontan a los inicios de la historia natural.

Según National Geographic, existen alrededor de 250 especies de búhos en el planeta, todas clasificadas dentro del orden Strigiformes. La conmemoración del 4 de agosto enfatiza tanto su relevancia ecológica como la necesidad urgente de proteger a estos animales, esenciales para el equilibrio de los ecosistemas.

Los búhos están presentes en casi todos los continentes. Su papel como depredadores eficientes incluye desde pequeños mamíferos, como roedores, conejos y ardillas, hasta reptiles, peces y otras aves. Esta diversidad dietética los convierte en reguladores naturales de las poblaciones animales, repercutiendo positivamente en el medio ambiente.

La antigüedad de su linaje es sorprendente. Según la Encyclopedia Britannica, se han encontrado fósiles de búhos que datan del inicio del Paleoceno, hace aproximadamente 65,5 millones de años, situándolos entre las aves más antiguas que aún existen.

A pesar de su importancia ecológica, la percepción de estas aves ha cambiado drásticamente a lo largo de la historia. En varias civilizaciones antiguas, el búho se vinculó a la oscuridad y lo desconocido, dando lugar a supersticiones y temores.

Durante la Edad Media, por ejemplo, proliferaban ilustraciones en las que el búho era presentado como un “símbolo de la oscuridad” antes de la llegada del cristianismo, según la Enciclopedia de la Historia Mundial. Su actividad nocturna y su mirada intensa fomentaron leyendas de brujería y malos augurios, reforzando así su imagen como portador de infortunio.

En la antigua Grecia, el significado del búho cambió drásticamente. National Geographic señala que, en este contexto, se convirtió en emblema de Atenea, diosa de la razón práctica.

Esta identificación no fue accidental: la cultura griega valoraba enormemente la inteligencia y la previsión, cualidades que consideraban inherentes tanto a la diosa como al búho. La Encyclopedia Britannica menciona: “Los búhos se convirtieron en un símbolo de inteligencia porque se creía que presagiaban acontecimientos”. Esta relación consolidó la imagen de la lechuza como representante de la sabiduría y la clarividencia.

El mochuelo europeo (Athene noctua) personifica este simbolismo. De acuerdo con National Geographic, tótems y representaciones de esta especie adornaban los templos dedicados a Atenea, afirmando al búho como consejero y guardián de la diosa. Su presencia en espacios sagrados subrayó la conexión entre el conocimiento, la vigilancia y la protección, valores fundamentales en la mitología griega.

Atenea, reconocida como la hija predilecta de Zeus, ocupaba un lugar destacado entre los dioses del Olimpo. Su papel como diosa de la sabiduría y la guerra la diferenciaba por combinar estrategia e inteligencia, aspectos que el búho representaba perfectamente. Esta unión enriqueció el imaginario griego, dejando una profunda huella en la cultura occidental.

La historia de Atenea y su inseparable búho sigue siendo fuente de inspiración para quienes buscan comprender el valor de la inteligencia y el coraje. National Geographic recuerda que la diosa se destacaba por su ingenio y valentía, virtudes que, al igual que el vuelo silencioso del búho, despiertan respeto y admiración en la actualidad.

“El ave de Atenea” y su relevancia en la mitología griega, la necesidad de preservar a las aves rapaces y el papel de los búhos como símbolos de sabiduría convierten a estas criaturas en referentes culturales y ecológicos.

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