Lunes, 21 de julio de 2025   |   Economía

El consumo repunta en junio por la caída de la inflación y el aumento salarial, según un informe de la CAC

De acuerdo con el Indicador de Consumo (IC) que elabora la Cámara Argentina de Comercio (CAC), la demanda no sólo creció versus el 2024 sino también frente a mayo. Las diferencias por sector
El consumo repunta en junio por la caída de la inflación y el aumento salarial, según un informe de la CAC

En junio de 2025, el Indicador de Consumo (IC) elaborado por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) registró un incremento del 4% en comparación interanual. Al ajustar esta cifra para eliminar los efectos estacionales del año, el indicador mostró un crecimiento del 2,9% respecto al mes de mayo. De este modo, la medición evidenció una continuidad en la evolución del consumo argentino durante 2025, recuperando una dinámica positiva que tanto el comercio como la actividad económica buscan consolidar tras varios meses de altibajos.

La CAC estimó en ese mes un ingreso nominal promedio por hogar de $1.995.000, lo que representa una variación positiva del 1,8% en términos reales en comparación con el mes anterior. El nivel de remuneraciones, acompañado por una dinámica de precios más contenida, generó condiciones más favorables para que las familias sostuvieran y aumentaran el ritmo de gasto en bienes y servicios.

La inflación mensual se mantuvo en un rango bajo en junio, con una variación del 1,6%. Este valor, que coincidió con el registrado en mayo, sostuvo una racha de estabilidad que no se observaba desde los primeros meses posteriores a la pandemia. La inflación interanual alcanzó el 39,4% y, en los seis meses transcurridos de 2025, el acumulado fue del 15,1%.

El análisis de la CAC también destacó la desaceleración del crédito, aunque en un contexto en el que aún presenta una curva ascendente, especialmente en los rubros relacionados con el consumo de bienes durables. Esta tendencia, junto a la disminución de precios observada desde mayo, actuó como un motor adicional para la recuperación de la demanda.

El IC mantuvo desempeños positivos en todos los meses de 2025, según la serie mensual de la Cámara. En mayo, el crecimiento interanual se ralentizó ligeramente, pero en junio el indicador volvió a alcanzar niveles similares a los de abril. Así, el consumo durante el primer semestre del año se situó por encima del registrado en el mismo período de 2019: el nivel pleno de junio superó en un 2,7% al de igual mes de ese año, mientras que el total acumulado de enero a junio fue un 0,6% superior.

<i>Performance </i>por sectores

El comportamiento del consumo masivo, que incluye bienes de alta frecuencia de compra y corta vida útil, mostró un crecimiento moderado en 2025. En mayo, el sector de Fast Moving Consumer Goods (FMCG) experimentó un aumento interanual del 5,5%. El departamento de Economía de la CAC atribuyó este repunte a la estabilidad nominal y al avance del ingreso real de las familias.

El análisis sectorial evidenció un panorama mixto en cuanto a variaciones interanuales al compararlo con los valores de junio de 2024. Indumentaria y calzado, uno de los rubros más afectados el año anterior, presentó un crecimiento estimado del 15,9% interanual, contribuyendo con un punto porcentual al avance total del IC. Esta suba se debió en gran medida a una base de comparación baja, dado que en junio de 2024, la categoría había sufrido una caída significativa del 17%.

En transporte y vehículos, junio de 2025 reflejó un crecimiento del 10,7% interanual, contribuyendo con 1,2 puntos porcentuales a la mejora general del indicador. El patentamiento de automóviles fue un factor clave que impulsó este avance, con un incremento interanual del 85%, el mayor valor registrado para el mes desde 2018. El acceso al crédito facilitó la expansión en la compra de bienes de mayor valor, a pesar del contexto de tasas variables y ciertos desafíos en la financiación.

Otro sector destacado, vivienda, alquileres y servicios públicos, mostró en junio un crecimiento estimado del 14,6% interanual. El sector energético desempeñó un papel determinante: el consumo de electricidad aumentó un 20% interanual debido a un mes más frío y la influencia de una ola polar sobre la demanda residencial.

Entre los sectores con resultados negativos, recreación y cultura registró una caída del 9,7% interanual, impactando negativamente en la variación del IC con un punto porcentual. El informe de la CAC explicó que en junio de 2024, la asistencia histórica a salas de cine amplificó la base de comparación del sector, lo que dejó a la actividad con cifras desfasadas en el último relevamiento.

El resto de los rubros incluidos en el índice experimentaron en conjunto una leve contracción estimada del 0,1% interanual en junio, con una incidencia negativa marginal en el IC global. A pesar de esa ligera caída, la actividad se situó un 4,4% por debajo de los niveles observados antes de la pandemia.

En relación al crédito, luego de registrar un piso en abril de 2024, en términos reales mantuvo una tendencia positiva durante el resto del año y los primeros seis meses de 2025. En junio, la mayoría de los préstamos destinados a familias y hogares volvió a crecer, a excepción del stock de deuda en tarjetas de crédito, que mostró su primera baja tras más de un año, cortando una racha de 13 meses consecutivos de alzas. Aun así, los préstamos hipotecarios, prendarios y personales mantuvieron una dinámica favorable, consolidando el flujo de recursos para la adquisición de bienes durables.

La compraventa de inmuebles también se estabilizó en un nivel elevado, en consonancia con la tendencia de acceso al financiamiento para la vivienda. Las variaciones en las tasas de interés a corto plazo, observadas durante la última semana de junio, introdujeron un grado de incertidumbre sobre la evolución futura del crédito y su impacto en el consumo.

Cambio en la composición del gasto

Por otra parte, el comportamiento del consumo reflejó un cambio en la composición del gasto. Las familias orientaron sus compras hacia bienes durables, influenciadas por la mayor disponibilidad de líneas crediticias específicas y la relación precio/duración de estos productos en comparación con otros bienes y servicios. El acceso sostenido al crédito contribuyó a esta preferencia, aunque el consumo cotidiano mantuvo una trayectoria de recuperación más moderada.

La visión histórica incluye una revisión de los principales números del IC desde 2018, observándose fluctuaciones marcadas a lo largo de los distintos ciclos. Durante 2024, las variaciones interanuales tanto del IC como del EMAE (Estimador Mensual de Actividad Económica) fueron de signo negativo en gran parte del año, hasta que una reversión de tendencia se consolidó en los primeros meses de 2025. En abril, por ejemplo, el EMAE presentó un alza interanual del 7,7% y marcó el sexto mes consecutivo de cifras positivas. La serie desestacionalizada también creció un 1,9% respecto al mes anterior, tras una corrección en marzo, lo que respaldó el desempeño del IC en ese trimestre.

La baja base de comparación surgió como un factor facilitador para el repunte de los indicadores durante 2025. El salto observado en varios sectores se debe en parte a la profunda caída experimentada en los meses anteriores, que estableció un piso bajo para la actividad reciente.

En cuanto al consumo masivo, la estabilización de precios y la mejora gradual de los salarios han permitido continuar con señales de recuperación. En este contexto, la CAC proyectó que el ingreso disponible de los hogares seguirá aumentando a lo largo del año, especialmente en la fase final, acompañando el ritmo potencial de la actividad económica en general.

El informe oficial no hizo referencia a proyecciones sobre niveles futuros, sino que centró el análisis en la consolidación de los datos recopilados hasta junio y el seguimiento de la evolución del consumo y el crédito. El proceso desinflacionario, con variaciones mensuales sostenidas por debajo del 2% durante dos meses consecutivos, ha sido un elemento destacado en la coyuntura reciente.

Déjanos tu comentario: