El círculo rojo entró en un ambiente de desensillar hasta que aclare. La proximidad de las elecciones legislativas, la creciente tensión política entre el Gobierno y el Congreso, además de la volatilidad financiera, han llevado a muchos empresarios a pausar sus decisiones, optando por apartarse momentáneamente del camino hasta que concluya el proceso electoral.
Así lo compartieron hombres y mujeres de negocios que asistieron este jueves al Council of the Americas, un evento anual organizado por Americas Society y la Cámara Argentina de Comercio (CAC), donde estuvieron presentes el presidente Javier Milei, el ministro de Economía Luis Caputo, el jefe de gabinete Guillermo Francos, y los ministros de Desregulación Federico Sturzenegger y de Capital Humano, Sandra Pettovello.
La velada estuvo marcada por un tono político, especialmente tras el revés que el oficialismo sufrió en Diputados el miércoles, cuando una mayoría legislativa desestimó el veto presidencial a la ley de emergencia en discapacidad. Incluso Luis Caputo se aventuró a afirmar que en las elecciones la sociedad volverá a respaldar a La Libertad Avanza, mientras que el presidente de la CAC, Mario Grinman, expresó su apoyo al Gobierno y condenó la postura opositora en el parlamento.
Milei comenzó su discurso centrado en la política, aunque también hizo algunas afirmaciones económicas: declaró que la posibilidad de trasladar el aumento del dólar a los precios y a la inflación se ha terminado porque “no hay convalidación monetaria”. Los empresarios presentes en el Council lo aplaudieron en múltiples ocasiones, con algunos aplausos provenientes incluso de la comitiva oficial. “Menos llanto por la volatilidad de tasas”, exigió Milei a los empresarios.
Entre los hombres de negocios, el termómetro marcó un punto intermedio: apoyo general al rumbo macroeconómico, pero con una incertidumbre persistente en el sector privado. La volatilidad en las tasas de interés, que permanecen muy elevadas, es un reflejo en tiempo real de esta situación y podría llevar a las empresas a un estrés financiero significativo.
Un consultor que está en constante contacto con ejecutivos del círculo rojo describió: “Ahora todos están en modo wait and see, seguramente hasta las elecciones. Se reservan las cartas para más adelante”, comentó. El diagnóstico, en una economía fragmentada entre ganadores y perdedores, varía según el sector consultado.
Aquellos más vinculados al mercado interno y al consumo siguen de cerca un número clave que influye en las presiones sobre sus cuentas diarias y operaciones. Hasta el martes pasado, los adelantos en cuenta corriente tenían una tasa de interés nominal anual de casi 90 por ciento. Las empresas fabricantes de electrónica señalaron que el consumo se ha resentido y que el esquema de ventas directas desde las fábricas hacia el resto del país, con criterios de envío tipo courier, aún no ha comenzado. Proyectan, con cautela, que esto podría resultar en una reducción de costos de hasta un 20 por ciento.
La cuestión de las tasas de interés se ha convertido, en las últimas semanas, en el tema central de las conversaciones empresariales. Un ejecutivo con amplio conocimiento del sistema bancario especuló sobre la posibilidad de cierta flexibilidad frente al intenso apretón monetario impuesto por el Banco Central con el aumento de los encajes mínimos, es decir, la porción de dinero que las entidades deben mantener inmovilizada en el BCRA.
La norma que más ha resonado entre los banqueros, y que es parte de esta pulseada, es cómo el Central mide el cumplimiento de dichos encajes. Anteriormente, se realizaba con un mínimo diario pero con promedio mensual, lo que permitía a los bancos manejar su liquidez a lo largo del mes. Ahora, solo cuentan con un criterio diario, lo que puede hacer que las operaciones se tornen apresuradas al cierre de cada jornada, especialmente para aquellos bancos que carecen de pesos para llegar al umbral mínimo.
Tanto son los encajes que, como mencionó un ejecutivo financiero, los créditos sufrirían una fuerte caída inmediata, al menos en pesos. “Aquellos que piden un crédito con estas tasas son los más desesperados, lo que no es una buena señal; los bancos prefieren no otorgar todo lo que piden, ya que el riesgo de impago es muy alto”, explicó. Un dato adicional proporcionado por el economista Amílcar Collante es que hoy hay más pesos “encajados” ($24,6 billones) que en circulación ($23,9 billones).
Otro sector empresarial vinculado al petróleo y gas, así como a la minería, está especialmente impulsado por el esquema RIGI. Estos sectores incluso tuvieron su propio panel con la participación de Juan Martín Bulgheroni (PAE), Guillermo Caló (Río Tinto), Martín Genesio (AES Argentina) y Martín Pérez de Solay (Glencore). Son los más optimistas respecto al rumbo de la economía y las ventajas tributarias, aduaneras y cambiarias que ofrece el régimen de grandes inversiones.
Al Council asistieron los principales miembros del G6 empresario y ejecutivos de diversos sectores. El salón Versalles del Alvear Palace estuvo casi completo, salvo algunos asientos en la parte posterior. Mario Grinman y Susan Segal actuaron como anfitriones y aprovecharon un salón VIP para conversar en privado con todos los invitados. Caputo llegó varios minutos antes de su discurso junto a su habitual comitiva, incluyendo al viceministro José Luis Daza, el secretario de Finanzas Pablo Quirno y el de Hacienda Carlos Guberman, quienes permanecieron toda la mañana hasta que Milei cerró la jornada pasadas las 13.
Un invitado discreto que destacó entre los presentes y con acceso al VIP fue el abogado chileno Axel Kaiser, nuevo “gurú” intelectual del presidente Milei, autor de uno de los teoremas favoritos del jefe de Estado en los últimos meses sobre los “parásitos mentales”, que describe a la dirigencia opositora. Kaiser también mantuvo un almuerzo recientemente con el equipo económico completo – incluyendo al presidente del BCRA Santiago Bausili – para comentar sus hallazgos académicos. Se dice que su visita fue para escuchar a Sturzenegger y a Milei.
