La polémica desatada en torno a la decisión de las autoridades del colegio secundario que funciona en el Seminario de pedir a los padres de un alumno de 9º el traslado a otra institución luego de haberlo descubierto en un recreo con una caja de preservativos parece encontrar cauce.Las autoridades educativas recibieron un informe de parte del apoderado legal del colegio, a la vez rector del Seminario, el padre Mario Haller, y del rector de la escuela, el padre Gustavo Horisberger, quienes a primera hora se entrevistaron con la directora de Educación Privada del CGE, Patricia Todoni. Luego de esa reunión, en Educación hicieron propia la tesis de la Iglesia, y descartaron que haya habido “expulsión” y acordaron en que sólo hubo un “pase” a otra escuela del alumno.Todoni afirmó que “según sabemos, (el alumno) ya está ubicado en otra institución”, al tiempo que explicó que “el seguimiento (de parte del Estado) no se planteó, debido a que no se produjo la expulsión, por lo que el pase es una cuestión de partes que no implica la intervención del Consejo”.De esa forma, a nivel oficial echaron por tierra con la posibilidad de que el Seminario reconsidere la medida adoptada con el adolescente. En realidad, según confirmó un funcionario de Educación, el chico, que cursaba el noveno año del bachiller con orientación al sacerdocio del Seminario, ya fue reubicado en otra escuela, en este caso estatal: desde el 29 de abril último asiste al Liceo Paula Albarracín de Sarmiento.El caso había cobrado notoriedad pública el viernes último, cuando se publicaron declaraciones de la mamá del chico, Roxana Cogno, quien se quejó abiertamente del trato que recibió su hijo, luego de que la vicerrectora, María del Pilar Imas, advirtiera la situación del preservativo en el recreo.Dijo que “lo más lamentable es que en todo momento, mientras me daban plazo de una semana para reubicarlo en otra escuela, lo tildaron (al chico) de inmoral y de tener actitudes inmorales”.Al justificar la medida -el Seminario le dio el “pase” al chico a otra escuela, aunque el documento que avala ese trámite todavía no ha sido firmado por los padres, que prefirieron directamente inscribirlo en otro establecimiento–el rector Horisberger citó los lineamientos reglamento disciplinario de la escuela.“En la primera parte del reglamento de disciplina se establecen las obligaciones del alumno y qué cosas no están permitidas dentro de la institución”, dice el texto de la nota que le enviaron a los padres el 5 del actual. Entre esas reglas, establecen el de “respetar los principios religiosos y morales que nos identifican como escuela católica”; y también la prohibición de introducir a la escuela “cualquier publicación u objeto ajeno a la naturaleza de un establecimiento de educación”. Sobre esa base, el Seminario defendió esa tesis, avalada además por un comunicado firmado por el vocero del arzobispado, el padre Ignacio Patat.“No puedo ir contra los cánones de la Iglesia, tengo que ser respetuosa”, explicó la titular del CGE, Graciela Bar, al delimitar las áreas de competencia entre la educación estatal y la privada.“Cada escuela tiene autonomía para diseñar su acuerdo institucional -añadió–. En esos acuerdos se establecen las pautas de disciplina y de convivencia, y son conocidos por parte de los padres, quienes los aceptan. Si en esa escuela estaba prohibido hacer circular preservativos, los padres estaban al tanto de eso”.De igual modo, subrayó que “lo que yo tengo entendido es que la escuela no lo expulsó, sino que los padres retiraron al chico. En eso, nosotros actuamos sólo en procura de garantizar que el alumno esté en una escuela. Y sabemos que ya está reubicado. Pero además, debemos respetar el ideario de cada institución. Si bien el Estado ha previsto en sus programas la distribución responsable de preservativos, si hay un organismo religioso que no lo acepta, uno tiene que ser respetuoso”.A tono con ese pensamiento, la titular de Educación Privada dijo, luego de entrevistarse con las autoridades del Seminario, que recibió un informe donde se le expuso “que el alumno no fue expulsado de la Institución y continuó yendo a la escuela hasta que el papá lo retiró”, ya que “basándose en el acuerdo de convivencia y del ideario de la Institución se pidió el pase del chico a otra escuela”. (Fuente: El Once Digital)
