
Cerca de 1000 argentinos, entre productores, distribuidores y empresarios del agro, viajaron a Decatur, Illinois, para participar en el último Farm Progress Show, la gran vitrina de la maquinaria agrícola a nivel mundial. Allí se convivió con demostraciones a campo, asesorías en manejo de cultivos y la visión de un futuro que ya ha llegado, como lo evidencian los equipos con motores eléctricos y la creciente dimensión de las máquinas, como los megatractores sobre orugas. El entusiasmo del evento se vio marcado por la ausencia de algunas compañías líderes, que decidieron no participar por “decisiones comerciales”, según explicaron.
Argentina estuvo representada por Spraytec, la empresa de Diego Parodi, originario de Santa Fe, que se ha expandido en Brasil y está presente en 44 países. Mientras la atención se centraba en la llegada de maquinaria agrícola autónoma y en la presentación de nuevos insumos, como el Fulltec Oil, la conversación inevitable en la muestra giraba en torno a cómo los productores enfrentan los desafíos en cada región.
La última edición del Farm Progress Show se realizó en Decatur, Estados UnidosFARM Progress Show
Pablo Lafuente, director de negocios de Spraytec, afirmó que el productor argentino es “el campeón mundial, el Messi de la agricultura”, capaz de mantener altos niveles de productividad a pesar de las retenciones, la presión impositiva y la falta de financiamiento. Esa resiliencia, aseguró, explica su destacada posición en comparación con el resto. Este mismo reconocimiento lo expresaron los productores norteamericanos sobre la eficacia del productor argentino.
Pablo Lafuente, director de negocios de Spraytec
La diferencia principal, explicó Lafuente, radica en la actitud ante el riesgo. El productor argentino se ve obligado a invertir en innovación, ya que no tiene otra alternativa: “debe adaptarse o queda fuera del negocio”. En contraposición, el estadounidense tiende a analizar más profundamente, experimentar y apoyarse en sistemas de soporte como la última tecnología que minimizan errores. Por un lado, la resiliencia y la flexibilidad; por el otro, la planificación y la institucionalidad.
En este contraste entre ambas agriculturas, Spraytec ha encontrado un espacio dentro de la feria y del mercado norteamericano durante ocho años, cubriendo ya 32 de los 50 estados del país. Para Lafuente, se trata de una empresa con raíces en Roldán que se proyecta “al mundo”, asumiendo el reto de competir en las ligas mayores y buscando que su innovación se dialogue con productores tan diversos y, a la vez, complementarios entre sí. En el ámbito de los fitoestimulantes, están posicionados como referentes mundiales, con un crecimiento sostenido del 30% anual, que incluye el mercado argentino.
Jeremy Gustafson, productor de Jackson, Iowa
“El productor argentino invierte y es eficiente. Lo hace porque es productor de alma; puede quejarse del Gobierno o del clima, pero lo que más le apasiona es producir. Es resiliente, inteligente, se adapta y cambia cuando es necesario. No se aferra a una receta en un entorno cambiante y sabe cómo sostener su negocio a lo largo del tiempo”, amplió.
En Estados Unidos, los agricultores cuentan con seguros, programas de apoyo estatal y acceso ágil a tecnologías. Así lo comentó Jeremy Gustafson, un productor de Jackson, al noreste de Boone, en Iowa, quien pertenece a la octava generación de su familia en la agricultura. Gustafson destacó que al no tener una carga fiscal elevada, pueden adoptar todas las innovaciones, tanto en aplicaciones de productos como en maquinaria agrícola, utilizando equipos propios.
Gustafson, en su campo de 800 hectáreas, realiza siembra directa y, debido al abandono de las familias rurales en la región, la producción agropecuaria está cada vez más concentrada. “Hacemos aplicaciones aéreas con drones desde hace tres años, pero también empleamos pulverizadores terrestres para mayor cobertura. La siembra directa aquí se considera una innovación, y además cultivamos camelina para rotar el suelo. No es habitual en esta zona”, enfatizó el productor, quien aclaró que todas las tareas las realizan en familia.
Los volúmenes de producción proyectados en el Corn Belt son impresionantes para esta campaña. Recientemente, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) proyectó un récord de 425,26 millones de toneladas, un 12,6% más que el ciclo anterior.
Sin embargo, debido a la humedad generada por fuertes lluvias, que favoreció la proliferación de enfermedades y plagas como la roya, la Universidad de Iowa estimó una reducción de entre el 2 y el 15% en la producción cerealera para esta campaña, que aún se prevé como “récord”.
El tractor Steiger 785 Quadtrac, en verde en honor a los hermanos Steiger
Las novedades presentadas en el Farm Progress Show mantuvieron expectantes a los productores, que se acercaron a la muestra para descubrir nuevas tecnologías y lo que vendrá. Se anunció que Bayer y BASF están preparando el lanzamiento de nuevos herbicidas preemergentes en Estados Unidos. También se espera para el próximo año el lanzamiento de maíz de baja estatura, el sistema Preceon de Bayer, para un grupo selecto de productores y una salida formal al mercado en 2027.
Así como en la edición anterior en Boone, Iowa, donde las cosechadoras fueron las protagonistas, este año los megatractores acapararon la atención. Entre las características destacadas estuvo el “Monster Big Bud”, un tractor gigante convertido en una leyenda de la maquinaria agrícola, también conocido como “Titan”. Este es considerado el tractor agrícola más grande del mundo, con un peso aproximado de 100 toneladas, más de 8 metros de largo, casi 6 metros de ancho y más de 4 metros de altura, generando 1100 caballos de fuerza. Fue fabricado en 1977 por la empresa Northern Manufacturing en Montana, y actualmente pertenece a la familia Welker Farms.
El Titan, conocido también como “Monster Big Bud”
Asimismo, en un destacado stand, Case presentó un megatractor, el Steiger 785 Quadtrac, que cuenta con 785 caballos nominales y hasta 853 de potencia máxima. Este modelo se convierte en el más poderoso de la historia de la marca. La novedad fue exhibida en su versión tradicional roja y también en un llamativo color verde claro, en homenaje a los hermanos Steiger, pioneros en el desarrollo de tractores articulados y cuyo legado perdura en la empresa. No obstante, la versión especial verde no estará disponible en el mercado argentino, y su variante está en evaluación, según aclaró Rodrigo Lanciotti, gerente de Marketing de Case IH.
Lanciotti mencionó que “no hay grandes diferencias entre lo que utilizan los productores norteamericanos y los argentinos. La brecha está en la velocidad de adopción y en la escala: en EE.UU. es común encontrar tractores de baja potencia equipados con tecnología avanzada, mientras que en Argentina se prioriza la conectividad y automatización en máquinas de mayor potencia. Además, en el mercado estadounidense ya se están utilizando sistemas como el IT-Sync, que permiten sincronizar cosechadoras y tractores para trabajar en espejo y descargar sin necesidad de operario”.
Rodrigo Lanciotti, gerente de Marketing de Case IH
Otra diferencia notable es la cultura en el uso de orugas. En Estados Unidos, “la mayoría de los productores opta por esta tecnología en tractores y cosechadoras de gran porte”, lo que disminuye la compactación del suelo en establecimientos diseñados para grandes superficies continuas. En Argentina, en cambio, predominan los neumáticos, ya que facilitan el traslado entre campos y resultan más versátiles para explotaciones con lotes dispersos. En el futuro, no se descarta que las orugas adquieran más protagonismo localmente, aunque ello dependerá de cambios culturales y estructurales en las labores agrícolas. “Esto es como venir al Disney de la maquinaria agrícola”, afirmó Lanciotti sobre la muestra.
En consonancia con los equipos mencionados, John Deere presentó el tractor 9RX 640 con doble oruga y articulado, mientras que Claas exhibió la nueva generación del Xerion 12. Por su parte, New Holland mostró el T9, que cuenta con 700 caballos de fuerza.
Otro Steiger 785 Quadtrac