
Los cortes de carne vacuna más vendidos acumularon subas muy superiores a la inflación de noviembre, que el Indec ubicó en 2,5%. En su informe mensual, el organismo consignó incrementos para los productos relevados que fueron del 2,9% al 13% respecto de octubre. El mayor aumento correspondió al asado, que pasó de $11.775,55 en octubre a $13.304,75 en noviembre, es decir, una suba del 13%. Desde la industria cárnica atribuyeron ese incremento a la combinación de una menor oferta de animales terminados —afectada por las lluvias, la retención y la revalorización del ganado— y a una demanda estacional firme por las Fiestas.
Entre los cortes, la carne picada común, de consumo masivo, trepó de $7.320,71 a $8.018,07, lo que representa un 9,5% mensual. La paleta subió de $12.018,19 a $13.024,15 (8,4%); el cuadril pasó de $14.686,83 a $16.063,71, un alza del 9,4%; y la nalga escaló de $15.191,59 a $16.740,11, un 10,2% más en un mes.
El único aumento moderado se observó en las hamburguesas congeladas (paquete por 4 unidades), que subieron de $5.596,56 a $5.756,54, una variación del 2,9% mensual. En sentido contrario, el pollo entero presentó una baja: pasó de $3.681,62 a $3.642,98, es decir, cayó un 1%.
El cuadril pasó de $14.686,83 a $16.063,71, lo que implica un alza del 9,4%Shutterstock – Shutterstock
Eugenia Brusca, economista del Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna (Ipcva), señaló que la suba respondió principalmente a una menor oferta de animales terminados. Además, apuntó al impacto de las intensas lluvias en la provincia de Buenos Aires, que impidieron la salida de la hacienda y complicaron los procesos de terminación, tanto a pasto como con suplementación. “Este año todo se adelantó por las lluvias: no había animales terminados y los que estaban listos no podían salir”, dijo.
Brusca agregó que también hubo un leve incremento de la demanda interna y externa, lo que contribuyó a consolidar los nuevos valores. “Hubo una revalorización de los animales en pie que fue traducida por la devaluación previa a las elecciones”, agregó. La oferta ya venía debilitada por la sequía de años anteriores y por la valorización del animal pesado, lo que llevó a muchos productores a retener hacienda. Esa combinación —escasa disponibilidad y demanda al alza— presionó directamente sobre los precios al consumidor.
Para Brusca, hubo una revalorización de los animales en pie que fue traducida por la devaluación previa a las elecciones
Destacó que “el consumo interno muestra una leve recuperación”, lo que refuerza la firmeza de la demanda en diciembre. “El consumo promedio es de 52 kilos por habitante por año, frente a los 47 kilos del año pasado. Las clases sociales más bajas son las que declaran consumir más carne, especialmente cortes económicos y achuras. El 70% de la producción permanece en el mercado interno; no hay conflicto entre exportación y consumo doméstico, porque lo que se exporta es un producto diferente al que el público local prefiere”, subrayó.
Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra), explicó que el encarecimiento del asado respondió sobre todo a la estacionalidad. “Estamos en primavera, hace calor, y la gente quiere comer asado. Tiene un rato libre, un espacio verde, y quiere poner algo en la parrilla. Mucho de lo que se vende hoy es asado que no se consumió durante el invierno y que, como no iba a tener salida en esa época, se congeló”, señaló.
Miguel Schiariti, presidente de CiccraMatías Aimar
El dirigente adelantó que es probable que la carne —no solo el asado— registre nuevas subas la semana próxima, ya más cerca de las Fiestas. “Sobre todo los cortes navideños, como el matambre, la cuadrada o el peceto para el vitel toné. Si querés gastar menos, lo hacés con cuadrada y queda igual”, indicó.
Según Schiariti, esos cortes podrían aumentar entre 8% y 10%, aunque sin un salto abrupto, porque los abastecedores “tienen miedo de no poder cobrar” y temen que los consumidores no convaliden los nuevos valores. “Algo va a aumentar porque en el Mercado de Cañuelas la hacienda es cada vez menor, y cuando hay menos hacienda, el precio sube”, sintetizó.
Daniel Urcía, de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), atribuyó las subas al incremento del precio de la hacienda en pie. “El carnicero tiene que trasladar ese aumento a los cortes”, explicó. Según los datos del Ipcva, el aumento del asado fue del 8,8%. Señaló que “obedece claramente a la recomposición de precios de la hacienda”.
Urcía añadió que la tendencia se mantiene en diciembre. “Hay un 5% más en lo que va del mes, porque el mercado está muy firme. Si hablás con los ganaderos, feedloteros y demás, hoy el valor del ternero y del novillo todavía no cierra la ecuación, pese a que el alimento o el maíz están accesibles”, indicó.
En ese marco, advirtió que la presión alcista no terminó. “Todavía hay un poco más de tensión. Y si pensamos que el año que viene habrá una oferta menor, vamos a entrar en meses en los que los precios van a crecer por encima de la inflación”, advirtió.




