Viernes, 11 de julio de 2025   |   Campo

El agro generaría hasta US$60.000 millones para el país, según proyección destacada.

El agro generaría hasta US$60.000 millones para el país, según proyección destacada.

Argentina podría exportar productos agroindustriales por un valor de US$60.000 millones hacia 2030, lo que representa un incremento de US$22.500 millones respecto al registro de 2023, impulsado principalmente por el comercio de granos, carnes y lácteos, según una proyección de la Fundación Producir Conservando presentada en un seminario realizado ayer en la sede de Banco Galicia.

Esta proyección se fundamenta en un escenario de fuerte crecimiento del consumo global para la próxima década, aunque también plantea serios desafíos para el país. El aumento dependerá de mejoras en la productividad y en la demanda global, sin tener en cuenta las condiciones macroeconómicas nacionales. Argentina enfrenta, además, una dura competencia: Brasil, que planea incorporar 28 millones de hectáreas agrícolas, podría elevar su producción de soja de 170 a 250 millones de toneladas.

De acuerdo con datos de la FAO, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), a nivel global se prevé un aumento del consumo del 10 al 12% en granos, y del 12 al 15% en productos derivados.

Gustavo López, presidente de Agritrend SA, indicó que Brasil planea incrementar 28 millones de hectáreas en su área agrícola en los próximos años, lo que podría llevar su producción de soja de 170 millones a 250 millones de toneladas. “Este crecimiento permitiría a los brasileños aumentar su molienda, generando excedentes de harina que competirán directamente con las exportaciones argentinas. En ese contexto, Argentina podría mantener su liderazgo en aceite, mientras pierde terreno en harina”, resumió el experto en el seminario.

En una sala que contó con la presencia de 50 empresarios del agro, añadió que Vietnam es el principal destino de la harina de soja argentina, con un 17% de participación, y el sudeste asiático representa el 25% del total exportado. “En cuanto al aceite, India concentra el 50% de las exportaciones argentinas. En la actualidad, India compra 22 millones de toneladas de aceite [de todo el mundo], mientras que antes adquiría solo 10 millones”, explicó. Esta alta dependencia geográfica conlleva riesgos, ya que cualquier cambio en las políticas comerciales, como los recientes movimientos de EE.UU. para desviar compras hacia Asia, podría excluir a Argentina del mercado, según señaló.

Gustavo López, consultor de AgritrendLA NACION

Afirmó que “la producción [argentina] está estancada”: desde el pico de 142 millones de toneladas en 2018/2019 ha caído a entre 130 y 135 millones. “Para alcanzar los 170 millones proyectados [volumen total que podría alcanzar el país], sería necesario modificar parámetros clave como las retenciones. El último ajuste del 26 al 33% supuso una baja de 25 dólares en el precio de la soja”, dijo.

Mientras tanto, Estados Unidos también está reconfigurando el tablero: transforma soja en aceite para consumo y biocombustibles, y lanza harina excedente al mercado, lo que deprime precios y limita la participación argentina. Con precios internacionales sin perspectivas de un incremento real en el caso de la soja, las proyecciones en “dólares corrientes” no contemplan inflación, lo que resultan en márgenes cada vez menores para los productores.

Adicionalmente al crecimiento del consumo de aceites y biocombustibles (como el HVO), los cambios demográficos y de hábitos de consumo en Asia y África están impulsando la demanda, aunque también con una creciente concentración de mercados y competencia más agresiva. “El panorama es prometedor, pero el gran desafío es cómo sostener el lugar que aún ocupamos”, planteó.

Gustavo Oliverio, asesor y coordinador de la Fundación Producir Conservando, enfatizó que el incremento se basará únicamente en volumen, sin mejoras sustanciales en los precios internacionales ni en otros factores políticos como las retenciones. La Fundación proyectó que Argentina podría alcanzar un volumen de US$60.000 millones en exportaciones agroindustriales para 2030, gracias al crecimiento en granos, carnes, lácteos y otros productos de la agroindustria, excluyendo las economías regionales.

Gustavo Oliverio, asesor y coordinador de la Fundación Producir ConservandoLA NACION

El cálculo se construye a partir de los US$37.500 millones exportados en 2023, a los cuales se agregarían US$22.500 millones adicionales para ese año “si el país logra acompañar el crecimiento global de la demanda con mejoras en productividad y condiciones macroeconómicas estables”.

Oliverio destacó que la demanda global de carnes está en aumento y desmintió el supuesto retroceso de los discursos ambientalistas. El experto observó que la carne bovina muestra una proyección de crecimiento en las importaciones globales de 13 millones a 14 millones de toneladas hacia 2034, rompiendo la curva de estancamiento que se mantenía desde 2015.

En el ámbito local, las exportaciones de carne bovina podrían alcanzar el millón de toneladas para 2030, aunque Oliverio advirtió que “la ganadería requiere previsibilidad y un horizonte de negocios claro, algo que hoy no existe”. La capacidad de recuperación del stock bovino es crucial y actualmente está limitada por la falta de novillos y señales estables desde la política.

Con respecto a la carne aviar, Oliverio completó que Argentina exporta US$400 millones, pero tras el brote de gripe aviar, las ventas se redujeron a US$196 millones. No obstante, destacó que “el sector prevé alcanzar los 900 millones de dólares anuales hacia 2030, siempre que se mantenga la tendencia de recuperación”.

La soja muestra hoy una tendencia negativa en ArgentinaArchivo

En el ámbito de los porcinos, el potencial es aún mayor: la Federación Porcina Argentina estima que las exportaciones podrían alcanzar US$1.700 millones si se sostiene el ritmo actual de crecimiento y mejora en la eficiencia.

Mientras tanto, “la producción de leche en Argentina se ha mantenido estancada desde el 2000, oscilando entre 9.000 y 10.000 millones de litros anuales”, sin lograr superar esa barrera. Oliverio estimó que, “con una tasa de crecimiento del 4% anual, se podría alcanzar una producción de 14.000 millones de litros hacia 2030”, lo que abriría nuevas oportunidades para el comercio exterior.

En el ámbito agrícola, subrayó que la soja muestra actualmente una tendencia negativa en Argentina, a diferencia de Brasil y EE.UU., que continúan expandiéndose. Un aspecto central es el retraso en los rendimientos: Argentina está 6 quintales por debajo del promedio de los últimos cinco años en comparación con sus competidores. La Fundación proyectó que, con mejoras tecnológicas y cambios en la normativa de propiedad intelectual, la producción de soja podría alcanzar 68 millones de toneladas para 2030.

Por último, destacó: “Mientras todos hablan de Vaca Muerta soñando con US$30.000 millones, el campo ya está aportando cerca de US$40.000 millones y puede llegar a US$60.000 millones con inversiones mucho menores”.

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