
En una entrevista con Punto y Aparte, el empresario Ercole Felippa, presidente de la cooperativa láctea Manfrey, analizó el contexto económico del país, los desafíos del sector e incluso se refirió la situación de la fábrica militar FADEA, donde se desempeñó como presidente. Con tono reflexivo, pero crítico, Felippa valoró el intento del Gobierno nacional de ordenar las cuentas públicas, aunque fue contundente al señalar que “sin consensos no hay salida” y que el ajuste debe ser más equitativo entre Nación, provincias y municipios.
“Estamos en un momento bisagra para la Argentina”, definió, al referirse al nuevo escenario que plantea la gestión de Javier Milei. Felippa reconoció que comparte varios de los lineamientos económicos del Gobierno, como la necesidad de alcanzar el equilibrio fiscal y una apertura económica más realista, pero advirtió que “esas transformaciones requieren primero reformas estructurales, y muchas todavía no se hicieron”.
Uno de los ejes que más preocupan al dirigente cooperativo es la presión impositiva que recae sobre los productos de consumo masivo. Citando un estudio realizado por la cámara del sector lácteo, Felippa reveló que “el 40% del precio de un producto lácteo en góndola corresponde a impuestos”. Lo más llamativo, agregó, es que “la mitad de esa carga corresponde a tributos provinciales y municipales, no nacionales”.
Ercole Felippa: “El 40% del precio de un producto lácteo en góndola corresponde a impuestos”.
El dato fue presentado por la cámara a los gobiernos de las provincias lecheras —Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires— con el objetivo de abrir una mesa de trabajo que avance en una reforma fiscal. “Esto no se soluciona con peleas, sino con acuerdos. Y hace falta una decisión política firme en todos los niveles del Estado para encarar una reforma genuina”, expresó Felippa.
Precios por debajo de la inflación
En el plano productivo, el empresario comentó que el sector lácteo comenzó a dar señales de recuperación, aunque aclaró que “hablamos de una recuperación respecto de la caída del año pasado, no de un crecimiento sostenido”. Según explicó, los precios de los lácteos han subido por debajo del promedio de la inflación y, en muchos casos, por debajo incluso de los precios mayoristas. Esto sostuvo, se debe a una mayor oferta de leche cruda, que ayudó a contener los aumentos.
Consultado sobre la competencia con productos importados, Felippa explicó que la industria láctea argentina tiene un arancel de protección alto, lo que limita el ingreso de productos de otros países. “Lo poco que entra, viene de Uruguay, que tiene un sector muy competitivo a pesar de condiciones naturales menos favorables que las nuestras. Eso también nos tiene que hacer reflexionar”, dijo.
Ercole Felippa: “La mitad de esa carga corresponde a tributos provinciales y municipales, no nacionales”.
Sobre el final de la entrevista, se le preguntó por su experiencia al frente de FADEA, la fábrica militar ubicada en Córdoba. Felippa defendió el valor estratégico de la empresa y criticó el desinterés de distintos gobiernos por fortalecerla. “FADEA no debería ser deficitaria, pero para que eso cambie hay que permitirle generar negocios más allá del Estado nacional. La gestión actual viene trabajando en eso, pero no es algo que se logra de un día para el otro”, señaló.
A su juicio, el problema de muchas empresas públicas no es su carácter estatal, sino su mala administración. “Hay que darles las herramientas para que puedan funcionar como cualquier otra empresa. FADEA tiene proveedores pymes de altísima tecnología, genera derrame, pero sigue siendo una especie de brasa caliente que nadie quiere asumir con responsabilidad”, concluyó.
Felippa dejó un mensaje claro: el país necesita reformas, pero también necesita acuerdos. Y sin un marco de diálogo amplio, difícilmente la economía —y el entramado productivo— podrán consolidar una recuperación sostenible.