
En el contexto de las negociaciones aún en curso entre el Gobierno argentino y la Casa Blanca, un reciente informe de la Secretaría de Comercio de EE. UU. advierte sobre los riesgos estructurales que persisten en la economía argentina, a pesar de las señales de recuperación observadas en los últimos meses. Este informe, el cual actúa como una “radiografía” de la situación económica argentina, está dirigido a inversores y empresas estadounidenses.
El reporte fue actualizado a principios de este mes. Hasta el año pasado, el Departamento de Estado publicaba anualmente un informe por cada país analizando el “clima inversor”. Esta actualización se produce en un contexto donde se espera que se resuelvan pronto las negociaciones entre la Casa Rosada y Washington. El Gobierno argentino busca lograr la excepción total de aranceles para una serie de bienes. Dado el superávit en el intercambio comercial con EE. UU., Argentina podría enfrentar un impuesto general del 15% o, más probablemente, una alícuota general del 10%.
De acuerdo con el documento, la inestabilidad cambiaria, la inflación crónica, la presión fiscal y los costos laborales, entre otros factores, continúan siendo obstáculos significativos para las empresas extranjeras que pretenden operar en el país. “El entorno económico volátil que atraviesa Argentina desde hace más de dos décadas, caracterizado por una inflación persistente e inestabilidad cambiaria, dificulta la previsión de costos e ingresos”, señala el informe.
Para la administración estadounidense, estos factores representan riesgos significativos para las empresas que no están acostumbradas a operar en mercados de alta volatilidad. El informe también destaca que el sistema tributario argentino impone una elevada presión fiscal, con aranceles que “pueden alcanzar el 35%” en ciertas categorías de bienes, lo cual “incrementa considerablemente el costo de hacer negocios”.
A esto se suma un entorno regulatorio “complejo” que puede afectar la competitividad de las empresas extranjeras frente a sus contrapartes locales, que podrían disfrutar de un trato más favorable o cierto respaldo institucional.
A estas barreras se añade la estructura del mercado laboral. Según la Secretaría de Comercio, “el mercado laboral argentino está fuertemente regulado” y los sindicatos juegan un papel crucial en la determinación de salarios y condiciones laborales. Aunque se reconoce que estas regulaciones protegen los ingresos de los trabajadores, también advierten que “generan mayores costos operativos y flexibilidad limitada para los empleadores”.
En cuanto a derechos de propiedad intelectual, el diagnóstico es igualmente desfavorable. El informe indica que “la aplicación de los derechos de propiedad intelectual en Argentina es inconsistente” y que esta situación puede desincentivar la inversión extranjera directa. Argentina descendió tres posiciones en el Índice de Innovación Global de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, situándose en el puesto 76 de 133 países en 2024.
A pesar de este panorama, el reporte también identificó avances significativos en la gestión macroeconómica durante el primer año del nuevo gobierno. En particular, se destaca el proceso de liberalización económica iniciado en diciembre de 2023. Según el análisis, se trata de “un ambicioso programa de estabilización centrado en reducir la inflación e impulsar un crecimiento económico sostenible”.
“A pesar de los desafíos económicos persistentes, el nuevo gobierno ha logrado avances notables en su primer año”
Uno de los cambios más relevantes mencionados en el informe de la Casa Blanca fue “la eliminación del llamado ‘cepo cambiario’”, que, según la Secretaría de Comercio, representa una reforma esencial para las operaciones de las empresas importadoras. “Ahora pueden pagar las mercancías al momento de la llegada del envío, a diferencia de antes, cuando los pagos se demoraban al menos 30 días”, señala el documento. También se destacó la posibilidad de repatriar utilidades, lo que mejora el atractivo del país para las casas matrices; sin embargo, esta liberalización aplicará a las ganancias registradas a partir de 2026.
“A pesar de los desafíos económicos persistentes, el nuevo gobierno ha logrado avances notables en su primer año, demostrando su compromiso con la recuperación económica”, enfatiza el informe.
El documento también menciona los recursos estratégicos de Argentina que podrían resultar atractivos para las empresas estadounidenses: la segunda mayor reserva de gas de esquisto y la cuarta de petróleo de esquisto del mundo, así como “abundantes recursos de energía solar y eólica”. En el ámbito minero, se recuerda que Argentina posee “la tercera mayor reserva probada de litio”, aunque más del 70% de estos recursos aún no se han explotado.
“El entorno económico volátil que atraviesa Argentina desde hace más de dos décadas complica la previsión de costos e ingresos”
En el sector agroindustrial, Estados Unidos reconoce a Argentina como “el mayor exportador de aceite y harina de soja” y como uno de los principales exportadores de maíz, sorgo y aceite de girasol. En este contexto, considera que se requiere “la experiencia, la tecnología y los equipos estadounidenses para seguir desarrollando el sector agrícola”.
Sin embargo, los analistas señalaron que la implementación de las reformas enfrenta obstáculos políticos. “El gobierno ha tenido dificultades para obtener el apoyo tanto del Congreso Nacional como de los gobiernos provinciales”, lo que ha complicado la ejecución de medidas clave. La expectativa del Departamento de Comercio es que, si el oficialismo logra respaldo legislativo en las elecciones de medio término previstas para este año, podría avanzar en un paquete integral de reformas tributarias y previsionales, entre otros asuntos.
Por último, el informe resalta que el acuerdo con el FMI sigue siendo una ancla fundamental para la política económica. “El programa actual exige disciplina fiscal y la acumulación de reservas para recibir desembolsos, lo cual es crucial para mitigar los impactos de la volatilidad económica”, concluyó.