La derrota electoral del Gobierno en las elecciones de medio término bonaerenses, superando las expectativas, ha profundizado la volatilidad cambiaria que comenzó en julio. Esta circunstancia, sumada a la incertidumbre generada por los comicios de octubre, comienza a repercutir en los precios.
No obstante, la desaceleración de la actividad económica y la creciente competencia de productos importados restringen el impacto de las fluctuaciones del dólar en los consumidores.
La inflación de agosto ascendió al 1,9%, impulsada por el sector Transporte, que experimentó un incremento del 3,6% debido a las subas en los precios de vehículos y combustibles. También resaltaron Bebidas alcohólicas y tabaco, con alzas del 3,5%, y Restaurantes y hoteles, donde se registró un aumento del 3,4%.
En términos interanuales, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) avanzó un 33,6 por ciento.
En contraste, Recreación y cultura mostró un incremento del 0,5%, mientras que Prendas de vestir y calzado marcó una disminución del 0,3 por ciento.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) creció un 33,6% en términos interanuales y acumuló una suba del 19,5 por ciento durante los primeros ocho meses del año.
“Por primera vez desde noviembre de 2017, se han registrado cuatro meses consecutivos de inflación por debajo del 2% mensual”, afirmó el ministro de Economía, Luis Caputo, en su cuenta de X.
El dato de agosto se mantuvo sin cambios en comparación con julio, cuando el IPC también fue del 1,9%. Los especialistas advierten que esta tendencia podría no repetirse en septiembre, frente a la continua subida del tipo de cambio y la falta de certezas en torno a las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre.
El tipo de cambio establecido por el Banco Nación para sus operaciones con clientes, que ya venía en ascenso, pasó de $1.380 a $1.465 en una semana, en medio del proceso electoral en la provincia de Buenos Aires, donde Fuerza Patria obtuvo el 47% de los votos frente al 34% de La Libertad Avanza.
Sobre el posible impacto de esta coyuntura en los precios en góndola, Rocío Bisang, economista de EcoGo, declaró a Infobae: “Por ahora, estimamos una inflación del 2,4% para septiembre, incluyendo un leve traslado a precios en las próximas semanas. Más allá del shock del lunes posterior a las elecciones en Buenos Aires, dependerá de la respuesta del Gobierno y de su capacidad para anclar expectativas”.
Bisang advirtió que “aunque la incidencia en los precios está limitada por el estancamiento de los salarios, la capacidad de consumo y la competencia con importados, cada vez son menos las empresas que pueden absorber los incrementos de costos a través de sus márgenes”.
Los efectos del tipo de cambio deben evaluarse en un contexto de actividad económica decididamente más fría, donde el disciplinamiento causado por la apertura de importaciones seguirá actuando (Okseniuk).
Javier Okseniuk, director ejecutivo de LCG, destacó: “Es probable que la inflación de septiembre supere el 2%. Sin embargo, es muy difícil de proyectar porque los efectos del tipo de cambio deben sopesarse con una actividad económica sensiblemente más fría y el control que ejerce la apertura de importaciones seguirá actuando como un contrapeso. A pesar de esto, se anticipa alguna remarcación de precios”.
Un informe de la consultora advirtió: “La recesión se perfila como inminente y 2026 tampoco se anticipa muy favorable, dada la restricción que impone la carencia estructural de dólares. Con salarios y empleo estancados, menos crédito, y el índice de riesgo país en torno a 1.000 puntos básicos, no se vislumbran espacios que propicien una recuperación”.
“Incluso en estas condiciones, a la inflación núcleo le cuesta perforar la barrera del 1,5% mensual, lo que indica que la inercia sigue siendo significativa”, agregó.
Por su parte, Matías Bolis Wilson, economista en jefe de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), evaluó que con una oferta monetaria controlada y la desaceleración de la actividad, a consecuencia de las altas tasas de interés, no debería haber un impacto fuerte en los precios. “Es más, eso debería actuar como un atenuante de la inflación”, opinó.
Con una oferta monetaria controlada y la desaceleración de la actividad, por tasas de interés altas, no debería haber un impacto fuerte en los precios (Bolis Wilson).
“Por ello, no anticipamos que el pass through sea notable. Obviamente, los productos con mayor contenido importado se verán más afectados”, agregó.
Mateo Borenstein, economista de Empiria, sostuvo que “aún es prematuro determinar la magnitud de la repercusión de la suba del dólar, aunque es probable que no sea tan relevante porque el superávit fiscal y las expectativas de continuidad en la disciplina influyen en la estabilidad de precios. Además, el estancamiento del consumo ayuda a contenerlos”.
El especialista considera que el riesgo electoral podría tener un efecto mayor sobre el IPC del mes, debido a la incertidumbre generada por el resultado adverso para el Gobierno en las elecciones bonaerenses.
Mientras tanto, el relevamiento de precios realizado por C&T Asesores Económicos evidenció un comportamiento moderado durante la primera semana de septiembre, y un mayor dinamismo al inicio de la semana actual, supera lo observado en semanas anteriores. Esto sugiere que la reciente subida del tipo de cambio ha comenzado a trasladarse a los precios, aunque de manera limitada.
