Finalmente, la semana transcurrió tal como se había anticipado, con las elecciones en la provincia de Buenos Aires. Los resultados de la diferencia electoral contrastaron con el relato impuesto en los quince días previos, y el mercado reaccionó de manera similar a lo sucedido el 12 de agosto de 2019, cuando también se falsearon los porcentajes y se disparó el tipo de cambio. En esta ocasión, se presentó un déjà vu más moderado: no hay tantos pesos en manos de la gente, pero sí en los bancos, sumado al escándalo de corrupción en el Gobierno, que prometió combatir a los corruptos y terminó involucrado en maniobras que perjudican a los sectores más vulnerables, como discapacitados, jubilados, pensionados y pacientes oncológicos, a quienes se les habrían retirado prestaciones y medicamentos mientras se cobraban coimas por su venta.
El balance semanal reveló un gasto de U$S 1.055 millones en bonos 2030 desde el FGS, una pérdida neta de U$S 211 millones en reservas del BCRA y cerca de U$S 200 millones del Tesoro. Así, el Tesoro cuenta hoy con menos de U$S 900 millones, a pesar de que a fin de mes debe afrontar vencimientos por U$S 1.165 millones. Esto lo obligará a adquirir cerca de U$S 300 millones en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), lo que inevitablemente presionará al alza el dólar oficial. Con reservas de U$S 40.309 millones, es probable que a finales de la próxima semana el BCRA pierda los U$S 40.000 millones debido a las intervenciones para contener el tipo de cambio por debajo de los $1.471. Sin dicha intervención, la propia entidad reconoció que ya se habían perdido U$S 211 millones en la última semana.
En términos cambiarios, pasamos de un dólar oficial a $1.380 en el Banco Nación el lunes, a $1.465 el viernes. Todos los tipos de dólar aumentaron en la misma proporción, acercándose al límite de la banda acordada con el FMI, sin la aprobación del Congreso. Esto asegura que la presión alcista continuará durante la semana del 15 de septiembre: superar los $1.471 parece inminente, lo que forzará al BCRA a seguir interviniendo y perdiendo reservas, mientras persisten quienes aún confían en el discurso del ministro Caputo sobre lo “barato” del tipo de cambio.
Durante las próximas dos semanas, el Ministerio de Economía planea un viaje a Estados Unidos para reunirse con el FMI y negociar la ampliación de las bandas cambiarias, dado que el BCRA no dispone de suficientes billetes físicos para sostener una intervención prolongada. La situación podría agravarse si China exige la devolución del swap equivalente a U$S 18.000 millones, un activo que figura en los registros pero que no está disponible en su totalidad. Ese escenario extremo no está descartado, ya que el presidente nunca viajó a Beijing para ratificar el acuerdo bilateral con Xi Jinping, como se esperaba desde hace más de un año.
Fabián Medina. Analista económico y tributarista
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