
En los despachos más importantes de la Casa Rosada -sobre todo en el del jefe deGabinete, Marcos Peña , y el del ministro del Interior, Rogelio Frigerio – se repasan unay otra vez las fechas del calendario electoral 2019 , que estará lleno de desafíosprovinciales y que culminará con las elecciones presidenciales en octubre.Diez meses antes del gran desafío, los principales referentes de Cambiemos en su mesanacional -Peña y Frigerio, pero también Humberto Schiavoni, los radicales AlfredoCornejo y José Cano , y los “lilitos” Maximiliano Ferraro y Maricel Etchecoin- delineanla oferta del oficialismo, aunque el objetivo de ahorrar esfuerzos y llegar con listasunificadas por consenso no se logró hasta el momento en un puñado de distritos, quedeberán resolver sus internas vía elecciones internas o en las primarias abiertas,simultáneas y obligatorias (PASO).El caso testigo, hoy complicado, pero que puede ordenar la oferta de Cambiemos entodo el país, es el de la provincia de Córdoba. Allí, los radicales Mario Negri y RamónMestre se disputan la candidatura a gobernador con el macrista Héctor Baldassi y el hoyfuncionario nacional Luis Juez , en un menor pero trascendente segundo plano.Hasta el momento, será el mecanismo de internas semiabiertas (no pueden participarafiliados a otros partidos) de febrero próximo el que definirá quién enfrentará algobernador peronista y candidato a la reelección Juan Schiaretti el 12 de mayo.Si el oficialismo lograra evitar la interna en Córdoba, el antecedente podría servir -especulan en Balcarce 50- para desinflar otras dos elecciones muy disputadas: la deTucumán y la de La Rioja.
En Tucumán, al radical José Cano (respaldado por Peña) se le sumaron el exintendentecapitalino Domingo Amaya, la senadora Silvia Elías de Pérez y el exministro deHacienda Alfonso Prat-Gay. Sin la herramienta de las PASO provinciales, al igual que enCórdoba, los cuatro postulantes deberán ponerse de acuerdo o armar una interna.En La Rioja, donde sí cuentan con el recurso de las internas, el radical Julio Martínez yel intendente de la capital, el peronista Alberto Paredes Urquiza, compiten para ser elcandidato de Cambiemos en esa provincia.
En Entre Ríos, que tendrá PASO el 14 de abril, hay una incógnita central: la de lacandidatura a gobernador del ministro del Interior. El diputado radical Atilio Benedettitiene el apoyo partidario para postularse, y en caso de que Frigerio no sea finalmente elcandidato, suena el nombre del intendente macrista Gustavo Hein. “Va a hacer lo quedecida el Presidente”, afirmaron cerca de Frigerio sobre el papel del ministro en elesquema electoral del Gobierno.
La interna asegurada es la de La Pampa, con el diputado radical Daniel Kroneberger y elexsecretario de Deportes Carlos Javier Mac Allister. El radical y el macrista competiránpor la postulación a gobernador el 17 de febrero. No será, por lo visto, una internaapacible: mientras desde la Casa Rosada explican que Kroneberger está mejorposicionado “porque no defiende al Gobierno”, en la UCR aseguraron a LA NACIONque “Kroneberger votó siempre los proyectos del oficialismo” y que “tiene su visión,defendiendo los intereses de la provincia”.En Santa Fe, en tanto, el intendente de la capital, el radical José Corral, se prepara paraser candidato, con el aliciente de algunas encuestas recientes que lo muestran cincopuntos por encima de Antonio Bonfatti, del Partido Socialista, y algo más lejos delsenador peronista Omar Perotti. Pero el macrista Federico Angelini también tieneintenciones de participar de las PASO, previstas para el 28 de abril. “Corre de atrás”,reconocen en el Gobierno.
Disputa áspera
En Catamarca, con fecha de elecciones aún por definir, avanza la candidatura agobernador del médico Rubén Manzi, viejo militante de ARI de Elisa Carrió. De todosmodos, el radicalismo podría presentar un candidato y también podría sumarse algúnperonista como Dalmacio Mera, afirman fuentes del oficialismo, para intentar derrotaral PJ que gobierna la provincia, hoy al mando de Lucía Corpacci.En Salta, con PASO el 11 de agosto, en coincidencia con las elecciones nacionales, elintendente capitalino, Gustavo Sáenz, competiría contra el legislador macrista MartínGrande.La intención de evitar esta seguidilla de elecciones internas se traslada a variasintendencias de la provincia de Buenos Aires, en la que el mandato es no habilitar peleas”fratricidas”. Parece difícil, de todos modos, evitar una confrontación en Mar del Plata,donde ya están en carrera el actual intendente, Carlos Arroyo; la radical Vilma Baragiolay el exembajador en Uruguay y hoy diputado nacional Guillermo Montenegro, que yatrabaja en el terreno, equipo de campaña incluido, y que llega con el aval del Gobierno.En San Isidro, y con el respaldo de Marcos Peña, Ramón Lanús intentará el apoyo delGobierno para pelearle la intendencia a Gustavo Posse, que maneja San Isidro desdehace 20 años, o a quien él designe como su candidato. Y también puede haber internasde Cambiemos en Ituzaingó y Merlo, aunque la premisa, repetida por los funcionariosque rodean a la gobernadora María Eugenia Vidal, es la de intentar un consenso a lahora de definir candidatos.





