El incidente ocurrido la semana pasada derivó en una presentación judicial que terminó ayer con la detención e incomunicación de dos agentes penitenciarios acusados de las supuestas lesiones y vejámenes calificados.
Tres presos realizaron la presentación ante el agente fiscal de Gualeguay Darío Crespo.
Los siete internos menores están acusados de participar del sangriento motín acontecido en enero de 2005 en el Clemente XI de Victoria. Allí, además de Reynoso, murió el interno de Paraná Juan Machado.
Los presos procesados fueron trasladados en una combi del Servicio Penitenciario Provincial desde Gualeguaychú a Gualeguay, y los denunciantes hicieron saber que en ese viaje fueron sometidos a golpes, humillaciones, destrato y vejaciones de todo tipo. “No sólo que no les dieron de comer, sino que los golpearon salvajemente”, dijo una fuente a este medio.
Los presos iban a reunirse con el defensor oficial Daniel Alle para diagramar la estrategia a desplegar en el juicio oral y público que comenzará el 28 en la Cámara Criminal de Gualeguay.
Tras producirse la denuncia, el juez de Instrucción Oscar Rossi esperó el informe médico y con la constatación del mismo ordenó detener en la Jefatura Departamental de Policía de Gualeguay a dos agentes penitenciarios de 38 y 44 años, a quienes se los incomunicó hasta tanto se aclare la situación.
El informe habría certificado la existencia de golpes y magullones en un par de internos.
No se descartó que algún sector de los penitenciarios hayan intentado vengar la muerte de Reynoso. Sin embargo esta hipótesis fue descartada de plano por las autoridades del Servicio Penitenciario Provincial que fueron consultadas anoche por UNO.
Entre los denunciantes hay un interno de Paraná, otro de Concepción del Uruguay y siete de Gualeguaychú.
Además, el director del Servicio Penitenciario, Horacio Pascual, confirmó que el jefe de la Unidad Penal VII de Gualeguay, Aldo Ludueña, transitoriamente fue desplazado para no entorpecer la investigación judicial y la información sumaria ordenada internamente.
Ligazones y problemas
La relación entre el defensor oficial Daniel Alle y miembros del Servicio Penitenciario no es la mejor.
En 2005 el funcionario sufrió una amenaza, considerada una tentativa de homicidio. En el frente de su vivienda se ubicó un caño en cuyo interior habían colocado una gran cantidad de material explosivo. Una persona de la zona manipuló la canilla adosada y activó una explosión que le produjo lesiones de consideración. La investigación judicial responsabilizó y luego procesó a un ex guardiacárcel.
Violento recuerdo
El motín producido el 25 de enero de 2005 en el penal de menores de Victoria fue considerado el segundo más sangriento de la historia del Clemente XI. En esa oportunidad murieron el guardiacárcel Emilio Reynoso, de 50 años, y el interno Juan Machado, de 20.
Esa madrugada comenzó el motín en el Pabellón Nº 1, donde se alojaban 12 de los 63 jóvenes detenidos. El conflicto le costó la vida al guardia Emilio Reynoso, quien intentó cerrar la puerta del pabellón y fue atacado por 11 internos que le aplicaron varias puñaladas. En la riña murió de dos disparos en la espalda el detenido Juan Machado, oriundo de Paraná, y resultaron heridos los guardias Pedro Sánchez, Eduardo Beli y el cabo Luis Zalazar. Llamaron la atención las 23 chuzas que se encontraron en las celdas.