Sábado, 17 de mayo de 2025   |   Nacionales

Desesperanza en Argentina: ausencia de líderes como Lula y Pepe

Desesperanza en Argentina: ausencia de líderes como Lula y Pepe

Juicio a Periodistas por Comparaciones Controversiales

El presidente Javier Milei ha decidido emprender acciones legales contra dos periodistas, Carlos Pagni y Ari Lijalad, tras ser comparado con el Nacional Socialismo que emergió en Alemania en 1933. En su columna del jueves en Radio Perfil y NETV TV, titulada “Señor Presidente, su llamado al odio es un delito” (bit.ly/milei-odio-delito), se citó un texto del ganador del premio Pulitzer Douglas Hofstadter y del psicólogo francés Emmanuel Sander, titulado Superficies y esencias: la analogía como fuego del pensamiento. En el texto se sostiene que “la analogía es el núcleo del pensamiento humano, más que la lógica formal o la deducción. Para ellos, pensar es hacer analogías constantemente: ver una situación nueva a través del lente de otra conocida. A diferencia de la similitud, que se limita a coincidencias superficiales (como el color o la forma entre dos objetos), la analogía implica establecer relaciones profundas y funcionales. No se trata de decir ‘esto se parece a aquello’, sino ‘esto funciona como aquello’. Por ejemplo, afirmar que una célula es como una fábrica no señala una semejanza visual, sino una estructura organizativa similar”.

Se menciona que, en contraste, “la similitud es estática y perceptiva: un limón y una pelota de tenis pueden ser similares porque son redondos y amarillos, pero no nos ofrecen información nueva al compararlos. La analogía, por su parte, es una herramienta cognitiva activa: sirve para explicar, entender o descubrir. Según los autores, toda comprensión —desde el lenguaje cotidiano hasta las ideas científicas— se basa en ese acto creativo de analogizar. Es el ‘fuego’ que alimenta el pensamiento, mientras que la similitud apenas rasguña la superficie”.

Considerando la comparación que no se limita a la mera similitud, como hemos hecho en diversas ocasiones en PERFIL, establecemos un paralelismo entre el contexto de 1933 del Nacional Socialismo y el de 2023 de La Libertad Avanza, a raíz de la muerte de José "Pepe" Mujica, la emotiva despedida de Lula y la ausencia de Cristina Kirchner en el funeral.

Siguiendo la analogía de la pelota de tenis y el limón, cabe preguntarse si Mujica, Lula y Cristina, en su afán de representar a los sectores de menores recursos de Uruguay, Brasil y Argentina, comparten ciertas similitudes en algunos aspectos, a la vez que presentan marcadas diferencias en otros. Esto también es aplicable al contraste entre La Libertad Avanza y el Nacional Socialismo, que se diferencian notablemente en muchos otros aspectos.

Una de las principales diferencias radica en la mayor vocación republicana de Lula y Mujica frente a la de Cristina. No se puede afirmar que esta última careciera de vocación republicana, dado que aceptó la derrota electoral frente a Macri en 2015 y se sometió a las causas judiciales correspondientes. No obstante, es innegable que, a diferencia de Lula y Mujica, Cristina ha discriminado a ciertos medios de comunicación, permitiendo que sus seguidores atacaran a periodistas y utilizando los medios públicos para deslegitimar a sus oponentes.

Otra comparación surge del grado de autenticidad en su representación. Lula, quien tuvo una infancia marcada por la pobreza y no pudo acceder a las tres comidas diarias, sufrió la amputación de un dedo en una fábrica. Además, soportó con estoicismo dos años de prisión cuando el Supremo Tribunal de Brasil le impuso una sentencia sin opción a prórroga o arresto domiciliario.

En cuanto a Mujica, fue un actor central en la violencia de los años 70, cumpliendo doce años de prisión y llevando consigo seis balas en su cuerpo. Aceptó su pasado, incluyendo su participación en la violencia, y se muestra sin rencor, viviendo en condiciones que muchos uruguayos consideran propias de un “linyera”.

Tanto Mujica como Lula, en su representación de clase y en las adversidades que enfrentaron a lo largo de sus vidas, presentan discursos coherentes con sus experiencias. Aunque Argentina es considerado un país predominantemente de clase media y Brasil no lo es, Uruguay tiene una composición social muy parecida a la de Argentina.

Sin embargo, el aspecto más relevante es la actitud de Lula y Mujica hacia sus oponentes y su búsqueda de consensos, que difiere notablemente de la de Cristina. Lula incluyó a su histórico competidor de centroderecha, Geraldo Alckmin, en su fórmula presidencial, mientras que Mujica estableció lazos incluso literarios con su rival de centroderecha, Luis María Sanguinetti.

Es posible que la irrupción de Javier Milei sea, en gran medida, fruto del espíritu confrontativo que caracterizó a Cristina, incluso frente a figuras de su propio espacio, como Alberto Fernández en 2019 y Kicillof en la actualidad. En contraposición, la grandeza de Lula y Mujica puede atribuirse a las lecciones que sus experiencias personales les han impartido.

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