Lunes, 8 de septiembre de 2025   |   Economía

Desempleo y caídas en salarios: análisis de la economía bonaerense tras la derrota gubernamental y su impacto en el consumo

El ritmo productivo de la provincia de Buenos Aires llegó a los comicios con dos meses consecutivos de retroceso. El consumo en supermercados caía a ritmo de 6,6% y la cantidad de puestos de trabajo se contrajo aunaque menos que el promedio
Desempleo y caídas en salarios: análisis de la economía bonaerense tras la derrota gubernamental y su impacto en el consumo

La economía bonaerense llegó a las elecciones legislativas de este domingo con un notable impacto en su nivel de actividad económica, destacándose dos sectores predominantes en su territorio: la construcción y la industria, que han influido en salarios y jubilaciones, más allá de la caída de la inflación.

La radiografía económica de la provincia de Buenos Aires se presenta en un contexto electoral marcado por tensiones cambiarias, descenso de la actividad y retrocesos en los ingresos reales. Según el indicador Pulso PBA, elaborado por el Banco Provincia en colaboración con investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, la actividad se contrajo un 0,3% en julio y un 1,4% en agosto.

“Con estos números, septiembre debería crecer más de un 5% para evitar que la producción caiga en el tercer trimestre y, por tanto, quede virtualmente en recesión”, señalaron desde el organismo. Según los datos disponibles, se prevé una caída en el tercer trimestre y una posible recesión técnica hacia fin de año.

La contracción de la actividad se vio agravada por el contexto financiero. El análisis del Banco Provincia destacó que las tasas de interés actuales dificultaron la recuperación rápida de las empresas. Esto tuvo un efecto similar en los salarios, que no lograron restaurar el poder adquisitivo de las familias. A pesar de que septiembre recién comenzaba, el Pulso PBA proyectó que la economía provincial no evitaría un saldo negativo en la comparación trimestral. Si no se repunta en el último trimestre, “podría cerrar el año en recesión, ya no solo fáctica sino también técnica”, advirtió el informe.

El contraste con el nivel nacional fue evidente. Mientras que entre noviembre de 2023 y junio de 2025 el EMAE del Indec creció más de un 3%, el Pulso PBA retrocedió un 1% en ese mismo período, alcanzando una caída del 2,7% al incluir agosto. Esta diferencia se atribuyó a la composición sectorial: a nivel nacional, los sectores de minería, canteras y agro tuvieron un impacto significativo, mientras que en la provincia su peso fue menor. El reporte explicó que la minería representó solo el 0,2% del producto bonaerense, en contraste con más del 8% a nivel nacional, amplificando así la brecha entre ambos indicadores.

En el ámbito laboral, la divergencia también fue notable. Según el Ministerio de Capital Humano nacional, los puestos de trabajo formales retrocedieron un 2,5% a nivel país entre mayo de 2025 y el promedio de 2023, mientras que en la provincia la contracción fue menor, del 1,3%.

El instituto estadístico bonaerense realiza un seguimiento propio con indicadores provinciales de actividad económica. La industria bonaerense, según el dato oficial más reciente de mayo, experimentó una mejora interanual del 3%, y en términos mensuales registró caídas en dos meses del año (enero y marzo), siendo la más pronunciada en marzo con un -7,3%.

Por otro lado, los supermercados en la provincia experimentaron una caída de ventas interanual del 3% en junio, mientras que en el Gran Buenos Aires la caída fue aún mayor, alcanzando el 6,6%. Esto resalta una diferencia con el resto de la provincia, donde las ventas crecieron un 5,9%. Así, se evidencia una brecha entre el Conurbano y el interior de la provincia.

Salarios y jubilaciones

Por su parte, la consultora C-P describió un escenario económico inusual en los meses previos a las elecciones. “El gobierno priorizó mostrar una inflación baja utilizando un ancla salarial creciente”, indicó la consultora. Esta estrategia resultó en un deterioro del ingreso disponible de los trabajadores privados. Desde enero de 2025, el salario real en este sector cayó un 4% y no se vislumbra perspectiva de recuperación.

La comparación histórica hizo evidente la magnitud del retroceso: el nivel actual se alinea con el peor momento de 2021, tras la pandemia, y se sitúa muy por debajo de los niveles de las elecciones de 2013 y 2017. Según los cálculos, los salarios reales fueron un 14% inferiores a los de 2013 y un 12% menores a los de 2017.

El informe también destacó el deterioro de los salarios públicos, que “concentraron su caída a principios de 2024, con un retroceso del 20% en comparación con noviembre de 2023”. A pesar de una recuperación parcial de cinco puntos, en 2025 solo avanzaron un 3%. El contraste con años anteriores fue notable: en 2017 habían crecido un 4,5% y en 2021 un 7,7%. En términos absolutos, los salarios estatales de junio de 2025 estaban un 12% por debajo de 2021 y un 33% por debajo de 2017.

Las jubilaciones experimentaron un proceso similar, enmarcado en una tendencia de largo plazo. La modificación de la fórmula de movilidad consolidó haberes más bajos, en el contexto de un ajuste fiscal que tuvo a las prestaciones previsionales como eje central. La consultora señaló que “las jubilaciones registraron una caída significativa en 2024” y que el gobierno decidió congelar los bonos que, en el período pospandemia, habían compensado las pérdidas de ingresos mínimos. El resultado fue una contracción más severa en los haberes más bajos. Comparando los meses de junio de cada año, las jubilaciones de 2025 se ubicaron un 11% por debajo de las de 2021, un 26% menos que las de 2017 y un 28% por debajo de las de 2013.

La reducción también afectó a los haberes medios, con caídas del 26%, 41% y 44% en relación con 2021, 2017 y 2013, respectivamente. La disminución de transferencias a beneficiarios de programas sociales reforzó este panorama de pérdida de poder adquisitivo en amplios sectores. El ajuste recayó, así, en trabajadores privados, empleados públicos, jubilados y receptores de asistencia, en un año en el que, a diferencia de otras elecciones, el oficialismo no pudo mostrar mejoras en el salario real.

Federico Pastrana, economista de la consultora, comentó en diálogo con Infobae: “Para nosotros, 2025 fue muy diferente a 2024; eso lo veníamos observando desde el comienzo del año, y en nuestro seguimiento de salarios reales e ingresos aparecieron indicadores muy negativos, sobre todo en lo que respecta al salario efectivo.”

“Cuando comenzamos a comparar con años anteriores, quedó claro que en años electorales los salarios reales no caen; sin embargo, este Gobierno está enfrentando una elección con caídas en los salarios reales, y ese es el primer punto. El segundo es la actividad y otros ingresos. Al observar el historial de ingresos, la performance de este Gobierno resulta bastante mala”, continuó Pastrana. “Todo esto configuraba un escenario preelectoral muy complicado”, concluyó.

A nivel provincial, los salarios y el empleo presentan cifras diversas, de acuerdo con una recopilación realizada por la consultora Politikón Chaco, especializada en finanzas y economía de las provincias. Basándose en datos oficiales, midieron que hubo una pérdida de 33,156 empleos, aunque en el pico de la curva laboral se registró una disminución de 55,000 puestos a mediados del año pasado.

En términos de salarios, hasta marzo, el Conurbano bonaerense mostró una mejora en el poder adquisitivo del 2,2% desde el cambio de gobierno. En cambio, el resto de la provincia experimentó una leve caída del 0,1%.

“Las consecuencias de la política económica nacional impactaron de manera más fuerte en el GBA y en ciertas áreas específicas de la provincia, debido a factores concretos: por ejemplo, en el GBA se sintió mucho más el retiro de subsidios (tanto de energía como de transporte). Esto hizo que, a pesar de la mejora del salario real hasta marzo (aunque estimamos que cayó luego entre abril y junio), no se reflejara en un mayor poder adquisitivo, ya que el ingreso disponible se redujo debido al aumento de los costos fijos del hogar”, argumentó Alejandro Pegoraro, economista de Politikón Chaco.

“En esa línea, la fuerte caída de la construcción y la industria afecta significativamente al GBA y a los polos industriales de la provincia, que lo sienten mucho más que otras zonas del país. En términos más generales, y aunque el GBA tiene una afinidad política más ligada al peronismo, es también una región altamente conectada con las decisiones del gobierno nacional, más que otras áreas del país, por lo que la disminución del apoyo estatal se siente con mayor intensidad allí”, consideró.

Déjanos tu comentario: