Domingo, 9 de noviembre de 2025   |   Nacionales

Desde La Paz, Milei respalda a Rodrigo Paz, el emergente aliado de Washington en la región

El flamante presidente altiplánico cerró los veinte años de hegemonía del Movimiento Al Socialismo. Tras su victoria electoral viajó a Estados Unidos y fue recibido por el secretario de Estado, Marco Rubio. Ahora fue el turno del mandatario argentino, que llegó para relanzar la relación bilateral. El estreno de Quirno como canciller y la estrategia exterior para 2026.
Desde La Paz, Milei respalda a Rodrigo Paz, el emergente aliado de Washington en la región

El presidente Javier Milei asistió ayer a la asunción de su flamante par boliviano, Rodrigo Paz, y con ello comenzó a moldear el relanzamiento del vínculo con el país vecino, que durante los últimos veinte años estuvo gobernado por el MAS y la izquierda.

El mandatario argentino buscará consolidar una alianza regional con el nuevo presidente boliviano, que a su vez retomará las relaciones con EE.UU., interrumpidas desde 2009.

La presencia de Milei en la asunción no es un dato menor: el presidente suele rehuir participar en ceremonias con mandatarios con los que no comparte afinidad ideológica. De hecho, no asistió a la asunción de Yamandú Orsi, el mandatario uruguayo del Frente Amplio, en febrero de este año. En cambio, sí estuvo en la Donlad Trump y en la de Nayib Bukele, presidente de El Salvador.

Milei participó ayer de la ceremonia de asunción y hasta recibió una ovación en el Parlamento, donde se celebraba la Asamblea Legislativa. Posteriormente mantuvo un breve encuentro con Paz: lo saludó, lo felicitó y hubo bromas y buena sintonía. Al encuentro asistieron también la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el canciller Pablo Quirno, quien hizo su estreno al frente del Palacio San Martín.

Durante el intercambio hubo lugar para chanzas: hablaron de fútbol argentino y Paz reconoció ser hincha de Independiente.

Un dato pasó desapercibido días atrás: en Washington, Paz fue recibido por Marco Rubio, el secretario de Estado norteamericano. Una suerte de bendición por parte de la administración de Donald Trump para el nuevo jefe de Estado sudamericano. EE.UU. también buscará reforzar vínculos con el país andino tras largos años de interrupción diplomática, en un contexto en el que las principales economías de Latinoamérica están gobernadas por partidos de signo político opuesto al de la administración republicana.

No obstante, el escenario en el que Bolivia podría convertirse en un aliado de Milei y de Trump no es el mismo de hace años: la cuenca gasífera boliviana está en fase declinante. Un dato que explica la situación es la reversión del Gasoducto Norte en Argentina, que permite garantizar el abastecimiento de Bolivia con gas argentino, un escenario impensado tiempo atrás.

Con la bendición de la administración Trump, Milei llegó a La Paz procedente de Santa Cruz de la Sierra, donde hizo un traspaso de avión. Viajó ayer a la madrugada en el ARG 01 sin pasar por el espacio aéreo de Venezuela, aterrizó en la ciudad del este boliviano y realizó el traspaso; así llegó a la capital en un Lear Jet T-10 de la Fuerza Aérea.

El viernes por la mañana en Nueva York, Milei participó de un desayuno con inversores en el marco del Council of the Americas, cuya CEO, Susan Segal, mantiene estrechos vínculos con el Partido Demócrata.

Para Milei puede ser importante sumar un aliado más en el marco del Mercosur. Si bien Bolivia no es un socio pleno del mercado común, tiene una silla. El mandatario argentino insiste en la “flexibilización” del organismo para permitir a cada país negociar por fuera del mercado común. En esa línea también se encuentra Santiago Peña, el jefe de Estado de Paraguay.

El principal escollo para la “flexibilización” que impulsa Milei es Lula da Silva, el mandatario brasileño, quien actualmente ejerce la presidencia pro tempore del organismo.

La presencia de Milei en la capital boliviana marcó a su vez el debut de Quirno, un hombre proveniente del ámbito financiero y de la cartera de Economía.

El ahora titular del Palacio San Martín deberá encauzar el vínculo de la Casa Rosada con el cuerpo diplomático, tras varias idas y vueltas. Tanto la gestión de Diana Mondino como la de Gerardo Werthein generaron tensiones con la propia Cancillería.

También deberá aplicar las internas y reducir las influencias de Santiago Caputo. Quirno tendrá que consolidar el vínculo comercial con EE.UU., país con el que todavía queda pendiente el anuncio de un tratado comercial, ordenar el funcionamiento interno de la Cancillería y readecuar la orientación de Argentina en foros internacionales. Esto último comenzó a notarse con la votación de Argentina en la Asamblea de la Organización de Naciones Unidas, cuando se votó en contra del repudio al bloqueo económico a Cuba, rompiendo una histórica posición argentina.

El lobista Bennett volvió a la Rosada y visitó a Caputo

El asesor presidencial Santiago Caputo volvió a recibir el viernes pasado al lobista norteamericano, Barry Bennett en su despacho por más de una hora, mientras el ministro del Interior, Diego Santilli, mantenía “bilaterales” con gobernadores.

El hombre del “triángulo de hierro” quedó debilitado tras las elecciones del pasado 26 de octubre, cuando la estrategia del ala karinista quedó ratificada por el contundente triunfo.

Caputo había pergeñado una embestida, haciendo circular que se quedaría con más casilleros en el Gobierno. Tras el encuentro, Bennett sostuvo que Caputo está realizando “un gran trabajo” en la reorganización del Gobierno y en las reformas que el presidente Javier Milei debe encarar para el segundo tramo del mandato.

El lobista norteamericano, con el que Caputo intentó instalar la idea de que era el “elegido” de la administración Trump para reorganizar la administración libertaria, también aseveró que Argentina “será un gran socio comercial” de EE.UU.

La presencia de Bennett no deja de generar nuevas suspicacias en momentos en los que se reacomoda el poder libertario.

El lobista norteamericano tiene vínculos con Leonardo Scaturicce, un hombre radicado en Miami que maneja una consultora de seguridad y que fue la puerta de acceso de Milei al trumpismo.

Bennet estaba acompañado por Soledad Cedro, la CEO de la CPAC.

Déjanos tu comentario: