En el Hospital de Niños San Roque de Paraná, las quejas por el mal estado de los ascensores, que la mayoría de las veces no funcionan, son permanentes.La rotura casi diaria de los elevadores no sólo ocasiona contratiempos a quienes desarrollan sus tareas en el lugar, a los pacientes y sus acompañantes, sino que además desnudan un problema estructural que provoca graves dificultades operativas para el funcionamiento diario del nosocomio.El hospital cuenta con cinco ascensores, de los cuales funcionan solamente dos. Por estos días se ha resuelto destinar un elevador exclusivamente para las urgencias, mientras que el segundo ascensor “funciona de a ratos”, admitió la Secretaria Técnica del centro sanitario, Amelia Niveyro.“Estamos trabajando con lo mínimo indispensable”, subrayó.Ante la consulta la funcionaria fue contundente: “Tenemos problemas con los ascensores desde que se inauguró el hospital vertical, es un dilema que lleva nueve años”, aseguró.En este sentido, Niveyro ahondó en una situación que va más allá de los elevados mismos y que, en parte, permite ampliar el panorama. “El concepto de hospital vertical es lo que estructuralmente está mal”, sentenció. “Nuestra vida hospitalaria depende de los ascensores. Tenemos una planta de personal de más de mil personas, con 130 camas donde todos tienen a sus acompañantes, más los horarios de visita, así no hay ascensores que aguanten”.En consonancia con lo expuesto, detalló que los niños en estado grave que ingresan al hospital van a terapia intensiva, que está en el tercer piso del edificio; el paciente que entra al quirófano debe ser trasladado al cuarto piso, y luego pasado al quinto, mientras que y el niño politraumatizado va al sexto piso.“El personal médico y técnico está agotado, hay que subir y bajar las escaleras permanentemente, por eso dejamos el ascensor para uso exclusivo de los pacientes críticos, que se conocen como pacientes horizontales de camilla; es el único ascensor que funciona, y está bajo llave”, señaló.ConceptosDe acuerdo a lo explicado por Amelia Niveyro, la problemática en este nosocomio “es múltiple, pero parte de la principal de todas que el hecho de haber construido un hospital vertical, que no existe en otro lugar del país”, consideró.“El concepto de hospital moderno del último siglo es el de nosocomio horizontal, no hay logística para sostener los ascensores de un hospital vertical, porque es muchísimo el movimiento”, enfatizó.De la misma manera, explicó que las tareas de mantenimiento, a cargo de la firma local Ascensores Paraná, es “permanente”, y destacó que los técnicos llegan a ir hasta cinco veces en el día para solucionar los inconvenientes que van apareciendo.“Pagamos un abono mensual muy elevado para que se encarguen del mantenimiento cotidiano de los ascensores, pero no alcanza; esto se soluciona con un presupuesto mayor que sea destinado únicamente para los elevadores y para el recurso humano”, opinó. Empero, anticipó que hay dos ascensores viejos “que ya cumplieron su ciclo, pero los están reparando para ponerlos a funcionar y ver si podemos descomprimir un poco la situación caótica por la que atravesamos”.Robos e investigaciónEn torno al estado de los ascensores del Hospital de Niños hay investigaciones que llenaron expedientes, pero hasta el momento nada se sabe sobre el robo que sufrió el elevador de servicio, al que le sacaron el motor. Tiempo después, sustrajeron el bobinado del cuarto ascensor. “En este momento, para refaccionar y poner en funcionamiento el tercero que nos queda debemos afrontar un presupuesto económico muy elevado, y el hospital no tienen ese dinero”, lamentó la Secretaria Técnica del San Roque.Asimismo, el deterioro se fue agravando, debido a que “desconocidos” fueron robando la botonera y los altavoces. “El recurso humano es escaso, necesitamos ascensoristas que suban y bajen a la gente para que los cuiden, pero no los tenemos, porque los recursos humanos con los que contamos son muy limitados”, concluyó. (Fuente: El Diario)




