A fines de febrero se radicó en la Justicia de Instrucción una denuncia que fue promovida por un médico del Servicio de Hemoterapia del hospital San Roque. En ella el profesional solicita que se investigue una situación grave de la cual habría sido víctima una mujer que se internó para dar a luz. El problema que surgiría de la propia denuncia es que a la paciente de 28 años, previo al alumbramiento, se le practicó una transfusión de sangre que habría estado infectada, presume el profesional que impulsó la denuncia, la joven madre como su hijo recién nacido podrían haber sido contagiados de sida.UNO recabó estos datos dentro del nosocomio público, luego de que un par de enfermeras transmitiera en forma privada el hecho.El personal hizo saber que la denuncia debe ser investigada en profundidad por las autoridades judiciales, de modo de dejar salvadas por un lado las responsabilidades del hospital público y su personal. Es decir, se esmeran por dejar en claro que jefes y autoridades deben dar la cara por el hecho.En ese marco, revelaron que están dispuestas a aportar más datos en la causa, porque temen que en la famosa corporación médica se trate de disimular, minimizar o alterar responsabilidades endosando un grave problema a gente que nada tendría que ver.Una denuncia efectuada por un integrante del servicio de Hemoterapia del hospital San Roque, solicita a la Justicia investigar posibles anomalías en una bolsa de sangre, la cual habría estado infectada con el virus de HIV.En ese marco, se conoció pese al hermetismo de las autoridades judiciales, que en 10 días se practicaron al menos tres allanamientos a distintas áreas del hospital San Roque.La causa se tramita en el juzgado de la doctora Elisa Zilly y la Fiscalía a cargo de Elvio Garzón. Los funcionarios dispusieron varias medidas con el fin de avanzar en la investigación, y en ese marco se ordenó a personal policial secuestrar libros de ingresos del nosocomio, la historia clínica de la paciente y otros datos administrativos que están relacionados con la causa.Con el correr de los días, se supo que se ordenaron en forma simultánea análisis al sachet cuestionado en otro instituto, como así también a la paciente y a su pequeño hijo recién nacido. De ese modo, se estableció que la sangre que se le transfundió estaba infectada con sida.A criterio del denunciante, la sangre fue aplicada al cuerpo de la embarazada unos días antes de dar a luz, a causa de que debió ser internada por la amenaza de un parto prematuro. Con la asistencia de los médicos la mujer fue estabilizada y pudo parir un bebito en buenas condiciones sanitarias.Tras las consultas efectuadas por UNO, se pudo conocer que a la brevedad las autoridades judiciales comenzarán a producir pruebas más específicas, como es la toma de declaración de la joven madre, de los médicos que la asistieron y de los aparentes responsables de la entrega del sachet de sangre sin el control que exigen los organismos sanitarios.Confirmación a mediasAnoche a las 21, UNO logró contactarse con una autoridad del San Roque. El profesional consultado, que solicitó no se difundiera su nombre, informó que la denuncia existe y la Justicia está interviniendo.En ese marco, el directivo aclaró que desde el nosocomio se entregó toda la documentación y los informes necesarios a la Secretaría de Salud y a la Fiscalía de Estado para que actúen en consonancia y de ese modo se pueda aclarar el hecho.El médico entendió que la denuncia es grave, por lo que habrá de ir a fondo en la investigación a fin de no afectar a terceros. (Fuente: UNO)




