Lunes, 24 de noviembre de 2025   |   Campo

Denuncian parcial reanudación de las obras de dragado en la cuenca del Salado

Denuncian parcial reanudación de las obras de dragado en la cuenca del Salado

A casi dos meses del anuncio del Gobierno nacional sobre la reanudación de las obras del río Salado, el Consejo Asesor del Plan Maestro volvió a alertar sobre la situación: sostiene que la reactivación fue parcial porque solo alcanzó a uno de los tres subtramos que integran el tramo IV.2 —los 30 km entre Ernestina y la ruta nacional 205—, al que definen como el principal cuello de botella de la cuenca. Señalan que los otros dos segmentos continúan paralizados y que “no hay forma de cumplir” con el plazo de un año comprometido oficialmente. Por eso insisten en que resulta imprescindible reactivar los tres frentes en forma simultánea.

Una de las dragas en funcionamiento

Ese tramo está dividido en tres secciones de 10 km cada una y atraviesa una zona clave para que el agua pueda bajar desde la cuenca media y alta. Allí trabajan productores de Roque Pérez, 25 de Mayo, Lobos y Navarro, quienes resultan los más afectados. Aunque ya se dragaron más de 400 km del Salado, esos 30 km siguen siendo el lugar donde el agua se detiene y vuelve a los campos. Hoy, sostienen, el único avance real se registra en una sola de las secciones, lo que no alcanza para liberar la salida del agua y, además, se realiza con apenas dos dragas en operación.

“Valoramos la reanudación de las obras, pero es una reactivación solo parcial. Hay solo dos dragas trabajando en uno solo de los tres subtramos de 10 km cada uno. Por eso la exigencia que planteamos, lejos de ser un capricho, es un acto de responsabilidad”, afirmó Alberto Larrañaga, presidente del Consejo Asesor, integrado por Coninagro, Federación Agraria Argentina (FAA), Sociedad Rural Argentina (SRA) y la Unión Industrial Argentina (UIA).

El organismo advierte que la paralización de dos de los tres segmentos “afecta gravemente” a las zonas productivas vecinas y “condena a numerosos productores a estar tapados por el agua en ese cuello de botella”. Aseguran que la obra solo tendrá un impacto real cuando los tres frentes estén abiertos al mismo tiempo, lo que permitiría acelerar el dragado y restablecer la continuidad hidráulica.

Para intentar destrabar la situación, el Consejo Asesor mantiene reuniones con la Subsecretaría de Recursos Hídricos, que depende del Ministerio de Economía. En diálogo con LA NACION, Larrañaga detalló que en esos encuentros plantearon la necesidad de reactivar los tres subtramos del IV.2 en simultáneo y de resolver la falta de pagos a las contratistas. Según señaló, “todavía no hubo definiciones concretas” y, mientras esperan una respuesta oficial, analizan otras acciones, entre ellas el posible regreso al reclamo itinerante por localidades de la cuenca y medidas gremiales de cada entidad.

Otro de los puntos que denuncian es la “falta de transparencia” en el manejo del Fideicomiso de Infraestructura Hídrica (Fondo Hídrico Nacional). Larrañaga explicó que reclaman una página oficial con información pública y actualizada. Según sus cálculos, el fondo acumula más de 190.000 millones de pesos, recursos que, afirma, permanecen inmovilizados mientras las empresas contratistas arrastran deudas impagas que representan “menos del 20%” de ese monto. “Esto no resiste el menor análisis, es inexplicable e inaceptable”, sostuvo. También recordó que estos fondos provienen de un gravamen específico sobre los combustibles: “La prevención o mitigación de inundaciones fortalece el equilibrio fiscal”, señaló.

La obra del Plan Maestro del Río SaladoMinisterio de Infraestructura Provincia

Aunque el tramo IV.2 había sido declarado prioritario en 2024, luego sufrió ralentizaciones y neutralizaciones por falta de pago. El anuncio de reactivación de hace dos meses generó expectativa, pero el Consejo asegura que la situación actual está muy lejos de lo prometido.

Ignacio Iturriaga, productor de la zona con su campo justo sobre uno de los tramos que siguen sin dragar, coincide con el diagnóstico del Consejo Asesor: “Sigue todo exactamente igual”. Afirma que la reactivación parcial no cambia la realidad porque el sector donde se retomaron los trabajos “es el que menos ayuda a evacuar el agua”, ya que no alcanza la salida en el puente 205, el punto clave. Y subraya que el avance es mínimo. “Había una draga trabajando; me parece que ahora son dos, pero no cambia mucho”, advierte.

Cuenta que, más allá de los 32 km que figuran en los papeles, la parte realmente crítica es bastante más corta. En su campo quedan “2000 y pico” metros sin dragar y calcula que, aguas abajo, faltan entre cinco y siete kilómetros más, un tramo que —dice— es el que realmente destrabaría la salida del agua. Relata que la obra está totalmente frenada y que todas las semanas recibe la misma respuesta de los técnicos y operarios de las dragas: “Hasta que no paguen, no arrancamos”.

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