Miércoles, 25 de junio de 2025   |   Economía

Déficit externo de USD 5.191 millones en 2025: FMI pronosticó un desequilibrio de USD 2.700 millones para todo el año

La balanza de pagos mostró un deterioro en la cuenta corriente, con fuerte peso del turismo al exterior. El Fondo Monetario proyectaba un desequilibrio de casi la mitad (USD 2.700 millones) para todo el año
Déficit externo de USD 5.191 millones en 2025: FMI pronosticó un desequilibrio de USD 2.700 millones para todo el año

Uno de los datos más relevantes que permiten comprender la evolución de la economía y que es vigilado de cerca por el mercado es la balanza de pagos, que refleja el saldo de las entradas y salidas de divisas. Este miércoles, el Indec informó que la cuenta corriente experimentó un déficit cercano a USD 5.200 millones durante la primera mitad de 2025, cifra que supera significativamente el desbalance proyectado por el FMI para este año.

En el primer trimestre, la cuenta corriente reportó un déficit de USD 5.191 millones. Este deterioro, considerando que en el mismo período del año anterior había un superávit de USD 176 millones, se sustentó en un récord de gastos hacia el exterior, en medio del proceso de apreciación del peso que impulsa el Gobierno de Javier Milei.

La diferencia de más de USD 5.300 millones en comparación con el primer trimestre de 2024 se explicó principalmente por el deterioro en el intercambio de servicios, que duplicó su déficit y superó en un solo trimestre todo lo acumulado durante 2024.

El déficit de la cuenta de servicios ascendió a USD 4.502 millones. Dentro de este rubro, los viajes al exterior generaron una salida neta de divisas de USD 3.464 millones, lo que marca un nivel récord histórico, según datos del Indec. Este aumento en los gastos de argentinos en el extranjero coincide con la caída del tipo de cambio real, en el contexto del esquema de “crawling peg” del 2% mensual.

En términos comerciales, la balanza de bienes presentó un superávit de USD 2.060 millones, que resultó insuficiente para compensar el déficit en el resto de los componentes de la cuenta corriente. Las exportaciones de bienes alcanzaron los USD 18.702 millones, mientras que las importaciones totalizaron USD 16.642 millones. Sin embargo, este saldo fue USD 3.010 millones inferior al registrado en el primer trimestre de 2024.

Por otra parte, la cuenta de ingreso primario reportó un déficit de USD 3.333 millones, lo que implica una mejora interanual de USD 728 millones en comparación con el mismo trimestre del año anterior. Este resultado negativo se debió a egresos netos por ingresos de inversiones, particularmente relacionados con el pago de intereses de la deuda del sector público y privado. En tanto, el ingreso secundario generó un superávit de USD 584 millones.

La información proporcionada por el Indec se refiere al “devengado”, es decir, a todas las operaciones reportadas aunque no necesariamente efectivizadas. Las transacciones efectivizadas son informadas por el Banco Central, que hasta abril reportó once meses consecutivos de déficit en la cuenta corriente.

El jefe de estrategia de Cohen, Martín Polo, enfatizó que “el déficit de la cuenta de servicios fue tan alto como todo el 2024” y calificó la situación como una muestra de “atraso cambiario explícito”. Según explicó, “la cuenta corriente te muestra que en las operaciones corrientes de la economía te faltaron 5.000 millones de dólares que tuviste que financiar o, si no lo financiaste, perdiste reservas.”

Polo añadió que “muchos miran el saldo de bienes, pero el déficit de la cuenta de servicios se duplicó”. En su análisis, destacó la magnitud del desbalance generado por el turismo internacional y otros sectores vinculados al consumo de servicios importados, cuya demanda se vio incentivada por un tipo de cambio que se mantuvo estable en términos nominales mientras los precios internos aumentaron considerablemente.

El saldo de divisas es crucial, ya que el déficit de la cuenta corriente busca ser compensado por el Gobierno mediante mayores ingresos en la cuenta financiera. Esto incluye la entrada de dólares que en el segundo trimestre se reactivó gracias al desembolso inicial del FMI de USD 12.000 millones y la introducción de los Bontes 2030, que aportaron dólares al Tesoro.

“Muchos miran el saldo de bienes, pero el déficit de la cuenta de servicios se duplicó” (Polo)

La cuenta corriente es un indicador de gran relevancia para el FMI. “Se proyecta que la balanza por cuenta corriente externa pase de un superávit del 1% del PIB a un leve déficit este año, lo que refleja condiciones de intercambio menos favorables y una recuperación cíclica de la demanda interna”, estimó el personal técnico. El desequilibrio para todo 2025 se estimaba en USD 2.700 millones, cifra que en el primer trimestre resultó considerablemente superior.

“A mediano plazo, se espera que una estricta adhesión al ancla fiscal, junto con un régimen monetario y cambiario más robusto y una mayor flexibilidad cambiaria para enfrentar shocks, fortalezca la gestión de la demanda agregada, logrando así una cuenta corriente externa prácticamente equilibrada y mejorando la cobertura de reservas, impulsada también por un aumento en la inversión extranjera directa (IED)”, concluyeron los técnicos del organismo en su informe.

Federico Fillippini, de Adcap Grupo Financiero, definió: “El primer trimestre es un período que estacionalmente no es favorable porque aún no se han concretado ciertas exportaciones del agro y otros productos. Por lo tanto, más que nada, es la comparación anualizada, que se refiere a los últimos cuatro trimestres, y ese número hoy te da cero. Creo que el déficit de cuenta corriente estará más cerca del 2% del PBI, lo que es significativamente peor y tal vez más desfavorable de lo que espera el mercado, o al menos de lo que estaba proyectado en el acuerdo con el FMI.”

El Gobierno de Javier Milei mantuvo una política de apreciación del peso. La moneda local fue una de las que más se encareció frente al dólar en 2024, con una revaluación estimada en aproximadamente el 40%, según datos recopilados por GMA Capital. Esta situación ha encarecido el país tanto para los visitantes internacionales como para los propios argentinos.

La publicación The Economist situó a Argentina con el segundo Big Mac más caro del mundo, a un precio de 7 dólares. Además, un relevamiento realizado por el diario El País mostró que el costo de un café en Buenos Aires es el más alto de América Latina. Ambos indicadores reflejan el impacto de la apreciación cambiaria en el nivel general de precios.

Déjanos tu comentario: