
La hija del dictador norcoreano Kim Jong-un realizó su primera salida oficial al extranjero al participar, junto a su padre, en la visita a Beijing para el desfile militar conmemorativo del 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. La aparición pública de la joven en un entorno internacional representa un acontecimiento sin precedentes en la historia de la dinastía Kim y reaviva el debate sobre la futura sucesión del liderazgo en Corea del Norte.
El hermetismo del régimen respecto a la familia genera numerosas interrogantes. Ni su nombre ni su edad han sido confirmados oficialmente, aunque servicios de inteligencia surcoreanos y analistas internacionales la identifican como Kim Ju Ae. Su figura se dio a conocer por primera vez a través del relato del exjugador de baloncesto estadounidense Dennis Rodman, quien narró hace más de una década que sostuvo en brazos a la hija de Kim cuando era bebé durante una visita privada a Corea del Norte.
Al llegar a la capital china, Kim Jong-un descendió de su tren blindado acompañado por Kim Ju Ae, quien se mantuvo cerca de su padre durante todo el trayecto por la estación. Ambos fueron recibidos por altos funcionarios chinos para participar en los actos conmemorativos del aniversario de la rendición japonesa. Este contexto resulta inédito para la tradición política norcoreana, ya que los herederos nunca habían acompañado a sus padres en compromisos exteriores antes de asumir el poder.
Michael Madden, especialista en liderazgo norcoreano, sostiene que “actualmente, Ju Ae es la favorita para convertirse en la próxima líder suprema de Corea del Norte” y añade que la joven “está acumulando experiencia en protocolos y capacidad de interactuar con autoridades extranjeras, lo que la coloca en una situación privilegiada”.
Madden subraya, además, que ni Kim Jong-un ni su hermana, Kim Yo-jong, contaron con este tipo de exposición internacional en su juventud.
La biografía y los datos personales sobre Kim Ju Ae siguen siendo objeto de especulación. El sistema de inteligencia surcoreano la considera la figura con más probabilidades de heredar el liderazgo, a pesar de que históricamente el linaje ha sido masculino y del propio secretismo oficial. Antes de su aparición supervisando el lanzamiento de un misil de largo alcance en 2022, no había habido confirmación alguna sobre los hijos de Kim Jong-un.
En los últimos meses, Kim Ju Ae ha incrementado su participación en actos oficiales. Su asistencia a una ceremonia diplomática en la embajada rusa en Pyongyang, en mayo, consolidó su rol cada vez más visible en la vida política del país. Rachel Minyoung Lee, experta en Corea del Norte, señala que “el rango de participación de Ju Ae se ha ampliado claramente, ya no se limita a actividades militares sino que abarca eventos políticos y económicos.”
La visita a China representa un hito histórico para la dinastía norcoreana. Ni Kim Jong-un ni sus antecesores realizaron viajes oficiales acompañados de sus hijos antes de ser proclamados sucesores. Solo el abuelo de Kim Ju Ae, Kim Jong Il, acompañó a su padre, Kim Il Sung, pero en un contexto regional y global muy diferente.
El régimen ha empezado a difundir imágenes de Ju Ae en contextos sociales, diplomáticos y familiares, lo que marca un cambio respecto al tradicional secretismo sobre la descendencia del líder supremo. La exposición pública de la joven parece orientada a legitimar anticipadamente su futura posición dentro del aparato estatal. Si se materializa un traspaso dinástico hacia Ju Ae, Corea del Norte experimentará un cambio en la estructura patriarcal que ha dominado la política desde su fundación.
La incógnita sobre la sucesión permanece abierta: no existe confirmación oficial sobre cuándo o cómo se formalizaría, ni se sabe si la preferencia actual se mantendrá en los próximos años. El análisis internacional continuará vigilando futuros actos oficiales dentro y fuera de Corea del Norte, así como la cobertura que los medios estatales otorguen a la figura de Ju Ae en eventos clave venideros.
(Con información de Reuters)