Sábado, 18 de octubre de 2025   |   Campo

De una idea universitaria a un desarrollo que ahorra hasta 50% de agua en cultivos

De una idea universitaria a un desarrollo que ahorra hasta 50% de agua en cultivos

Axel Córdoba asegura que todo comenzó como una serie de casualidades, pero al relatar la historia queda claro que había ganas de hacer algo distinto.

Estudiaba Geología en la Universidad del Comahue, en Neuquén, cuando las provincias patagónicas fueron declaradas en emergencia hídrica por la fuerte bajante de los ríos. “En 2023 fue una de las peores en 60 años, y siendo que la principal actividad en ambas provincias es el agro —además de los hidrocarburos—, el problema era enorme. Dije: ‘Tengo ganas de hacer algo relacionado con el uso del agua, y si tiene que ver con geología, mucho mejor’”, recuerda.

Por entonces cursaba geología ambiental y suelos, y comenzó a interesarse por un tema poco abordado en la carrera: la gestión del recurso. En ese marco, una fundación visitó la universidad en busca de estudiantes con proyectos de impacto ambiental o social. Entre las clases, la sequía y esa convocatoria, empezó a gestarse la idea que lo llevaría a desarrollar una tecnología para ayudar a los productores a reducir la necesidad de riego y fertilizantes.

El objetivo: que cada gota cuente y que el agua deje de ser un límite para la producción.

“Siempre me entusiasmó hacer proyectos con impacto, pero nunca algo con un fin de negocio”, cuenta. En esa búsqueda se juntó con un compañero técnico agropecuario, Mateo Fernández, que hoy es su socio, y juntos comenzaron a pensar cómo aprovechar mejor el agua.

“Pasamos por un montón de ideas, algunas bastante descabelladas, como hacer una maceta inteligente. Hasta que encontramos los hidrogeles, que se usaban en otros sectores, como en los pañales, pero no en el agro”, dice.

El material les llamó la atención: al contacto con el agua la absorbe, la retiene y luego la libera lentamente. “Ahí vimos que podía servir para el campo, pero queríamos hacerlo biodegradable y con nutrientes naturales”, explica.

Con apoyo de la universidad desarrollaron la primera versión, ganaron un concurso y obtuvieron su primer financiamiento. Lo llamaron Hidroplus y lo lanzaron en jardinería: una bolsita de 180 g que mantenía las plantas hidratadas varios días. “Lo vendíamos por e-commerce y en viveros, para validar si había interés”, dice. Y lo hubo. Esa experiencia les permitió comprobar que funcionaba y que podía aplicarse en el agro.

El equipo trabaja en pilotos con productores frutícolas y huertas comunitarias en Río Negro.

El siguiente paso fue probarlo en campo. Empezaron con la Universidad Nacional del Sur en plantines forestales y luego con el INTA Alto Valle y el INTA Tucumán, en poroto y caña de azúcar. En todos los casos, asegura, los resultados se repitieron: se podía producir lo mismo usando hasta 50% menos de agua. “En algunos casos también se redujo el gasto energético, porque si riegan por bombeo usan la mitad de electricidad.”

Con más de 400 kilos aplicados, lograron ahorrar 9 millones de litros de agua, evitar 3 toneladas de fertilizantes y 13 de dióxido de carbono, el equivalente a 600 árboles plantados. “El 70 % del agua potable que se extrae va a la agricultura, y de esa, otro 70 % se pierde por evaporación o infiltración. Con este producto se retiene en el suelo y se aprovecha casi todo”, explica.

El hidrogel, biodegradable y con nutrientes naturales, se aplica cerca de las raíces y funciona como un microreservorio: retiene el agua y los fertilizantes y los libera lentamente. En frutales y hortícolas se hidrata la dosis y se coloca en el hoyo de plantación; en extensivos, puede aplicarse con las mismas fertilizadoras que ya usan los productores.

Este año dieron un paso más: pasaron del laboratorio a las pruebas de campo con empresas. “Llegamos a trabajar con uno de los exportadores de peras y manzanas más grandes del país”, cuenta. Allí hacen pilotos en cinco hectáreas de manzanas y ensayos en otras zonas frutícolas. La idea con esto es lanzar Hydrix Agritech al sector agropecuario y a grandes productores; ahora están haciendo pilotos.

Axel Córdoba, geólogo y fundador de Hydrix Agritech

También participaron de un programa impulsado por la ONG John Ward Solutions, financiado por el BID, para aplicar el hidrogel en huertas comunitarias de Fernández Oro, Río Negro. “Pudieron producir lo mismo regando la mitad, reduciendo desmalezantes y ahorrando dinero”, dice.

El producto, aseguran, también fue probado en Perú, una de las regiones más afectadas por la escasez de agua, y representó a la Argentina en la Copa Mundial de Emprendedores en Arabia Saudita.

Hoy sigue en etapa de validación a campo y busca escalar a nuevos cultivos y regiones. “Nuestro diferencial es que somos el primer hidrogel con nutrientes 100% naturales, a base de carbón mineral. No solo retiene agua y reduce el riego, sino que libera los nutrientes esenciales durante seis meses”, destaca.

Después de años de pruebas, Córdoba y su equipo ahora intentan que la innovación salga definitivamente al mercado y llegue a más productores. “La idea es terminar de validar con los productores de Argentina y después poder llegar a otras partes del mundo también con el producto”, concluye.

Déjanos tu comentario: