
Dante Poggio se dedicaba a fabricar muebles a medida: ese era su trabajo y su rutina —taller, encargos por cumplir y visitas a clientes para ajustar detalles o gestionar nuevos pedidos. Un día, en una de esas visitas, ocurrió algo que más tarde le cambiaría el rumbo, aunque en ese momento no lo imaginó.
Fue a una cerealera para cerrar un trabajo y, mientras esperaba al cliente, observó cómo cargaban los aviones pulverizadores: el movimiento, la rapidez de las operaciones, cómo el avión llegaba, recargaba y volvía a salir en pocos minutos. Esa escena se le quedó grabada y lo impulsó a preguntarse cómo se resolvía ese mismo proceso en la pulverización terrestre. A partir de esa visita empezó todo: la intriga, las consultas, las primeras averiguaciones y, más tarde, el desarrollo de un equipo pensado para acelerar la recarga en tierra. Así nació Jotas Agro Implementos, la firma que hoy fabrica sistemas para mezclar y abastecer de caldo fitosanitario [la mezcla] a pulverizadoras y drones.
Preparar el caldo de antemano mejora la seguridad y la homogeneidad de las mezclas
Desde entonces Poggio empezó a hablar con gente del sector: se reunió con productores, recorrió campos y observó cómo se realizaba la recarga de las pulverizadoras terrestres. Allí comprobó que el proceso demandaba mucho tiempo y que eso condicionaba el trabajo. “Le conté la idea a un amigo ingeniero aeronáutico y me dijo: ‘Dale para adelante porque es un problema real’. Él tiene pulverizadora, me mostró cómo trabajaban, después fui a otros campos y ahí terminé de confirmar que había una necesidad”, relató.
El proyecto tomó forma en 2018: primero fue una idea y luego se convirtió en un desarrollo concreto. Hubo un prototipo, pruebas, ajustes técnicos y, finalmente, una preserie que permitió dar el paso comercial con las primeras diez unidades vendidas.
En esa etapa inicial Poggio fabricaba un tanque de apoyo multifunción que integraba tres partes: un módulo mezclador, un depósito de 3700 litros de agua y una baulera para transportar bidones. Con ese equipo comenzó a trabajar y, al mismo tiempo, a escuchar qué necesitaban quienes lo utilizaban.
Con el sistema, la recarga se reduce de 40 minutos a apenas 5
Con el uso real surgieron otras demandas. Muchos clientes pidieron algo más puntual. “Nos empezaron a pedir si podíamos fabricar solamente la parte del mezclador”, explicó.
De esa demanda nació el Caldolab 1400, una base mezcladora que se puede instalar en camiones de apoyo, tanques u otros sistemas de recarga, según cómo trabaje cada productor o empresa de servicios. El objetivo fue reducir el tiempo de parada de las pulverizadoras durante la campaña. “Una pulverizadora que no tiene un mezclador así demora 40 o 45 minutos de tiempo de recarga. Con el equipo mío… en 5 minutos se le pasa todo y sigue trabajando”, resumió.
El sistema permite preparar el caldo fitosanitario antes de la llegada de la máquina, de modo que el proceso sea más rápido y ordenado. “En la pulverización terrestre, teniendo un mezclador como el que nosotros producimos, en un día laboral de 8 horas hacés 100 hectáreas más.”
Además, señaló que la preparación previa mejora la homogeneidad de las mezclas y hace más seguro el manejo de los productos para quienes los manipulan.
El uso del mezclador permite cubrir hasta 100 hectáreas más por jornada
Otro paso fue la incorporación de los drones pulverizadores: el equipo también comenzó a usarse para abastecerlos, con algunas modificaciones técnicas. “Es un producto que tiene capacidad de adaptación”, explicó. Los ajustes principales se hacen en el depósito de agua y en algunos componentes del sistema, pero el funcionamiento del módulo mezclador es el mismo.
Poggio remarcó que una parte importante del avance del proyecto fue poder mostrarlo en ferias del sector. Participó en Agroactiva y Expoagro, en este último caso dentro del stand de la provincia de Córdoba. “Fuimos a Agroactiva y a Expoagro; empezamos a ir hace tres años, cuando ya estábamos comercializando el producto”, contó. Esa presencia le permitió darle más visibilidad al equipo y sumar contactos.
Produce alrededor de 20 equipos anuales. “Del año pasado a hoy dupliqué las ventas: estamos hablando de 20 equipos anuales contra 10 del año pasado”, detalló.
Actualmente terceriza la parte metalmecánica y realiza en su propia estructura el ensamblado final, la instalación de componentes, los circuitos y la terminación de los equipos. En paralelo avanza con la próxima etapa del proyecto, con la idea de pasar definitivamente de emprendimiento a empresa. “Empecé siendo emprendedor y hoy ya estoy a punto de dar el paso. Estoy gestionando un crédito para materializar un galpón, oficina y seguir creciendo”, contó.




