
El empresario estadounidense Hyden Davis, creador del token $Libra, que fue promovido por Javier Milei en la red “X” y provocó pérdidas millonarias, presentó una declaración “voluntaria” por escrito en los tribunales federales de Nueva York. En este documento, Davis sostiene que no hubo estafa relacionada con la criptomoneda y que su creación estaba vinculada al proyecto “Viva La Libertad”, con el objetivo de “beneficiar a pequeñas empresas en Argentina”. Afirmó que no tuvo relación con las billeteras utilizadas en la maniobra que afectó a más de 40,000 inversores que adquirieron el activo, ni siquiera compró él mismo. Además, menciona que estuvo en contacto con alguien cercano al Presidente, pero indica que la eliminación de su publicación original alimentó las sospechas de fraude. En resumen, su declaración parece un intento de desvincularse de la situación, aunque no ofrece, al menos en este escrito, la posibilidad de reembolsar nada.
Davis presentó su declaración ante la Corte de Distrito de Nueva York el pasado martes, en el marco de una demanda colectiva promovida por más de 200 ahorristas que alegan haber sido estafados al comprar $Libra. Además de reafirmar su inocencia, el principal objetivo de Davis es evitar ser juzgado en ese jurado. Asegura que esos tribunales no tienen competencia en su caso, aunque no especifica cuáles serían los adecuados. Señala que no vive ni tiene oficinas en Nueva York y aclara que “el proyecto Viva La Libertad fue concebido en Argentina”. Menciona que su lanzamiento estaba previsto en la plataforma Meteora, cuyo entendimiento es que está ubicada en Singapur, y que se comercializaría a través de Solana, con sede en Suiza, aunque estaba destinado a cualquiera que quisiera comprar en el mundo.
En Argentina, Davis, CEO de Kelsier Ventures, enfrenta cargos en Comodoro Py, en la causa que la jueza María Servini le delegó al fiscal Eduardo Taiano. También están imputados Milei, su hermana Karina, los empresarios Mauricio Novelli y Manuel Terrones Godoy, el exasesor de la Comisión Nacional de Valores, Sergio Morales, y Julian Peh, empresario de Singapur de la firma Kip Protocol.
A través de intermediarios, Davis había sondeado la posibilidad de cerrar la causa en su contra, proponiendo devolver los más de 100 millones de dólares que posee, tal como afirmó públicamente. “Son de Argentina”, mencionó en una entrevista días después del lanzamiento de $Libra, que tuvo lugar el 14 de febrero. Sin embargo, esta posibilidad se frustró debido al congelamiento de los fondos por parte de la jueza Jennifer Rochon, en una causa civil, medida que también había solicitado el juzgado de Servini.
El documento de Davis parece estar elaborado minuciosamente por sus abogados, y la redacción coincide claramente con la defensa presentada por Novelli y Terrones Godoy en el juzgado de Servini, en la que también respaldan a Milei. Novelli y Terrones son socios en la empresa Tech Forum, que el año pasado organizó un evento sobre tecnología, blockchain, criptomonedas e inteligencia artificial, donde se dieron los primeros pasos decisivos para la creación del $Libra. En ese evento participaron Davis, su padre Tom, quien había sido condenado a prisión por fraude, y su hermano Gideon, así como Peh, quien tuvo una reunión específica con el Presidente, Novelli y el vocero Manuel Adorni en el Hotel Libertador.
La narrativa de Davis propone que “el proyecto era privado” y estaba destinado a ayudar a pequeñas empresas argentinas, aunque la realidad muestra que esto no ocurrió. Tanto Novelli como Terrones lo describieron como una iniciativa “altruista” en la que se fijó que el 50% de los tokens se destinarían a financiar proyectos y pymes a través de donaciones. Reconocieron que se reunieron en la Casa Rosada para discutir estos negocios y que Milei y su hermana estaban al tanto de lo que implicaba $LIBRA. En su último encuentro con Davis allí, el 30 de enero, Milei compartió una foto con él en sus redes.
Novelli, por su parte, abrió dos cajas de seguridad en el Banco Galicia de Martínez diez días antes del lanzamiento de $LIBRA, las cuales fueron vaciadas tres días después del escándalo, el 17 de febrero, por su hermana y su madre, quienes tenían acceso. Ambas ingresaron con una mochila y un bolso liviano y salieron con ellos repletos.
Las explicaciones de Davis continúan en sintonía con las de los empresarios argentinos. Primero, admite su conexión con el proyecto “Viva La Libertad”. “No creé el sitio web de ‘Viva La Libertad!’ en Nueva York, ni se alojó en un servidor radicado allí”, menciona, buscando así evitar ser juzgado en ese estado. “El sitio www.vivalalibertadproject.com es pasivo y accesible desde cualquier parte del mundo por internet”, agrega.
Afirma que “el Proyecto VVL se inició para beneficiar a pequeñas empresas en Argentina, tal como se señala en su sitio web. Justo después del lanzamiento, tres compradores, que no conozco, adquirieron grandes cantidades de $Libra. Solo puedo identificarlos por sus direcciones de billetera digital. No tenía conocimiento de su existencia previa y no fui uno de ellos, ya que no compré $Libra para mí ni para terceros”. En la causa en Argentina, se han hecho pedidos para identificar a los beneficiarios o quienes operaron las billeteras que drenaron fondos de la operación $Libra. No está claro si se logrará, aunque algunos expertos consideran que sí es posible y han relacionado un grupo de billeteras beneficiarias con Davis.
Cuando Milei anunció la criptomoneda en Twitter, invitando a invertir en base a la financiación de pymes, algunos wallets ya habían adquirido tokens a bajo costo, gracias a información privilegiada. El tuit incluía un enlace al contrato inteligente para la compra, pero Milei lo eliminó seis horas después, sustituyéndolo por otro en el que decía que no estaba “interiorizado”. Esta publicación generó un aumento en la demanda, elevando el valor del token y permitiendo que ciertos usuarios obtuvieran ganancias, antes de que el valor se desplomara y dejara a miles de inversores sin nada. Esto es lo que se conoce como un “rug pull”. Milei afirmó que el contrato ya era público en el momento en que lo compartió, pero varios programadores demostraron que no estaba “listado” en ninguna parte, y aún se desconoce cómo y de dónde Miller lo obtuvo.
Davis también comentó sobre el tuit de Milei en “X”: “Al ser habitual con las monedas meme, generó interés y compras, elevando su precio. Poco después, Milei eliminó su publicación. Hasta la fecha, desconozco el motivo, ya que no participé en esa decisión ni fui informado previamente. Según lo planeado, $Libra debía destinarse a pequeñas empresas y proyectos educativos en Argentina, como se indicaba en el sitio web. No obstante, después del lanzamiento, muchos en redes sociales acusaron a $Libra de ser fraudulento. Estas afirmaciones son falsas y siguen siendo incorrectas. La eliminación del post de Milei contribuyó a esas acusaciones, pero el proyecto legítimo se ha visto obstaculizado por la orden judicial en vigor”.
En estos comentarios, Davis sugiere que tuvo comunicación con alguien cercano al Presidente, implica que había un plan que no se cumplió, y desliza cierta responsabilidad hacia Milei. Al calificarlo como una memecoin, intenta distanciarse de la noción de que se trate de un activo financiero, concluyendo que no se pudo avanzar en los objetivos del proyecto debido a una medida cautelar que ordenó el congelamiento de al menos 57 millones de USDC, una criptomoneda estable vinculada al dólar, aunque sus abogados en Estados Unidos mencionan un monto mayor.
En una de las entrevistas posteriores al lanzamiento de $Libra, Davis declaró que poseía 100 millones de dólares de Argentina y que el plan original, ahora frustrado, constaba de tres pasos: un primer tuit de Milei, una segunda publicación que podría ir acompañada de un video, y una tercera fase de promoción apoyada en influencers y figuras reconocidas. Después de esas declaraciones de Davis y de las de Milei, quien dijo “no promocioné, difundí” en una entrevista de la que se intentó eliminar la implicación de que su estrategia estaba bajo la responsabilidad del Ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, no se volvió a hablar públicamente sobre el asunto. La declaración de Davis no altera por ahora este aparente pacto de silencio.