Una cosecha que promete ser histórica —con 25,5 millones de toneladas— empieza a mostrar efectos concretos. En noviembre, los embarques del cereal marcaron un récord: 1,2 millones de toneladas, más del doble que en el mismo mes del año pasado. Así lo consignó un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que destacó que el movimiento del grano “viene rompiendo la lógica del comercio internacional del cereal”.
Según el relevamiento, las cosechadoras ya cubrieron el 33% de la superficie objetivo a nivel nacional y ese flujo inicial de grano potenció la actividad en los puertos. La entidad señaló que la mayor disponibilidad de trigo “nutrió de oferta el mercado exportador, haciendo a la competitividad del precio FOB el caballito de batalla para marcar un récord de exportación incluso antes que comience la campaña”. Con datos preliminares de la agencia marítima Nabsa, el informe precisó que los 1,2 millones de toneladas embarcados constituyen “dos veces y media el volumen del año pasado a esta altura”.
Exportaciones de trigo durante noviembre de cada añoBCR
En paralelo, la BCR advirtió sobre problemas en la calidad del cereal. La entidad puntualizó que “debe señalarse que, en este contexto de grandes rindes, opera una menor presencia de contenido proteico en el cereal cosechado”, y que durante la semana previa “se registraron las primeras anotaciones con valores de 10,5%”.
Ese deterioro relativo del parámetro comercial se traduce en cotizaciones menos favorables. “Este factor viene a influir de forma negativa en el precio pagado por tonelada por los compradores internacionales”, indica el documento. Además, agregó que, en un escenario de cotizaciones que todavía “no convencían del todo a los productores”, la baja proteína “viene a poner un tope a los márgenes por un balance entre precio percibido y grandes volúmenes”.
El informe incluye un gráfico que evidencia la magnitud del salto: los embarques de noviembre se ubicaron en la parte más alta de toda la serie histórica. Con exportaciones que superaron ampliamente el millón de toneladas, el mes se transformó en uno de los más activos para el trigo argentino, impulsado por la extraordinaria cosecha que se está levantando.
Ese dinamismo temprano no solo refleja el progreso de la cosecha, sino también la necesidad de colocar con rapidez los volúmenes disponibles frente a un mercado internacional muy abastecido.
La entidad señaló que “debe señalarse que, en este contexto de grandes rindes, opera una menor presencia de contenido proteico en el cereal cosechado”, y que durante la semana previa “se registraron las primeras anotaciones con valores de 10,5%”
La BCR también remarcó que esta dinámica se dio en un mercado mundial dominado por una abundante oferta. Subrayó que el cereal local se comercializa en un escenario donde “las toneladas que se esperan desde la Argentina se sumarían a un mercado global que ya cuenta con niveles de oferta cargados”. Ese telón de fondo pone de relieve que los principales orígenes productores —Estados Unidos, Ucrania y Brasil— transitan campañas de alta disponibilidad, lo que intensifica la competencia en los destinos compradores y obliga a los exportadores a ajustar márgenes según la calidad.
