Lunes, 21 de julio de 2025   |   Nacionales

Cura argentino herido tras ataque en Gaza relata el impacto directo en la parroquia que albergaba a refugiados

El templo, que funcionaba como refugio para cristianos y musulmanes en medio de los bombardeos, fue alcanzado por un proyectil que dejó heridos y muertos
Cura argentino herido tras ataque en Gaza relata el impacto directo en la parroquia que albergaba a refugiados

Habló Gabriel Romanelli, sacerdote argentino y párroco en Gaza

Gabriel Eduardo Romanelli, sacerdote argentino y párroco de la Iglesia de la Sagrada Familia en Gaza, resultó herido tras un ataque que afectó directamente al templo donde cientos de civiles se refugian del conflicto armado entre Israel y Hamas. Compartió detalles de la situación.

“Fue una sorpresa; estábamos bajo techo, pero la explosión hirió a 15 personas. Yo estoy bien, lo de la pierna fue una infección menor. Luego hubo 3 muertos y 2 jóvenes heridos, aunque fuera de peligro”, relató el religioso desde Gaza en una conversación con Radio Mitre.

El templo, una construcción de piedra situada en el norte del enclave palestino, pertenece al Patriarcado Latino de Jerusalén. Desde el inicio de los bombardeos, se ha convertido en un refugio para la población civil sin distinción de creencias. “Había terminado una reunión en mi despacho y me acerqué a tomar mate con una joven que vino a ayudarnos, cuando se escuchó la explosión. En ese momento había menos gente porque les pedía que se pusieran a resguardo por los bombardeos, pero hace mucho calor y a veces es difícil que los niños se queden. Tenemos menos de 500 refugiados”, explicó Romanelli.

Al ser consultado sobre si el ataque fue intencionado, Romanelli afirmó: “Las declaraciones del Ejército israelí indican que fue un error, pero impactó en la parte frontal del templo, un templo de piedra. La cruz se salvó gracias a una piedra. Fue un impacto directo, con esquirlas y heridos por esquirlas continuamente. Esto fue una explosión y se ve claramente”.

La iglesia albergaba entre 500 y 600 personas en el momento del ataque, de acuerdo con fuentes eclesiásticas. Allí convivían familias cristianas y musulmanas, muchas de ellas desplazadas por los bombardeos y sin posibilidad de abandonar el enclave. El templo operaba como uno de los últimos espacios de refugio humanitario en la zona.

Desde Buenos Aires, la Cancillería argentina expresó “su preocupación a las autoridades del Estado de Israel y confía en que se brindará la asistencia necesaria al padre Romanelli, así como a los miembros de la comunidad afectada”. La comunicación oficial también reiteró el “compromiso con la protección de los lugares de culto, el personal religioso y el respeto a la libertad de religión”.

En su declaración, el gobierno argentino subrayó que “la protección de los civiles y de las instalaciones religiosas y humanitarias constituye un principio esencial del derecho internacional humanitario, que debe ser plenamente observado por todas las partes involucradas”.

Romanelli, de 53 años, nació en el barrio de Villa Crespo y creció en Villa Luro, en la ciudad de Buenos Aires. Es miembro del Instituto del Verbo Encarnado, una congregación misionera católica fundada en Mendoza en 1984. Estudió teología y filosofía en el seminario de su congregación en San Rafael.

En 1995 partió a Medio Oriente como misionero. Su primer destino fue Egipto, donde aprendió árabe. Luego se trasladó a Jordania, a la ciudad de Madaba, en una misión del Patriarcado Latino. Posteriormente, fue enviado a Roma para completar una licenciatura en filosofía y regresó a Tierra Santa como formador.

Durante 14 años, enseñó en el seminario de Cisjordania en árabe y francés, además de dar clases en italiano en el seminario de los Padres Franciscanos de la Custodia de Tierra Santa. Junto a la rama femenina de su congregación, fundó en Belén el Hogar Niño Dios, destinado a niños abandonados o con discapacidades. Solía enfatizar que ese hogar estaba “muy cerca de donde nació Jesús.”

El padre argentino Gabriel Romanelli

Al frente de la Iglesia de la Sagrada Familia, Romanelli mantenía un contacto permanente con familias palestinas, muchas de las cuales encontraban en el templo uno de los escasos lugares seguros. La asistencia humanitaria incluía alimentos, contención espiritual y resguardo físico.

“El impacto fue directo”, insistió Romanelli. “La cruz del frente del templo se salvó gracias a una piedra. No hay dudas de que fue un bombardeo. Las personas heridas lo fueron por esquirlas, y eso nos sucede continuamente”.

Según el gobierno israelí, el ataque fue un error. Sin embargo, el daño en la estructura del templo y la presencia de víctimas generaron inquietud internacional. La iglesia sigue funcionando como refugio, aunque con serias limitaciones.

Romanelli permanece en Gaza, acompañando a su comunidad. La herida leve que sufrió no le impidió seguir coordinando la asistencia dentro del templo. En sus declaraciones, destacó la gravedad de la situación humanitaria en el enclave y las dificultades que enfrentan quienes continúan allí.

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