
El girasol argentino culmina una campaña con cifras inéditas, marcando récords en rendimientos y producción, así como un notable aumento en la contribución de su cadena a la economía, según un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Este cultivo, junto al sorgo, se benefició del descenso en la siembra de maíz en el país, debido al temor por la chicharrita, que afectó a este cereal. Aunque el impacto de esta plaga en el presente ciclo fue considerablemente menor que en años anteriores, la preocupación de muchos productores llevó a que reconsideraran sus planes, volviendo a incluir el girasol o ampliando las áreas sembradas. Este año se notó un aumento en la siembra de girasol en la región agrícola núcleo, evidenciando el crecimiento del cultivo en esta zona.
Según la Bolsa de Cereales, se sembraron 2,05 millones de hectáreas, un 10,8% más que en la campaña anterior, constituyendo la segunda mayor superficie desde 2001. El récord más alto se registró en 2022/2023, con 2,35 millones de hectáreas. “Se destacan importantes expansiones en Santa Fe y en el centro y oeste del área agrícola”, señaló la entidad.
El volumen nacional de producción alcanzó 4,7 millones de toneladas, un nuevo récord histórico que representa un incremento interanual del 30,6%, superando el máximo anterior de 4,6 millones de toneladas registrado en el ciclo 2022/23.
La lluvia fue un factor clave para el desarrollo del cultivo, ya que “el período crítico se desarrolló con una buena oferta hídrica fuera de los meses con estrés térmico e hídrico en la temporada estival”. A pesar de los temporales al final del ciclo, el rendimiento promedio nacional alcanzó 23,4 quintales por hectárea (qq/ha), marcando otro récord histórico y superando en 1,2 qq/ha el anterior máximo, registrado en el ciclo 2014/15, que fue de 22,2 qq/ha.
Esta semana, la Secretaría de Agricultura comunicó que la campaña 2024/25 del girasol concluyó con una producción de cinco millones de toneladas, un aumento del 28,2% en comparación con el ciclo anterior. “Esto corresponde a una superficie sembrada de 2,2 millones de hectáreas, lo que implica un incremento del 15,8% respecto de 2023/2024”, indicó el comunicado oficial. Los rendimientos promediaron 22,8 qq/ha, con resultados de buenos a muy buenos en todo el país.
Las provincias que lideraron la producción fueron Buenos Aires, con 1.140.122 hectáreas sembradas, seguidas por La Pampa (283.500 ha), Santa Fe (268.237 ha) y Córdoba (231.042 ha).
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires también pronosticó un incremento significativo en la contribución de su cadena a la economía. “El aumento del volumen de producción generaría que la economía argentina reciba un 53% más en comparación con la campaña anterior, alcanzando un total de US$2042 millones”, indicó. Además, se aportarían US$478 millones en términos de recaudación fiscal y US$1521 millones en exportaciones, incrementándose en US$144 millones y US$68 millones respectivamente respecto al ciclo previo. Las exportaciones previstas se posicionarán como la segunda más importante en los últimos cinco ciclos, con el registro más alto anterior en 2021/2022, cuando alcanzó US$1891,22 millones.
No obstante, el girasol no fue el único protagonista. El sorgo también tuvo una destacada campaña, impulsado por el mismo fenómeno: la reducción de la superficie destinada al maíz abrió oportunidades para otros cultivos. Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la superficie sembrada con sorgo creció un 25%, alcanzando una producción estimada de 3,2 millones de toneladas, la segunda más relevante en los últimos 12 años.
“Esto representa un incremento del 27,2% respecto a la campaña anterior y sería la segunda producción más alta en los últimos 12 años”, destacó el informe. Esta mayor oferta también se reflejará en el mercado externo, donde se estima que las exportaciones aumentarán un 34% interanual, alcanzando 1,7 millones de toneladas para el ciclo actual.
El avance de la cosecha alcanza el 51%, con una amplia distribución territorial. Santa Fe lidera con 231.850 hectáreas sembradas, seguida por Santiago del Estero con 158.560 hectáreas y Córdoba con 147.520. Más atrás se encuentran Buenos Aires, con 128.717 hectáreas, y Entre Ríos, con 117.600. En esta última provincia, el crecimiento fue notable: la superficie sembrada aumentó un 88% en comparación con la campaña anterior, sumando 55.050 hectáreas.
En cuanto al destino del grano, la BCR estima que 1,5 millones de toneladas del sorgo producido en 2024/25 se destinarán al mercado interno. De este total, aproximadamente 130.000 toneladas se utilizarán como semilla para la próxima campaña, mientras que el resto será destinado a molienda, balanceado y consumo animal.
“Dado que prácticamente la totalidad del sorgo exportado por Argentina tiene como destino a China, es crucial monitorear lo que suceda en este mercado para tener una perspectiva más clara sobre el futuro de las exportaciones”, advirtió la entidad.