La periodista Luciana Bertoia reportó en “Desde el canil” que la Sala 1 de la Cámara Federal de los tribunales de Comodoro Py está evaluando el pedido de sobreseimiento presentado por Cristian Rivaldi, un agente de la Policía Federal, acusado de arrojear gas directamente sobre el rostro de una niña de 11 años el 11 de septiembre, en el contexto de la represión contra los manifestantes que clamaban por mejoras jubilatorias cerca del Congreso de la Nación. Este es el primer caso de un agente procesado desde la implementación del protocolo de seguridad promovido por la ministra Patricia Bullrich.
Durante la audiencia, Rivaldi declaró ante los camaristas Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens. Sostuvo no haber visto a la menor —identificada como Fabricia Pegoraro— debido a “la cantidad de gas en el ambiente” y negó haber apuntado directamente hacia ella, asegurando que “solo seguía órdenes”, entre ellas la de “liberar el área de los revoltosos”. A lo largo de su exposición, se presentó como víctima del escarnio público: afirmó que lo llamaron “fanático libertario, nazi y represor”, y que su hija enfrentó consecuencias en el colegio, según relató la periodista en el programa que se emite por Bravo TV de lunes a viernes a las 18.
Bertoia destacó que el oficial fue ascendido después del operativo. El análisis del caso también incluyó la controversia respecto al protocolo antipiquetes de Bullrich, cuya legalidad está siendo cuestionada en el fuero contencioso administrativo. En esta instancia, declararon el abogado Matías Aufieri —quien perdió un ojo por una bala de goma en febrero— y el docente Juan Ignacio Spinetto.
Según lo expuesto en la rueda informativa, la represión de septiembre no se limitó a una imagen viral, sino que se transformó en un símbolo del modelo de seguridad aplicado por el Gobierno nacional. La causa contra Rivaldi abre un camino judicial que busca establecer responsabilidades individuales y examina la legalidad y los límites del uso de la fuerza en una democracia.
LB / FPT
