A esta altura del año, lo que suele acaparar la atención en el mercado mundial es la entrada de la cosecha estadounidense de maíz y soja. Desde 1997, cuando comencé esta carrera asesorando a productores agropecuarios sobre cómo vender la producción de sus cosechas, el mercado tuvo “tiempos” bien marcados; aunque hoy parece que ya no es tan así. ¿Es Donald Trump el responsable de esa transformación? En buena medida, sin lugar a dudas. Tanto es así que la geopolítica —habitualmente vinculada a la interpretación del rol político de los países, sobre todo los más poderosos, en la escena global— con el presidente norteamericano empieza a cambiar…
En ese marco, la reciente ayuda del Tesoro de los Estados Unidos hacia la Argentina —en distintas formas— y las palabras de su titular, Scott Bessent: “Vamos a hacer lo que sea necesario para ayudar a la Argentina”, comenzaron a provocar una rivalidad entre los farmers estadounidenses y los argentinos como no se había visto antes.
Los comentarios del presidente Caleb Ragland, de la Asociación de Productores Sojeros de Estados Unidos (ASA por sus siglas en inglés), en una carta abierta a Donald Trump sobre la delicada situación que atraviesan los productores de soja en ese país, los ubican “frente a un precipicio comercial y financiero”. En ese contexto, resulta intolerable que su país auxilie a la Argentina mientras el gobierno nacional elimina temporariamente los derechos de exportación (DEX) y oferta la oleaginosa para que China pueda comprar más de 20 buques, justo cuando la demanda debería volcarse hacia el norte por la entrada de la cosecha estadounidense.
Es en ese marco que el propio Bessent consignó en la misma misiva que, si bien iban a “ayudar” a nuestro país, “también estaban trabajando con el gobierno argentino para poner fin a las ‘vacaciones fiscales’ (haciendo referencia a la eliminación temporaria de los DEX) para aquellos productores de commodities que liquidan divisas”. Ese pasaje, poco relacionado con lo anterior, funcionó sin embargo como un mensaje claro al presidente de la ASA, teniendo en cuenta la delicada situación económica y financiera por la que atraviesan los productores estadounidenses de soja.
El mercado de granos ya no es lo que era. Ya no basta con analizar las leyes de la oferta y la demanda. Para el mercado de granos, como para casi todas las actividades económicas y financieras, estamos ante cambios profundos.
La “puja” por el liderazgo mundial entre Estados Unidos y China llegó a un punto en el que el gigante asiático se siente confiado. Una muestra de ello son las reiteradas idas y vueltas de Trump respecto de la imposición de aranceles. Aún peor para el presidente de los Estados Unidos es la presión constante de un sector tan influyente como los farmers —capaz de frenar proyectos de ley en su país— que le están pidiendo, por favor, que alcance un acuerdo con China. Contar con toda la información disponible es muy importante; pero será el análisis de esa información lo que, a partir de ahora, contará…
El autor es socio de Nóvitas SA.



