
Leonardo Cositorto, quien cumple una condena por estafa, habló desde la cárcel y aseguró que en 2021 aportó 32.500 dólares a la campaña de Diego Santilli, actual candidato a diputado nacional por La Libertad Avanza. “No tengo ningún problema con Santilli, lo que me molesta es que ahora salen a negarme”, afirmó desde la Unidad Penal N.º6 de Goya, Corrientes, este martes 7 de octubre.
Durante una entrevista con Radio Splendid precisó, en referencia al supuesto narcotraficante que se vinculó con José Luis Espert: “Yo no soy Fred Machado, me molesta que me nieguen y quieran mancharme. Los apoye (a Santilli) porque quería un cambio para la Argentina, así como aporté para Milei también”.
Aunque ahora reconoce haber aportado a la campaña electoral de Santilli en 2021, en aquel entonces, tanto Cositorto como Santilli se negaron mutuamente. El condenado por estafa dijo el 29 de marzo de 2022 en el programa de Jorge Rial, Argenzuela: “De hecho, con Santili ni siquiera me he hablado. Ni siquiera hablamos porque yo no lo conozco a Santilli“.
En la misma línea, el actual candidato a diputado nacional por La Libertad Avanza sostuvo: “No lo conozco (a Cositorto), no tengo ningún vínculo. No sé quién es, nunca tuve relación en mi vida”, y calificó la denuncia como una “burda operación”.
El empresario recibió una pena de 12 años de prisión en Goya por estafas reiteradas y asociación ilícita tras ser encontrado culpable de implementar, a través de su compañía Generación Zoe, un esquema piramidal (también llamado Ponzi) que operaba en diferentes provincias. Posteriormente, recibió una pena adicional de 11 años de cárcel en Salta.

El 29 de septiembre Cositorto recibió una nueva denuncia en su contra
El máximo referente de Generación Zoe fue procesado el 29 de septiembre en la provincia de Buenos Aires. La jueza Alejandra Alliaud lo acusa de encabezar una asociación ilícita que habría estafado a 1095 inversionistas. Según el escrito de la magistrada, Cositorto y sus cómplices “elaboraron y desplegaron una puesta en escena utilizando la estructura de una empresa próspera que ofrecía cursos de coaching, trading, liderazgo y otros paquetes educativos tecnológicos imprecisos”.
Además, la jueza indica que se promocionaban “conocimientos sobre supuestos criptoactivos, tokens, servicios inmobiliarios, promoviendo oportunidades de inversiones basadas en el oro extraído de minas propias del holding ‘Generación Zoe’, cuya existencia no se pudo acreditar, con la finalidad de captar inversores para realizar operaciones financieras en dólares, que se verían acrecentadas con la promesa del ofrecimiento de retornos con tasas de interés superiores a las ofrecidas por las entidades bancarias y financieras”.

Según la jueza, “las pruebas reunidas demostraron que las ganancias prometidas no provenían de actividades comerciales o financieras genuinas, sino de los fondos aportados por nuevos inversores, reproduciendo el esquema clásico de fraude piramidal”.
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