La ola de frío polar que afecta al país no solo se siente en las calles, sino también en el sistema energético. Durante la noche del lunes, la más fría del año, hubo más de 100.000 usuarios sin suministro eléctrico en distintas zonas del AMBA, y este martes aún quedan más de 11.000 afectados.
Según fuentes del sector, el problema se originó por una falla en la generación de energía, sumada a una demanda que superó los 27.000 MW. Este martes, el consumo se mantiene por encima de los 25.000 MW, cifras que igualan o superan los récords del invierno pasado.
Entre los distritos más afectados se encuentran Escobar, La Matanza, Moreno, San Miguel, Avellaneda y Lomas de Zamora, además de los barrios porteños de Villa Devoto y Villa Luro. Las empresas Edenor y Edesur informaron que los cortes fueron preventivos, para evitar colapsos mayores.
El panorama energético se agrava por la salida de servicio de la central nuclear Atucha II, que se extenderá al menos hasta el 6 de julio. Esto obligó al Gobierno a reforzar la importación de energía desde Brasil, Paraguay y Uruguay.
En paralelo, se activaron restricciones en el suministro de gas para usuarios “interrumpibles”, como industrias y estaciones de GNC que no tienen prioridad de abastecimiento. La Cámara de Expendedores de GNC confirmó que al menos 640 estaciones en el AMBA vieron afectado su funcionamiento desde este martes.
El Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) proyecta picos de consumo superiores a los 90 millones de metros cúbicos diarios, un aumento del 10% en apenas diez días.
Desde el Servicio Meteorológico Nacional advierten que las temperaturas seguirán bajando en los próximos días, con mínimas que podrían alcanzar los -8°C en la zona núcleo, especialmente en Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos.
Frente a este escenario, las autoridades energéticas mantienen la alerta. Las distribuidoras continúan realizando cortes selectivos para preservar el suministro a hospitales, escuelas y otros centros esenciales.
LT
