Lunes, 4 de agosto de 2025   |   Economía

Consumo con tarjeta de crédito en dólares en julio alcanzó récord tras el fin de la convertibilidad, impulsado por turismo y compras online

El impacto del turismo en el exterior y las compras online disparó el uso de la tarjeta en moneda extranjera
Consumo con tarjeta de crédito en dólares en julio alcanzó récord tras el fin de la convertibilidad, impulsado por turismo y compras online

La temporada invernal de turismo, la apertura a la llegada de productos y servicios importados, y la percepción de un tipo de cambio favorable para gastos en moneda extranjera han estimulado el uso de tarjetas de crédito en dólares. De este modo, se ha acentuado la tendencia observada en los últimos meses, convirtiendo a julio en el mes con mayor gasto en dólares con tarjeta de crédito desde la salida de la convertibilidad en 2001.

El saldo promedio de financiamiento con tarjeta de crédito en dólares durante el mes pasado superó los USD 700 millones, de acuerdo con un informe de la consultora C&PM basado en datos del BCRA.

El gasto registrado es un “récord absoluto desde el fin de la convertibilidad en 2001. Dada la tendencia previa, sumada a las vacaciones de invierno, era previsible alcanzar este valor”, explicó César Bastién, socio de la consultora C&PM.

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Bastién subrayó lo que ha enfatizado el Banco Central: este aumento en la utilización de la tarjeta en el exterior no necesariamente implica un incremento en la demanda de dólares, a pesar de que se haya levantado el cepo para las personas físicas. “Más del 70% de estos consumos se abonarán con dólares ya en posesión de los usuarios, por lo cual no representarán una demanda de divisas para las reservas del BCRA”, afirmó.

El informe también resalta que el gasto con tarjeta en pesos fue notablemente elevado, alcanzando un saldo mensual que “rozó los $20 billones, similar a los valores históricamente más altos (a moneda constante) que se registraron en los primeros meses de 2018. El saldo en pesos ha experimentado 15 meses de crecimiento sostenido, con una variación del 72% en términos reales respecto al mismo mes de 2024.”

“A medida que las condiciones macroeconómicas se estabilicen y, en particular, la tasa de interés baje, es probable que las tarjetas sigan expandiéndose como medio de pago y se conviertan en el canal más eficaz para financiar el consumo y dinamizar las ventas minoristas”, concluyó Bastién.

El gasto con tarjeta en dólares mencionado en el informe no solo refleja lo que los argentinos consumen durante sus viajes al exterior, sino que también incluye todas las compras en línea, tanto de productos como de servicios, realizadas a proveedores de otros países y pagadas en dólares. Esto comprende tanto las compras vía courier, promovidas durante el actual gobierno, como los servicios de streaming, gaming, informáticos y muchos otros que se abonan en dólares.

Aún está por determinarse si el aumento en el valor del dólar generará cambios en el consumo en dólares de los argentinos. Agosto comenzó con un dólar cuyo tipo de cambio era un 14% más caro que a inicios de julio, lo que podría desincentivar algunos gastos en moneda extranjera.

La relevancia de este último aspecto es tal que el Banco Central anunció que comenzará a publicar dos estadísticas separadas: por un lado, los gastos en turismo en el exterior y, por otro, lo gastado en Argentina en productos o servicios proporcionados por empresas extranjeras.

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Morosidad en tarjetas

Simultáneamente, el aumento en el uso de tarjetas de crédito ha ido acompañado por un crecimiento en las cifras de morosidad dentro del sistema financiero. Los incumplimientos en el uso de la tarjeta de crédito se han duplicado en el plazo de un año.

Según el último Informe sobre Bancos del BCRA, la irregularidad en el stock total de préstamos al sector privado creció del 1,8% al 2,6% entre junio de 2024 y mayo de 2025. Dentro de este contexto, se destacó el crecimiento de la morosidad en el financiamiento con tarjetas, que se duplicó en ese mismo período, pasando del 1,9% al 3,8%. Asimismo, se incrementó el porcentaje de préstamos en situación irregular en los créditos personales, que ascendió del 4,1% al 5,6%, confirmando que las líneas destinadas al consumo han experimentado un alza en los incumplimientos.

En el caso de las tarjetas, no existe una distinción entre la morosidad en pesos y en dólares. Cada vez que un cliente no paga la totalidad del gasto en dólares, el saldo pendiente se convierte a pesos. Por lo tanto, al realizar el pago mínimo en dólares, la deuda resultante se transforma en pesos. Si esa deuda entra en mora, no hay forma de distinguirla del resto de los incumplimientos en moneda local.

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