
El Gobierno de Trump ha puesto en licencia administrativa a más de 100 funcionarios del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de la Casa Blanca, como parte de una reestructuración liderada por el asesor de seguridad nacional interino y secretario de Estado, Marco Rubio. Esta decisión fue confirmada por dos funcionarios estadounidenses y una fuente familiarizada con la situación.
Según un informe de CNN, se anticipa una importante reorganización dentro del organismo encargado de coordinar la política exterior del presidente. Esto incluirá una reducción de personal y un enfoque más vertical en la toma de decisiones, concentrando el poder en los niveles más altos.
Alrededor de las 4:20 p.m., hora local, el jefe de gabinete del NSC, Brian McCormack, envió un correo electrónico a los funcionarios que serían despedidos, informándoles que tendrían 30 minutos para limpiar sus escritorios. Aquellos que no se encontraran en el campus estaban invitados a escribir a una dirección de correo electrónico para coordinar la recogida de sus archivos y la entrega de dispositivos.
El asunto del correo electrónico, “Su regreso a la agencia de origen”, indicaba que la mayoría de los afectados habían sido asignados al NSC desde otros departamentos y agencias.
El jueves, Rubio convocó a una reunión con los altos funcionarios, lo que alimentó las especulaciones sobre la inminente reorganización. El viernes, a las 3:45 p.m., poco antes del envío del correo, los directores principales fueron citados a una nueva reunión con Rubio.
Tras el anuncio, comenzó a circular entre los despedidos una ola de correos con información de contacto personal. Un funcionario del gobierno calificó la situación como “tan poco profesional e imprudente como podría ser”, especialmente al tratarse de un viernes por la tarde, justo antes de un largo fin de semana.
Los despidos afectan tanto a funcionarios de carrera como a contrataciones políticas realizadas durante el Gobierno de Trump. En las semanas previas, la Oficina de Personal Presidencial había estado reentrevistando a los miembros del NSC, preguntando sobre su opinión respecto al tamaño idóneo del organismo.
El NSC, que agrupa a expertos en política exterior de diversas agencias del Gobierno, normalmente se considera un pilar fundamental para coordinar la agenda internacional del presidente. Sin embargo, bajo la administración de Donald Trump, su influencia se ha visto reducida, y se espera que esta reorganización la disminuya aún más.
A principios de este mes, Mike Waltz, quien había dirigido el NSC, fue destituido en el primer gran cambio de personal de la nueva administración. Trump anunció que lo nominaría como embajador ante la ONU y que Rubio lo reemplazaría de forma interina en el NSC.
Waltz ya enfrentaba una posición de inestabilidad en el Gobierno, tras haber perdido la mayor parte de su influencia en el Ala Oeste, especialmente luego de que se uniera accidentalmente a un periodista en un chat grupal de una aplicación de mensajería sobre ofensivas militares sensibles.
Incluso antes del incidente en Signal, la secretaria general de Trump, Susie Wiles, no estaba impresionada con Waltz. Semanas antes de su salida, su influencia interna había disminuido, lo que se evidenció cuando Trump despidió a varios empleados del NSC a instancias de la activista de extrema derecha Laura Loomer, quien afirmó que eran desleales.