Sábado, 31 de agosto de 2013   |   Policiales

Conmoción: una mujer canjeó a su hija por un freezer

La menor de 11 años era abusada sexualmente por su "comprador". Además, la obligaba a trabajar como una esclava en un taller clandestino. Tras meses de horror, la policía acaba de liberarla y detuvo a la madre. Se busca al explotador.
Según publicó el diario Crónica, esta es la trama de la pesadilla que vivió en carne propia, una pe­queña en la zona de Bernal Oeste de Buenos Aires. El drama de M. comenzó en octubre del año pasado, cuando su mamá, Pabla Ce­sarina Monzón Aldana, viajó hacia Paraguay a buscarla. Ambas regresaron al país para instalarse en Villa Itatí, uno de los asentamientos más grandes del partido de Quilmes.La mujer le pidió a su hija que trabajara, porque su papá estaba enfermo y ella necesitaba algo más de dinero para mantener la fa­milia compuesta por sus her­manos trillizos. La chica nunca creyó que con la mu­danza se avecinaría el calva­rio. A los pocos días, la niña, con mucho sacrificio, empezó a levantarse a las 5 de la mañana para ir a una feria vecinal a vender ollas.Al re­tornar a su casa, además te­nía que encargarse de las ta­reas domésticas. Por orden de su mamá, su vida se divi­día entre dichas actividades, sin siquiera tener tiempo pa­ ra ir al colegio, tampoco para jugar como una niña de su edad.<b>Moneda de intercambio</b>La situación de la menor se fue agravando cuando incre­íblemente Pabla, decidió utilizarla como moneda de intercambio. Así fue como, por un freezer y otros mer­cancías, vendió a la niña a un vecino. Este sujeto, de 30 años, había "adoptado" a M. como su pareja. También la obligaba a trabajar en una fábrica clandestina de ollas de aluminio, que funcionaba en la calle Pilcomayo al 700 de Buenos Aires, dentro del asentamiento ubi­cado a metros del Acceso Sudeste.En la villa, una vecina expresó que la escuchó decir: "Mi mamá me vendió por un freezer y mercadería". Tan­to Pabla como su actual pa­reja permanecen detenidos a merced de los requerimien­tos de la fiscalía. En tanto que el individuo que la “compró”, cuyos datos no trascendieron, se encuentra fugitivo.<b>Liberación</b>La policía allanó el lugar, liberó a los trabajado­res que se desempeñaban en precarias condiciones y cap­turó a la pareja que regente­aba el lugar, por los delitos de "explotación laboral y ex­plotación laboral infantil".La pequeña se encuentra bajo la tutela de la justicia, que manejó su caso con total hermetismo y cautela, con el fin de protegerla. Fuentes li­gadas a la investigación le confiaron a Crónica que "como la niña hablaba poco y en guaraní, solo pudo con­tar su situación a escasas per­sonas".

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