

Hoy se conmemora el 191° aniversario de la creación de la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos, un acontecimiento que marcó un hito en la afirmación de los derechos soberanos del país sobre estos territorios.
Según informó la Cancillería Argentina, este acto histórico, realizado en 1829, consolidó la administración y el ejercicio pleno de la soberanía argentina en el Atlántico Sur.
Desde los primeros años de su independencia, Argentina asumió la herencia de los territorios españoles en la región, ejerciendo de manera continua sus derechos sobre las Islas Malvinas, las Georgias del Sur, las Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
En este contexto, se instauraron normas, estructuras jurídicas y administrativas, además de promover actividades comerciales y la instalación de pobladores en las islas. Un hito significativo en esta historia fue el primer izamiento de la bandera argentina en las Islas Malvinas, cuyo bicentenario se celebrará el próximo 6 de noviembre.
Historia de la Comandancia
El 10 de junio de 1829, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires creó la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas, designando a Luis Vernet como su máxima autoridad, quien estableció oficialmente un asentamiento en la Isla Soledad y asumió el cargo de Primer Comandante Político Militar en la región.
Este nombramiento le otorgó la facultad de actuar bajo el pabellón argentino, con la responsabilidad de hacer cumplir la legislación nacional, proteger las costas y supervisar los reglamentos de pesca vigentes.

Según los registros históricos, Vernet llegó al archipiélago acompañado por 50 colonos, sus familias y un grupo de gauchos, además del capitán británico Matthew Brisbane, a bordo del bergantín Betsy.
Una vez en la isla, construyó un fuerte y se dotó de algunos cañones para garantizar la defensa del asentamiento. Además, solicitó al Gobierno de Buenos Aires un buque de guerra para reforzar la vigilancia en la zona, pero esta petición fue rechazada. En su lugar, se le otorgó la autoridad para actuar con sus propios recursos, lo que marcó un punto clave en su gestión.
Sin embargo, este ejercicio efectivo fue interrumpido el 3 de enero de 1833, cuando el Reino Unido ocupó las islas mediante un acto de fuerza, expulsando a las autoridades y pobladores argentinos. Según destacó la Cancillería Argentina, esta acción quebró la integridad territorial del país, una situación que Argentina no ha aceptado en los últimos 187 años.

En este contexto, el Gobierno nacional denunció las actividades de exploración y explotación de recursos naturales llevadas a cabo de manera ilegítima en la región, así como la presencia militar británica, calificada como desproporcionada e injustificada.
Estas acciones, según el Ejecutivo, contravienen la resolución 31/49 de la Asamblea General de Naciones Unidas, que insta a las partes involucradas a evitar modificaciones unilaterales en la situación mientras persista la disputa de soberanía. “La presencia militar británica en el Atlántico Sur no solo es desproporcionada, sino que también representa un obstáculo para el diálogo y la resolución pacífica del conflicto”, han señalado fuentes oficiales.
Vale recordar que la necesidad de reanudar las negociaciones bilaterales a la brevedad posible ha sido reiterada por 10 resoluciones de la Asamblea General, así como por 37 resoluciones del Comité Especial de Descolonización de la ONU y por la comunidad internacional en múltiples declaraciones de foros multilaterales como la OEA, el G77 más China, la Cumbre Iberoamericana, la CELAC, el MERCOSUR, el PARLASUR, el Foro de Cooperación América del Sur-África (ASA) y la Cumbre Países Árabes – Sudamérica (ASPA).