
Según el reparto actual, Unión por la Patria (UP) es el espacio que más arriesga: pone en juego casi el 50% de sus escaños, mientras que La Libertad Avanza (LLA) y el PRO, que en muchos distritos compiten de manera coordinada, arriesgan en conjunto alrededor del 30% de sus bancas.
La provincia de Buenos Aires será el epicentro de la disputa. Allí se eligen 35 diputados nacionales, de los cuales 15 pertenecen a Fuerza Patria, 7 al PRO, 2 a La Libertad Avanza, 1 a la UCR, 2 a Democracia para Siempre, 3 a Encuentro Federal, 3 a la Coalición Cívica y 2 a la izquierda. Se trata del distrito más decisivo del país, donde una leve variación en el voto puede modificar la composición del Congreso.
Las bancas en juego
En la Ciudad de Buenos Aires, en tanto, se renovarán 13 bancas. El PRO pone en juego 3, La Libertad Avanza y Fuerza Patria arriesgan 2 y 3, respectivamente; mientras que la UCR, Democracia para Siempre, la Coalición Cívica, la izquierda y Republicanos Unidos se disputan los restantes lugares.
En el interior del país también se juegan batallas relevantes. En Santa Fe se eligen 9 diputados, con 4 del PRO y 2 de FP en riesgo, mientras que en Córdoba se renuevan 9, de los cuales 3 son radicales, 2 del PRO, 3 de Encuentro Federal y 1 de Fuerza Patria.
En Mendoza se votan 5 bancas -2 de la UCR, 2 de FP y 1 de LLA-, y Entre Ríos pondrá en juego otras 5, entre ellas 2 de Fuerza Patria y 1 por partido de centro moderado.
En el norte, Tucumán elegirá 4 diputados (2 responden al gobernador Osvaldo Jaldo), mientras que Salta y Jujuy renuevan 3 cada una, con fuerte fragmentación entre peronismo, radicalismo, izquierda y libertarios.
La región patagónica también aporta nombres claves. Santa Cruz, Chubut, Neuquén, Río Negro y Tierra del Fuego renuevan un total de 13 bancas, con una distribución muy variada entre fuerzas provinciales, el PRO, la UCR y UP.
Más allá del conteo de bancas, la elección de este domingo marcará el pulso político del segundo tramo del gobierno libertario y pondrá a prueba la capacidad de reorganización del peronismo frente a un escenario en el que el Congreso será, una vez más, el espacio donde se definan los grandes acuerdos o los próximos conflictos.



