

La Justicia Federal de Victoria condenó a tres apicultores de Entre Ríos a penas de prisión efectiva tras encontrarlos responsables de provocar los incendios que arrasaron con más de seis mil hectáreas de vegetación en una zona del Delta del Paraná, durante agosto de 2022. La sentencia se conoció tras un proceso judicial que tuvo lugar en mayo y junio, y que contó con la presencia de 15 testimonios.
El fallo, dictado por la jueza Noemí Berros, rechazó la probation solicitada por las defensas y determinó que los acusados cometieron estrago doloso, imponiendo así condenas firmes de casi cuatro años. Se trata de Jesús Magallanes, su hermano Oscar Magallanes y Miguel Morales, señalados como los responsables de haber iniciado el fuego sin la debida autorización.
La magistrada hizo lugar al pedido del fiscal José Ignacio Candioti, quien había calificado el accionar de los apicultores como imprudente y contrario a las leyes ambientales. Los hermanos Magallanes recibieron penas de tres años y seis meses de prisión efectiva, mientras que Morales fue condenado a tres años y dos meses, también de cumplimiento efectivo.
Los hechos tuvieron lugar en agosto de 2022, cuando se registraron focos ígneos en las islas Lechiguanas del departamento entrerriano de Gualeguay. Las quemas se tornaron incontrolables y avanzaron sobre la flora típica de la región, lo que generó consecuencias ambientales de alcance nacional. La ciudad de Rosario se vio cubierta por el humo, lo que llevó a las autoridades a advertir a los habitantes que mantengan las puertas y ventanas cerradas, retomar el hábito de colocarse barbijo y evitar actividades físicas al aire libre. También parte de Buenos Aires se vio afectada.
En aquel entonces se requirió el trabajo de un total de 100 brigadistas, 10 aeronaves, 3 hidrantes, 5 helicópteros para despliegue de personal y un helicóptero de Buenos Aires que debieron combatir las llamas en el mencionado sector insular y en las zonas de Laguna chata (Victoria) y Charly 2 (Gualeguay).

De acuerdo con lo indicado por el portal La Capital, durante la investigación los tres hombres manifestaron que intentaron realizar un contrafuego con la intención de proteger sus colmenas ante el avance de un incendio desatado en el área. Sin embargo, la acusación señaló que actuaron de manera ilegal y temeraria, incumpliendo con la normativa ambiental y sin la participación de especialistas que respaldaran una maniobra de tales características.
El proceso judicial contó con testimonios de más de quince testigos, entre ellos especialistas de la Universidad Nacional de Rosario, quienes aportaron pruebas sobre el impacto de los incendios en los ecosistemas del Delta, así como la propagación de las partículas que alteraron la calidad del aire y las condiciones sanitarias de varias localidades.
Antes de avanzar hacia el juicio oral, las defensas de los acusados intentaron obtener el beneficio de la probation para evitar el cumplimiento de una condena de prisión efectiva. Según detalló el mismo portal local, el Tribunal Oral Federal de Paraná negó esa posibilidad y remarcó que, dadas las características del hecho y las consecuencias ambientales que implicó, el caso debía resolverse en el marco de un juicio, con la intervención de las partes y la exposición pública de los argumentos.
El proceso se desarrolló en la ciudad de Victoria entre mayo y junio de este año; allí se presentaron las pruebas técnicas, videos que ilustraron la extensión del daño y material que permitió reconstruir la dinámica de los hechos.
Este juicio representó el segundo antecedente judicial en la región por la responsabilidad penal en incendios del Delta del Paraná. El primer proceso de estas características tuvo lugar en noviembre de 2023, cuando el mismo tribunal sentenció a dos personas por haber iniciado focos ígneos que afectaron la misma zona de humedales. Aquella acusación también determinó penas de prisión efectiva.