Viernes, 3 de octubre de 2025   |   Policiales

Condenan y expulsan a la Miss Bolivia que aterrizó en Ibicuy con 359 kilos de cocaína

Condenan y expulsan a la Miss Bolivia que aterrizó en Ibicuy con 359 kilos de cocaína

El Tribunal Oral Federal de Concepción del Uruguay condenó este viernes a Jade Isabela Callau Barriga, la joven boliviana de 23 años que, junto a un piloto brasileño, aterrizó de emergencia en Entre Ríos con un avión que transportaba 359 kilos de cocaína. La resolución se adoptó mediante un juicio abreviado: la ex Miss FexpoBorja (un certamen de belleza del interior boliviano) se responsabilizó por el delito imputado —transporte de estupefacientes—. No obstante, la causa inicial fue reencuadrada a su favor: la conducta se consideró en grado de partícipe secundaria y se acordó una pena de 3 años de ejecución condicional. En consecuencia, recobró la libertad y fue expulsada a Bolivia.

Jade, estudiante de Psicología en la localidad boliviana de Trinidad —a 199 kilómetros de su San Borja natal—, proviene de una familia trabajadora que, en cada intervención ante la prensa, afirmó que la joven “se equivocó” y que, en realidad, es una “persona de bien”.

“Mi hija se fue a estudiar Psicología a Trinidad, otra ciudad, y yo, estando en San Borja, perdí su día a día. Cuando me enteré de que estaban juntos otra vez, por teléfono, le dije de todo, no podía entender cómo no se daba cuenta de lo que todos veíamos. Pero, como dije, estaba cegada por él. No creo que por amor, sino por ciertos privilegios. Estoy segura de que él le daba plata y le hacía regalos, con lo cual la manejaba como una marioneta”, había dicho a Clarín Patricia Barriga, madre de la ahora condenada, en una entrevista.

La mujer aludió a la influencia negativa de Leonardo Monte Alto Gusmão, el piloto brasileño 30 años mayor que su hija, y reveló que Jade mantenía desde hacía más de un año “una relación tóxica” con ese hombre.

“Ella se equivocó, estaba enceguecida y atrapada en una relación sin salida, que no podía soltar. Él es un psicópata, violento y narcotraficante que ya había tenido una condena en Brasil, se escapó a Bolivia y se cambió la identidad”, dijo.

Aquel 22 de enero, alrededor de las 20, el Cessna 210 sufrió un desperfecto y aterrizó a 15 kilómetros del ejido urbano de Holt Ibicuy, en Entre Ríos, con un cargamento valuado en más de dos millones de dólares. Jade y Monte Alto Gusmão fueron detenidos por la policía local y rápidamente trasladados a un complejo penitenciario de máxima seguridad.

Según los fiscales, la aeronave había partido desde Santa Ana de Yacuma, en Bolivia; cargó la droga en la frontera con Paraguay y cruzó a la Argentina, donde su supuesto destino final era un punto del partido bonaerense de Luján.

La joven estuvo privada de la libertad durante 8 meses y 10 días, procesada como coautora del tráfico de drogas. Finalmente, la fiscal Josefina Minatta y la defensa acordaron un cambio en la calificación penal que la jueza Mariela Emilce Rojas convalidó.

Además, surgieron elementos que indican que su aporte no fue indispensable y que actuó como “mera acompañante” por ser la pareja de Monte Alto Gusmão. Según las partes, Jade se enteró de la verdadera finalidad del viaje en el transcurso del mismo, ya que su motivación era conocer otro país.

El piloto, cabe aclararlo, intentó desvincularla: al ser detenido y trasladado a la comisaría de Ibicuy, afirmó que “ella no tenía nada que ver”, según quedó asentado en el acta.

Con base en informes aportados por la familia, la Fiscalía también constató “una relación asimétrica y de violencia de género” y “un contexto de vulnerabilidad económica, social y de fragilidad emocional de parte de Jade Callau, que la ubica en una posición de subordinación”.

De todos modos, la joven fue expulsada a Bolivia este mismo viernes. Cabe señalar que Jade es “sobrina política” del narco Jorge Adalid Granier Ruiz, un boliviano condenado por liderar una organización dedicada al tráfico aéreo de cocaína; su familia, sin embargo, negó vínculos. “Somos familiares por parte paterna, pero casi no hemos convivido porque vivían en otra ciudad”, dijeron al portal Encripdata.

Los fiscales, en tanto, continuaron la investigación. En junio llegaron hasta uno de los presuntos dueños de la avioneta, el peruano Steven Alessandro Villanueva Tomás, quien se encuentra procesado tras ser detenido en el boliche que regenteaba en el Bajo Flores: “Rumba Latina”.

El señalado como dueño del cargamento, el peruano José Antonio García Nazario, permanece prófugo con una orden de captura internacional.

Las autoridades identificaron dónde “enfriaba” los cargamentos: un campo de General Rodríguez que disponía de una caleta para enterrar los “ladrillos”. En allanamientos realizados el mes pasado, la Gendarmería halló 23 kilos en ese predio y otros 26 kilos en un departamento de Buenos Aires.

 

Fuente: Rosario 3

Déjanos tu comentario: