
Karina, la hermana del presidente Javier Milei, tiene uno de los domingos más intensos de su corta carrera política. En menos de un año, junto a Martín y Eduardo “Lule” Menem, pudo registrar a La Libertad Avanza como partido de orden nacional. Fue al calor de tres componentes: la cosecha electoral que consiguió Milei en las presidenciales de 2023, el látigo presupuestario que utiliza desde que asumió para condicionar a los gobernadores de todo pelaje y la imposición de acuerdos electorales donde la condición necesaria quedará plasmada este domingo a las 23:59, es decir, con escuderías de candidatos que pertenecen en un 75% a LLA y un 25% a los aliados locales.
El bautismo de fuego para estrenar esa estrategia se enfocó en el PRO. El partido que fundó Mauricio Macri quedó virtualmente absorbido por la oferta electoral de LLA, que logró condicionar al partido amarillo en la Ciudad y en la Provincia de Buenos Aires, los dos territorios donde la aspiración de la Casa Rosada es pintar el mapa de violeta. “Ganando o perdiendo, pero sin la presencia del PRO”, celebró este sábado un alto funcionario del Gobierno ante las consultas de Tiempo. En el “karinismo” advierten que se vive un momento fundacional, porque en menos de dos años la fuerza que lideran los hermanos Milei logró absorber a la misma fuerza política que les trasladó el 80% de los votos entre la primera y la segunda vuelta de los comicios presidenciales de 2023. La pulseada por la hegemonía violeta a los dos lados de la General Paz y del Riachuelo comenzará una nueva etapa desde este lunes, cuando queden plasmadas las candidaturas que se medirán dentro de 70 días. Para el gobierno, el mapa de aspirantes repartidos en todo el país confirma la decisión de instalar a la hermana del presidente como la responsable final de las victorias o derrotas que les tocará afrontar en los comicios legislativos del 26 de octubre, donde se renovará la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.
En la Ciudad, el regreso de Patricia Bullrich a la arena electoral y su postulación como primera candidata a senadora de LLA termina de sellar la absorción de votos a favor de Milei que ella protagonizó entre la derrota como candidata presidencial de JxC en la primera vuelta y el respaldo al candidato libertario en la segunda. Es otro momento de ese giro, pero aquella fórmula de JxC en 2023 vuelve a estar presente, pero en clave legislativa. Así como Bullrich buscará marcarle la cancha a los primos Macri en la Ciudad de Buenos Aires, el excandidato a vice y actual ministro de Defensa, Luis Petri, tiene la misma misión, pero con los radicales. Volverá a calzarse el traje de candidato en Mendoza, uno de los principales distritos electorales donde la fórmula Milei – Victoria Villarruel llegó al 70% de los votos en el balotaje de 2023. En la mayor de las provincias cuyanas, el gobernador Alfredo Cornejo terminó de sellar uno de los pactos más determinantes para el futuro de la UCR, que atraviesa una crisis similar a la que afronta el PRO. Petri hará campaña como libertario, en acuerdo con el partido que integró durante años. Buscará volver a la Cámara baja, junto a la diputada radical Pamela Verasay, que peleará por un nuevo mandato desde diciembre. El acuerdo no es menor, porque dejó afuera a la vicegobernadora Hebe Casado, que dejó el PRO para pasarse a LLA, pero quedó afuera de cualquier metamorfosis electoral, porque primó la decisión de premiar a los propios y postergar a los esquivos o ajenos, por más voluntades de integración hubieran demostrado.
El cornejismo, ahora enfundado en una clave violeta, ¿podrá evitar la licuación de identidad que ya afronta el PRO?
Un indicio a ese interrogante surgió en otro distrito clave, donde Milei pudo superar los porcentajes que Mauricio Macri había alcanzado más de un lustro atrás. En Córdoba, donde el peronismo no kirchnerista gobierna hace más de 20 años, la UCR volvió a enfrentar un momento dramático que resulta desalentador a nivel nacional. En la Rosada creen que es premonitorio. El diputado radical Rodrigo De Loredo, que durante los últimos dos años fue uno de los principales defensores del gobierno, finalmente bajó su candidatura para pelear por otro mandato. Es el presidente del bloque de la UCR en la Cámara Baja, pero se bajó cuando advirtió que Karina le ofrecía un quinto lugar dentro de la lista pactada entre LLA y el Frente Cívico, liderado por el senador Luis Juez. Es amigo de Milei, negocia con su hermana, quiere ser gobernador en 2027 y su presencia no sólo le bajó el precio a la fidelidad que ofrecía De Loredo, sino que ganó credibilidad cuando el radicalismo cordobés estalló en una interna sin solución que terminó judicializada.
El senador tiene la lapicera y sólo la comparte con el diputado libertario Gabriel Bornoroni, que preside el bloque de LLA en la Cámara Baja. Entre ambos definirán el armado que seguirá negociándose este domingo hasta la medianoche. Por ahora, la foto provisoria ya mostró que al Gobierno no le interesa privilegiar a De Loredo, uno de los radicales con peluca que no abandonó el bloque de la UCR, pero que afronta el mismo destino de los legisladores que dejaron el conglomerado y ahora están en el bloque Liga del Interior. De esos seis radicales “con peluca”, la mayoría no tuvo destino electoral. Ninguno recibió premios por prestarle los votos al Gobierno, salvo el radical neuquino Pablo Cervi, que será candidato a senador junto a la libertaria Nadia Marquez.
Junto con la Ciudad de Buenos Aires, Neuquén es otra de las ocho provincias que este año eligen senadores. Bullrich es impulsada como parte de la ofensiva para condicionar a la vicepresidenta Victoria Villarruel a partir del 10 de diciembre de este año. La Casa Rosada está mas enfocada en la Cámara Alta que en Diputados, porque es allí donde tiene la minoría más frágil de todo su entramado con solo seis miembros. En ese cálculo también tallarán los comicios de Salta, Río Negro, Tierra del Fuego, Chaco, Santiago del Estero y Entre Ríos, donde el gobernador del PRO, Rogelio Frigerio, también selló la convivencia con los libertarios.
Por fuera de Córdoba y Mendoza, el otro escenario de mayor relevancia electoral es Santa Fe. Es gobernada por el radical Maximiliano Pullaro, uno de los cinco gobernadores que lanzaron el espacio “Provincias Unidas” (PU). El espacio se lanzó como alternativa electoral junto a gobernadores como el cordobesista Martín Llaryora y el chubutense Ignacio Torres, del PRO. En provincia más importante del litoral queda un domingo caliente por delante. PU debutará en cinco distritos, pero en Santa Fe lleva a la vicegobernadora Gisela Scaglia como primera candidata a diputada nacional. Competirán con LLA, que podría poner a la diputada Romina Diez, que tiene dos años más de mandato, pero buscaría encabezar la lista violeta ante la decisión de Amalia Granata de no buscar una banca en el Congreso. Se queda en su pago chico y su ausencia en la pelea nacional obligó a los libertarios a forzar el armado santafesino, sin una línea de acción contundente en un distrito tan importante como el mayor distrito electoral del litoral.