
Con resignación a que tendrá menos senadores a partir de diciembre, el peronismo afronta el cierre de alianzas en las provincias en las que se eligen legisladores en la Cámara alta con disputas por la menor cantidad de candidaturas “entrables” y negociaciones para evitar divisiones que harían todavía más cuesta arriba en algunos distritos el escenario para Fuerza Patria.
“El panorama no es bueno, calculamos que vamos a quedar con cinco senadores menos”, coincidieron en el cálculo dos referentes peronistas con vínculo directo con Cristina Kirchner. En ese caso el bloque pasaría de 34 a 29 integrantes, ya bastante más lejos de los 37 necesarios para el quórum, y la pérdida de bancas podría ser incluso mayor. Acaso por ese motivo el espacio conducido por José Mayans y Juliana Di Tullio busca acelerar algunos debates, como el de la ampliación de la Corte Suprema, antes del recambio legislativo.
Al peronismo se le vencerá el mandato de 15 senadores, con la perspectiva este año de quedarse en más provincias con el legislador de la minoría y no con los dos de la mayoría, en contraposición a lo que sucedió en la elección de 2019, en la que el triunfo de Alberto Fernández en primera vuelta arrastró a victorias en la boleta para la Cámara alta en seis de los ocho distritos.
Desde su departamento de Constitución, Cristina Kirchner se involucró en el intento de evitar quiebres que potenciarían la sangría, aunque no en todos los casos sus gestiones dieron resultado. “Está muy metida, llama a todo el mundo para que haya unidad, pero a veces las internas en las provincias son muy complicadas”, contó un dirigente que la visitó y con contacto telefónico cotidiano.
Cómo vienen los cierres en las ocho provincias
En la Ciudad de Buenos Aires, las negociaciones quedaron encaminadas para la presentación de un frente con la mayor parte del peronismo detrás de la candidatura de Mariano Recalde, que buscará renovar su banca. Fue parte del acuerdo para la postulación de Leandro Santoro en la elección porteña de mayo. Ahora se incorporarán Principios y Valores, de Guillermo Moreno, y el Movimiento Evita.
La discusión pendiente gira en torno a Patria Grande de Juan Grabois, en una discusión en espejo con la provincia de Buenos Aires para definir si ese espacio irá con el peronismo o con listas aparte. En la Ciudad, en caso de ruptura presentaría una boleta sólo para diputados (podría encabezar Ofelia Fernández) y no para el Senado. Lo mismo haría Unidad Popular, de Claudio Lozano.
Confirmado el acuerdo entre La Libertad Avanza y el PRO en la Capital, el peronismo aspirará a retener la banca de senador por la minoría y los tres diputados a los que se les vence el mandato, para lo que tendría que superar los 20 puntos. No está definido quién será la segunda candidata detrás de Recalde y el primero para la Cámara baja. “Puede haber una sorpresa”, deslizaron.
En Salta el peronismo enfrenta el riesgo de una división. Sergio Leavy, uno de los dos senadores kirchneristas actuales, intenta postularse para continuar. A su ez el ex mandatario Juan Manuel Urtubey anunció que será candidato y el gobernador Gustavo Sáenz, con buena parte de los dirigentes con origen en el PJ en su espacio, no definió si confluirá en un frente con su antecesor o irá con un armado propio.
Con el sello libertario fuerte en la provincia -en la elección local de mayo se impuso en la Capital, el principal distrito con más del 40% del padrón-, y la posible fragmentación, al peronismo le será difícil volver a quedarse con los dos senadores por la mayoría.
Sáenz colaboró con el Gobierno en el Congreso (los diputados de Innovación Federal se movieron como aliados del oficialismo), aunque en este turno electoral afronta un dilema porque un eventual triunfo claro de los libertarios en Salta implicaría un desafío para su plan de ir por otro período en 2027. Aun así en el kirchnerismo casi descuentan que no habrá acuerdo con el gobernador.
“Esto es minuto a minuto, pero conceptualmente estamos cerrando en el peronismo con un frente anti Milei y Sáenz va con su armado con un apoyo crítico al Gobierno”, contó este miércoles uno de los referentes. Urtubey formaría parte del acuerdo entre los opositores.
Tierra del Fuego es otro distrito en el que se eligen senadores y a Unión por la Patria se les terminará el mandato de dos miembros de su bloque. La fuerte interna entre dos intendentes de origen camporista complica las posibilidades de un armado de listas en conjunto: por un lado Walter Vuoto, de Ushuaia, aliado de Gustavo Melella; del otro Martín Pérez, de Río Grande.
“Las diferencias vienen de hace mucho tiempo, no es una cuestión de coyuntura por el cierre de listas”, aclararon desde Provincia Grande, el sector liderado por Pérez, posible candidato a senador. Vuoto había propiciado un “operativo clamor” para postularse, pero quedó descartado por su alta imagen negativa y el impacto por la muerte del ex senador Matías Rodríguez, en 2023. Ahora impulsaría el intento de continuidad de Cristina López.
Desde Buenos Aires le pusieron una ficha a las gestiones de Melella para explorar un armado de unidad, aunque asoma complicado. También en Tierra del Fuego la marca de La Libertad Avanza mide bien (el legislador provincial Agustín Coto encabezaría la lista), por lo que en caso de división las dos vertientes del peronismo se encaminarían a disputar el senador por la minoría.
En Chaco negocian un acuerdo los sectores del ex gobernador Jorge Capitanich y Magda Ayala, intendenta de Barranqueras. En la elección provincial fueron divididos, y entre ambos obtuvieron un porcentaje similar al del espacio de Leandro Zdero compartido con los libertarios.
“Coqui va a ser el primer candidato, eso no se negocia. El resto está todo abierto”, indicaron cerca del ex mandatario. El peronismo tiene dos senadores por Chaco y para tratar de retenerlos procurará enfrentar unificado a la lista cuyo primer lugar sería para La Libertad Avanza, aunque quedó en veremos porque se perfilaba Alfredo Rodríguez, investigado por presuntas afiliaciones apócrifas.
Por el peso del peronismo en la provincia, en caso de acuerdo tanto los referentes locales como desde Buenos Aires mantienen cierta expectativa de conservar los dos legisladores por la mayoría. “Hay que ver si dos más dos es cuatro”, matizaron ante la incertidumbre sobre cómo tomará el electorado la posible confluencia luego del enfrentamiento que derivó en la división para los comicios de mayo.
En Entre Ríos el peronismo tiene el senador por la minoría: sólo entró Edgardo Kueider, reemplazado por Stefanía Cora cuando fue destituido por el escándalo de su detención en Paraguay con más de 200 mil dólares sin declarar. La alianza de Rogelio Frigerio con los libertarios asoma como favorita.
“Ahí es un quilombo”, alertaron cerca de Cristina Kirchner. Adrián Bahl -ex intendente de Paraná y último candidato a gobernador- anunció que será candidato a senador en acuerdo con el massista Guillermo Michel, que irá para diputado. La diputada Carolina Gaillard quedó afuera y replicó que se postulará para la Cámara alta con la boleta del Frente Grande. Tampoco habría lugares “entrables” para La Cámpora.
En el massismo adjudicaron la advertencia del posible quiebre a una presión habitual en la previa a los cierres para pujar por espacios en las negociaciones. También el ex senador Héctor Maya había dicho que buscaría volver a la Cámara alta en una lista aparte, pero no tendría partido para presentarse.
En Río Negro el diputado Martín Soria intentará pasar a la Cámara alta. Tendría el respaldo de la mayor parte del peronismo provincial, aunque hizo ruido una foto de Sergio Massa con Silvina García Larraburu, la senadora alineada con Cristina Kirchner. Podría ir en la lista para diputados. Grabois impulsa a Adriana Serquis, ex presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica, para la Cámara baja.
La camporista Ana Marks secundaría a Soria, y para diputados también iría Leandro Costa Brutten. El peronismo tiene en Río Negro a los dos senadores por la mayoría, algo difícil de repetir en este turno electoral aunque en Fuerza Patria se muestran optimistas de asomar entre la interna libertaria (hay una pulseada por el primer lugar para la Cámara alta y amagues de división) y el armado del gobernador Alberto Weretilneck.
En Neuquén, también con dos senadores de Unión por la Patria que finalizarán en diciembre, la pelea entre Darío Martínez y Oscar Parrilli genera un escenario todavía más difícil para el peronismo, con los libertarios y el espacio del gobernador Rolando Figueroa a priori con mejor perspectiva electoral.
Martínez, ex secretario de Energía, renunció a la presidencia del PJ provincial luego de que quedara trunca la convocatoria a una interna para definir el liderazgo del espacio y las listas. Desde el PJ nacional aseguraron que Parrilli, ladero de Cristina Kirchner, en este caso no será candidato.
Como posible postulante al Senado trascendió el nombre de Ramón Rioseco, intendente de Cutral Co, aunque en el propio peronismo deslizaron que podría ser testimonial y que Parrilli, eventual suplente, conserve su banca. “Hoy no estamos pensando en ese esquema”, negaron en la sede de la calle Matheu. De cualquier modo un triunfo para renovar los dos senadores parece improbable para el peronismo.
En Santiago del Estero, un territorio sin proliferación de internas por el férreo control de Gerardo Zamora, el gobernador procurará quedarse otra vez con los tres senadores, los dos por la mayoría y también el de la minoría con un candidato que le responde. El propio Zamora encabezará la lista del Frente Cívico y a la vez buscará reelegir José Neder, por el peronismo.
En el poder desde 2005 -cumple su cuarto mandato, con un período en el medio de su esposa Claudia Ledesma-, el mandatario unificó la fecha de la elección para gobernador con los comicios nacionales del 26 de octubre. Todavía no anunció si se postulará otra vez Ledesma para el Ejecutivo -también suena el jefe de Gabinete, Elías Pérez- o si encabezará la lista de diputados nacionales. La fragmentación de la oposición -libertarios por un lado, lo que quedó de Juntos por el Cambio aparte- favorecería a Zamora.