Lunes, 28 de julio de 2025   |   Campo

Compañeros de trabajo producen lechuga y rúcula sin tierra, incorporando un nuevo superalimento a su oferta

Compañeros de trabajo producen lechuga y rúcula sin tierra, incorporando un nuevo superalimento a su oferta

CÓRDOBA.- En la zona núcleo del maní en Córdoba, específicamente en la ciudad de Hernando, dos ingenieros agrónomos, compañeros de trabajo, decidieron emprender en el ámbito de la hidroponía. Comenzaron esta aventura hace algo menos de dos años y actualmente producen alrededor de 4,000 plantas mensuales de lechuga y rúcula en invierno, sumando unas 1,000 más durante el verano. Recientemente, también iniciaron la producción de brotes verdes, considerados superalimentos por su alto contenido nutritivo.

Nicolás Zampieri, de 44 años y oriundo de La Cumbre, y Javier Piedri, de 26 años y nacido en Colonia Tirolesa, son los socios detrás de “Hojalá”. Aunque ambos continúan brindando asesoramiento técnico en cultivos extensivos, decidieron emprender juntos al detectar un interés compartido en un proyecto independiente y dedicado a la agricultura intensiva.

Entre las múltiples ventajas que destacan los especialistas, se encuentra el ahorro de hasta un 80% en consumo de agua y la mejora en la calidad e inocuidad de los productos.

“Nos interesó trabajar con agua y desarrollar cultivos más sustentables -comenta Zampieri-. En la ciudad existía una iniciativa que había quedado abandonada durante la pandemia, y eso nos impulsó a seguir adelante. En un amplio lote de unos 800 metros cuadrados perteneciente a la escuela Montessori, había dos invernaderos: uno estaba deteriorado por el abandono y el otro requería reestructuración. Realizamos la inversión necesaria y comenzamos.”

La hidroponía es una técnica de cultivo que no requiere suelos y que ha ido expandiéndose en el país, atrayendo a pequeños productores, muchos de los cuales provienen de otros sectores y la han adoptado como emprender. Las ventajas que mencionan los especialistas son numerosas, siendo el ahorro de hasta un 80% de agua y la mayor calidad e inocuidad de los productos algunas de las más destacadas.

En “Hojalá”, llevan a cabo el ciclo completo. Comienzan con la semilla, siguen con la germinación y las etapas de maternidad y cría. Por ejemplo, una planta de lechuga tarda tres meses en invierno y entre 45 días y dos meses en verano. En el caso de la rúcula, el ciclo es más corto. Cultivan diversas variedades de lechuga, rúcula, berro y albahaca.

En su sistema de riego, primero añaden fertilizantes biológicos a los tanques de agua y, con una bomba, llevan el líquido a donde se encuentran las plantas. Existe un sistema de retorno que permite que el agua no absorbida vuelva al circuito; se recicla de manera constante.

La iniciativa de hidroponía se desarrolla en un área donde predominan otros cultivos, como el maní.

Recientemente, comenzaron a cultivar microgreens, o brotes. “Al realizar el ciclo completo, los incorporamos porque, en lugar de llevar los perfiles a la plantación, van directamente al mercado. La demanda, hasta ahora, está mayormente concentrada en la cocina gourmet y el catering, pero tienen un alto potencial al ser considerados superalimentos,” explica Zampieri.

Él señala que aún están en proceso de recuperar la inversión inicial. “Como en todo emprendimiento, lleva tiempo. Las inclemencias climáticas a veces dañan el invernadero, y es necesario contar con estabilidad en la provisión eléctrica; son aspectos que requieren atención, pero hay mucho margen para crecer en el sector”, agrega.

Zampieri precisa que los cultivos hidropónicos de hojas verdes representan algo menos del uno por ciento del total. “La quinta es mayoritaria. La aceptación del público va en aumento; quienes los prueban suelen optar por ellos nuevamente porque son más limpios, frescos y duraderos, y la gran mayoría no utiliza químicos. Se apuesta por fertilizantes biológicos, ya que son cultivos que también presentan menos influencia de patógenos.”

Nicolás Zampieri y Javier Piedri

Durante la pandemia, se fundó la Asociación Hidropónica Argentina, impulsada por varios productores con más trayectoria en el país. Hasta la fecha, han realizado dos congresos nacionales y se dedican a la divulgación técnica, experiencias e innovaciones para fortalecer y potenciar el sector.

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