Jueves, 10 de junio de 2010   |   Municipales

Clausuran tres aulas que funcionan en un galpón

El CGE clausuró las tres aulas que funcionaban en un galpón alquilado como anexo de la Escuela Secundaria Nº 67 Tabaré, del barrio Kilómetro y 5 1/2. No obstante, seguirán funcionando dos cursos que se ubican en oficinas.
Los otros cursos que desalojarán el galpón serán trasladados a la sede de la escuela primaria, donde también funcionan divisiones del nivel medio. Según explicó el director departamental de Educación, Roque Caviglia, para ello será necesario refuncionalizar el establecimiento, con la ocupación de la sala de maestros para destinarla a un aula.“El galpón ya no se puede ocupar más. De todos modos, yo nunca estuve de acuerdo con que ese lugar se ocupara para dar clases. Accedimos porque fue un pedido expreso de la comunidad escolar”, señaló.Las soluciones, de emergencia, se dispusieron hasta tanto concluya el proceso de ejecución del proyecto del nuevo edificio. Aunque tampoco descartó que se pueda volver a alquilar un nuevo local para trasladar las aulas.En los últimos días, la situación en la Escuela Secundaria Tabaré se había puesto conflictiva debido a los reclamos de padres, docentes y alumnos respecto al estado del lugar adonde se dictan clases. La piedra de toque que desató los reclamos fue la invasión de roedores en ese galpón alquilado, lo que motivó a la suspensión de clases durante jueves y viernes últimos, y la aplicación de un diagrama de clases rotativas en los distintos cursos.Este miércoles, la comunidad escolar se movilizó al Centro Cívico con el objetivo de hacer públicos sus reclamos. Primero, se entrevistaron con la titular del Consejo de Educación, Graciela Bar, y luego con el defensor general del Superior Tribunal de Justicia, Maximiliano Benítez.Según contó la titular de la seccional Paraná de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), Alejandra Gervasoni, la promesa de Benítez fue dar una respuesta mañana a los temas planteados. “La gente no quiere más parches, quiere soluciones de fondo para este problema de infraestructura que se repite en otras escuelas”, subrayó.La falta de espacio donde dar clases, sin embargo, viene de arrastre. Hasta 2008, un curso estuvo funcionando en una dependencia de la Capilla Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en Kilómetro 5 y 1/2, pero en todo el año el Consejo de Educación no pagó el alquiler, de 300 pesos. En 2009, la necesidad se extendió a dos aulas, y ya no se pudo seguir ocupando ese espacio rentado por la Iglesia. Así que se empezó a buscar otro sitio.Así se encontró un galpón con dos oficinas, desocupado, próximo a la escuela, de modo de descomprimir una situación que entonces era acuciante: 4° año daba clases en la cocina-laboratorio de la escuela; y el 5° ocupaba el aula liberada al fusionarse las divisiones A y B de 7° grado.Ahora, todo vuelve a fojas cero, y habrá que localizar otro emplazamiento para trasladar a una parte de la escuela secundaria. (Fuente: El Diario)

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