Lunes, 21 de enero de 2008   |   Policiales

Cinematográfica persecución por más de 30 kilómetros

El remisero realizó un raid a más de 150 kilómetros por hora durante un largo tiempo y termino detenido en Paraná.
Junto a otros tres delincuentes habrían intentado un asalto a una chacra de Espinillo. comenzaron a ser perseguidos por un productor en camioneta. Se escondieron en una casaquinta y robaron. Los ubicaron y la persecución concluyó en Paraná. Poco después del mediodía, la presencia de un auto nunca visto en la zona de Espinillo, frente a la chacra de la familia Dalinger, ubicada a unos 8 kilómetros de la ruta 18 y cuatro sujetos sospechosos que se presentaron con la mentira de ser viajeros con intenciones de adquirir productos campo, hizo que la dueña de casa desconfiara y optara por no atenderlos.Vanos fueron los esfuerzos de los desconocidos, quienes desde el acceso a la finca intentaban con gritos convencer a la mujer -a la que llegaron a preguntarle si estaba sola- que les vendiera leche, huevos y otros productos de granja y que incluso buscaban con la charla que ella saliera y se acercara a ellos.La mujer insistió que no molestaran más y que se retiraran, porque se encontraba con su marido y su hijo y que no los iba a molestar a esa hora.Finalmente los desconocidos se fueron, pero a los pocos minutos decidieron volver. En ese lapso, el hijo de la precavida mujer llegó a la casa y fue él quien los atendió esta vez. No obstante, los extraños movimientos del auto Chevrolet Corsa con los cuatro desconocidos alarmó a un vecino, que se aprestó a mantenerse vigilante con su camioneta en marcha.Al detectar estos movimientos, los sujetos entraron otra vez al auto y empezaron a alejarse y el vecino de los Dalinger, previo hablar con los dueños de la chacra, y sin dudar de las intenciones de los foráneos, por seguirlos.VELOCIDAD. Los del Corsa comenzaron a ponerse nerviosos y el coche tomó velocidad, la que ya era poco prudente para el camino vecinal por el que estaba transitando. Fue así que en una curva cerrada siguieron de largo, y pasando por entre un cerco alambrado terminaron dentro de un sembradío de alfalfa.Sin dejar de acelerar, el que manejaba empezó a girar en círculos, a toda velocidad dentro del campo, hasta ubicar una tranquera contra la cual arremetió, destrozándola y dejando pedazos del auto, el parabrisas roto y también algunos porros de marihuana que habrían estado en el tablero del coche.Ya nuevamente en plena fuga, llegaron casi a la ruta y allí decidieron perderse en una entrada a una casaquinta, perteneciente a la familia Gieco. Se presume que al notar que no había moradores en la casa, violentaron una abertura y se robaron algunos electrodomésticos, una desmalezadora a motor, medicamentos veterinarios y otros elementos, con los cuales nuevamente emprendieron la fuga.Para este momento, el vecino de los Dalinger, que los venía siguiendo en su camioneta, ya había dado aviso a la comisaría de Espinillo, y éstos se habían comunicado con la comisaría de La Picada, la que inmediatamente prestó apoyo y salieron en su búsqueda.Los malvivientes son ubicados poco después de las 13, y es allí donde se reinicia la persecución, ahora con patrulleros que no podían dar alcance a un auto que -de acuerdo a los datos oficiales- venía circulando a mas de 150 kilómetros por hora.DATOS. Consultado sobre lo ocurrido, el comisario Inspector Julio Brumatti, subjefe de la Policía de Paraná, comentó que “nuestros oficiales actuaron con la profesionalidad que el caso ameritaba. No acataban la voz de alto ni las sirenas y si le inutilizábamos un neumático para detenerlo corríamos el riesgo de que se estrellara contra algún otro coche en medio de la ruta, así que optamos por seguirlo. Cuando llegó al cruce de la ruta 18 y la 12 se metieron a toda velocidad en Colonia Avellaneda, y pese a que le tapamos todas las salidas, el coche apareció a toda velocidad y con las puertas abiertas, lo que daba la pauta de que los otros tres delincuentes se tiraron desesperadamente del auto”.Pero la historia no terminó allí. “Ya para ese momento los móviles de Comando Radioeléctrico comenzaron a seguirlo y la persecución continuó por el Acceso Norte, hasta calle Maya. Nuestros móviles constataron que allí el coche alcanzó los 160 kilómetros por hora y a esa velocidad lo vieron separarse del asfalto al cruzar sobre las vías del ferrocarril. A esa velocidad cruzó en rojo por los semáforos de avenida Almafuerte y quiso la suerte que allí no se produjera una tragedia involucrando a gente inocente”, relató Brumatti.FINAL. “Así llegamos hasta avenida Jorge Newbery, donde todos los patrulleros seguían ya cada vez más de cerca al Chevrolet Corsa, cuyo conductor venía manejando totalmente desquiciado. Muestra de esto fue que antes de girar hacia avenida Zanni chocó a dos vehículos estacionados, y luego se estrelló contra la pared del supermercado “El Amanecer”.“Pero aún así y con el coche totalmente destrozado y sin vidrios, volvió a acelerar e intentó nuevamente la fuga, aunque ya para ese momento tenía por delante todo un operativo cerrojo, que, pese a que no buscaron “bajarlo” utilizando la fuerza, no pudieron evitar su última mala maniobra a la altura del Centro de Salud Corrales, donde finalmente se incrustó con lo que quedaba de su auto.En el lugar, el detenido fue esposado y con tono irascible y desafiante, buscaba responder violentamente a todos los ocasionales transeúntes que detenían su marcha y le gritaban indignados a la policía “¡que le destapen la cara!, que lo muestren, así conocemos a los delincuentes que están entre nosotros!”.ANTECEDENTES. Por la gravedad de lo ocurrido, se hizo presente en el lugar el juez de feria Alejandro Grippo, quien ordenó los pasos a seguir y la detención en Alcaidía del peligroso sujeto.Minutos después, el autor de tan demencial historia fue identificado como Tulio Martínez, de 30 años, domiciliado en avenida Ramírez al 2.300 de Paraná, quien seguramente en el transcurso de esta jornada deberá declarar ante el magistrado actuante.Las fuentes oficiales consultadas confirmaron que Martínez se desempeñaba como remisero en la empresa Uruguay, donde hace un tiempo atrás se produjo un altercado con arma blanca en la que estuvo involucrado, resultando lesionado otro trabajador de esa empresa. Martínez es uno de los 20 detenidos por distinto tipo de delitos durante el fin de semana en Paraná.(El Diario)

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