
Horacio Rodríguez Larreta concluyó su campaña con una maratónica recorrida de 24 horas por Buenos Aires
Horacio Rodríguez Larreta finalizó su campaña como candidato a legislador porteño de una manera poco convencional: realizando una recorrida de 24 horas por varios barrios de la ciudad de Buenos Aires. El ex jefe de Gobierno no solo se distanció de su antiguo partido, el PRO, sino que también abandonó los tradicionales actos festivos con globos amarillos. En un intento por reconectar con los vecinos que lo eligieron en sus dos gestiones como alcalde, se centró en su perfil como buen gestor y dirigió su discurso hacia las problemáticas cotidianas de los porteños.
Uno de los grandes aciertos de su campaña fue popularizar el eslogan "olor a pis", el cual su equipo sostiene que refleja los constantes reclamos de los vecinos sobre la falta de limpieza. “Estas elecciones se definirán por los problemas del metro cuadrado”, repiten los integrantes de Volvamos Buenos Aires, la nueva agrupación que creó para competir fuera de su antiguo partido.
Durante toda la campaña, Larreta recorrió los barrios —sumando más de 12 mil pasos diarios, según su equipo— para escuchar de cerca las deficiencias en la gestión de Jorge Macri. El ex jefe de Gobierno reconoce abiertamente su intención de regresar a la sede gubernamental de Uspallata, y considera que la Legislatura porteña es solo un primer paso en ese camino.
Sus principales propuestas legislativas tienen marcada influencia ejecutiva, como la elevación del tren Sarmiento (siguiendo el modelo de los trenes Mitre y San Martín), la creación de trenes urbanos que operen sobre las vías ya existentes para aumentar la frecuencia dentro de la capital, y la intensificación de la presencia policial en las calles.
A lo largo de la campaña, Larreta evitó posicionamientos nacionales, consciente de que su objetivo era recuperar a los votantes del PRO descontentos con la actual gestión. Al confrontar con el modelo nacional de Javier Milei, que goza de buena percepción en Buenos Aires, el equipo de Larreta observó que su mejor estrategia radicaba en enfocarse en su base.
Infobae acompañó al candidato durante un recorrido por la Avenida Santa Fe, en Palermo. El ex alcalde recibió numerosas muestras de apoyo y, al menos en esa parte de la ruta, no enfrentó críticas. Sin embargo, todo su equipo es consciente de que un buen ambiente en la calle no se traduce automáticamente en votos en las urnas. “Si me votan la mitad de quienes me saludan, ganamos la elección”, bromeó Larreta, al tiempo que reafirmó su confianza en la estrategia de contacto directo: “Los votos se ganan así, uno a uno”.
Uno de los que se detuvo a conversar fue Jorge, un encargado que lleva 32 años en el mismo edificio. “Antes teníamos tres contenedores en esta cuadra y ahora solo uno”, señaló, quejándose de la falta de funcionalidad de los nuevos contenedores antivandálicos. Esta situación dejó a Larreta en una posición favorable para criticar la gestión actual y ganar el apoyo de Jorge.
Al igual que muchas otras personas, Jorge aseguró, tras la consulta de Larreta, que lo votaría el domingo. Sin embargo, solo los resultados de esa jornada permitirán a los seguidores de Larreta conocer el verdadero sentir de los porteños, un sentimiento que a menudo se manifiesta de manera distinta en la soledad del cuarto oscuro y que frecuentemente provoca que las encuestas fallen.
Sin la estructura de un partido nacional y desvinculado de la gestión porteña, el larretismo optó por llevar a cabo una campaña austera. Al asignar sus fondos, priorizó la publicidad en redes sociales, lo que permite segmentar mejor los mensajes. Además, el equipo experimentó el efecto del aparato del Gobierno porteño, que retiró varios carteles de la vía pública. “Esas prácticas también representan la ‘conurbanización’ que venimos denunciando”, expresaron desde el equipo de comunicación.
En el comando de campaña de Volvamos Buenos Aires, hay sonrisas al repasar los últimos días de campaña, especialmente las intervenciones de Mauricio Macri. Aseguran —o desean— que el ex presidente perjudicó a Silvia Lospennato en varias ocasiones, como cuando reveló que la llamó "llorando" para discutir la posibilidad de renunciar a su candidatura, o cuando admitió que el candidato kirchnerista Leandro Santoro probablemente obtendría más votos. “Le pegaron varios tiros en los pies, pobre Silvia”, ironizaron.
El proyecto político de Larreta necesita, según sus propios cálculos, acercarse a los dos dígitos para posicionarse como una opción de poder real en la ciudad. Alcanzar unos diez puntos le permitirá formar un bloque propio en la Legislatura junto a la actual senadora Guadalupe Tagliaferri y el legislador Emmanuel Ferrario. Desde allí, buscará cimentar su regreso a Uspallata.
También será crucial la diferencia con la lista del PRO y el rendimiento de los libertarios, encabezados por el vocero Manuel Adorni. Quedar muy cerca del larretismo, muy lejos de los libertarios, o ambas situaciones, podría desencadenar una crisis política en el partido amarillo, un escenario que podría capitalizar el ex alcalde.
Larreta aguardará los resultados en la sede del Movimiento al Desarrollo (MAD) en Recoleta, con esperanzas de lograr un avance que borre el mal recuerdo de una fallida interna presidencial.




