
La crisis económica no perdona, es transversal y afecta a trabajadores, jubilados y a todos los rubros del comercio y los negocios. El centro de Córdoba es un registro palpable de esto sin necesidad de confirmarlo con números y estadísticas. Las peatonales cordobesas se ven pobladas de carteles de “alquiler”, “liquidación por cierre” o directamente vidrieras vacías y/o tapadas con papel.
Pero uno de los sectores que más ha sentido el golpe —similar a la época de la pandemia de coronavirus— es el del alojamiento. Son numerosos los hoteles céntricos que cerraron sus puertas para el público en general y, si bien no dejaron de funcionar como tales en los mismos tiempos, se van sumando.
Desalojo compulsivo
Recientemente le tocó el turno al Hotel Cristal, ubicado en Entre Ríos 58 —al lado del también fallido Gran Hotel Dorá— que, “de un día para otro”, el 8 de agosto pasado también cerró, despidió a todos sus trabajadores y desalojaron a los huéspedes que estaban alojados en ese momento.
El establecimiento pertenece a la familia Sabagh y un socio mendocino. Uno de los exempleados explicó a Perfil Córdoba que “a media mañana de ese día aparecieron un par de escribanos, abogados y personal de seguridad que procedieron a desalojar el hotel, tanto a los ocho empleados presentes como a los huéspedes que estaban alojados. Entregaron una notificación y cerraron el edificio”, que hoy se encuentra tapado con placas de madera.

Del total de empleados, que llegaron a ser 12 —algunos con más de 30 años de antigüedad— unos pocos cobraron una indemnización y otros no aceptaron lo que les ofrecían, el cobro del 30% de lo que les correspondía, y entablaron juicios laborales.
El trabajador cesanteado recordó que “desde hacía un año y medio atrás ya habían comenzado los problemas, una movida para ir preparando el terreno”.
El cierre del Hotel Cristal, que fuera uno de los más conocidos y populares del centro de la ciudad, con más de 50 años de actividad, no es un hecho aislado sino que es un síntoma más de la profunda crisis que atraviesa el centro de la ciudad y el sector hotelero.
De hotel a geriátrico y cierre
En el caso del Hotel Plaza, ubicado frente a la plaza San Martín, un magnífico edificio señorial que se convirtió en un geriátrico —Hogar Plaza—, en 2021 cerró porque los dueños del inmueble decidieron recuperar el edificio.
A pocos metros, el Interplaza Hotel (San Jerónimo 137) que supo ser un polo de alojamiento de delegaciones deportivas y vivió noches de boxeo en un ring levantado en su interior, ahora pertenece a Fundaemfa (Fundación Empleados de Farmacia).
También el Gran Hotel Dorá, en Entre Ríos 70, resultó golpeado por el Covid19 y cerró sus puertas.
Tal como lo planteó el ‘Lagarto’ Guizzardi en su programa de El Doce, el fenómeno reconoce dos factores principales detrás de esos cierres. Uno, común a otros rubros de negocios y al comercio en general, es la degradación del centro de la ciudad y la feroz competencia de los modernos centros comerciales.
Por otra parte, la falta de mantenimiento, la inseguridad y la pérdida de atractivos han alejado de las zonas céntricas a los turistas, que ahora optan por alojarse en áreas con mayor oferta de ocio y seguridad.
A pesar de la crisis, se discuten posibles soluciones para revivir estos edificios. Ideas como la transformación en alquileres temporales o la venta a cadenas hoteleras internacionales se plantean como alternativas para evitar que estos inmuebles queden vacíos y se deterioren aún más.




