La provincia de Entre Ríos quedó en el centro de una investigación que combina violencia de género, femicidio, secuestro y, posiblemente, un doble homicidio y la desaparición de un chofer de Uber. El uruguayo Pablo Laurta, prófugo por el asesinato de su ex pareja y de la exsuegra y por llevarse a su hijo de cinco años, fue detenido este domingo en Gualeguaychú. Estaba con el niño en un hotel; el menor se encuentra en buen estado de salud. La Policía de Córdoba sospecha que Laurta también podría estar vinculado a un doble homicidio de uruguayos en una iglesia evangélica. En tanto, la Policía entrerriana busca a Martín Sebastián Palacio, el chofer que lo subió en la terminal de ómnibus de Concordia y que permanece desaparecido; su auto apareció incendiado en Córdoba.
Según la investigación conjunta de las fuerzas de Entre Ríos y de Córdoba, Laurta tendría planificada toda la zaga criminal desde hacía meses.
Es uruguayo y había convivido con Luna Giardina en Córdoba. Desde hace años estaba enfrentado judicialmente con ella: por causas de violencia de género tenía prohibido acercarse a la joven y a su hijo Pedro. Incluso había amenazado al fiscal a cargo de la causa.
En septiembre Laurta coordinó un viaje en transfer (viaje particular ejecutivo) con Palacio, con quien había realizado otros traslados. Acordaron encontrarse en la Terminal de Ómnibus de Concordia el martes por la noche. Palacio vivía en Buenos Aires y trabajaba como chofer privado en un Toyota Corolla modelo 2025. Tiene familiares en la provincia mediterránea, en la Capital Federal y en Concordia.
Se sospecha que Laurta ingresó al país en forma ilegal, ayudado por alguien, probablemente cruzando por el río. Se alojó en un hotel de Concordia y declaró un nombre y un DNI que corresponden a una mujer. El martes fue a la terminal y esperó el auto de Palacio. A las 20 llegó el Corolla y se subió con un par de valijas.
Mientras tanto, Palacio se comunicaba por mensajes con su hermana y le contó que le había surgido ese viaje por el que le iban a pagar un millón y medio de pesos. Cuando el chofer llegó a la localidad entrerriana, se cortó toda comunicación y la hermana se preocupó: primero hizo la denuncia en la Policía de Córdoba y luego viajó a Concordia para radicar el pedido de paradero. Así comenzó una investigación aquí que más tarde se cruzaría con la masacre femicida ocurrida poco después en Córdoba.
Las cámaras de seguridad registraron que el Corolla salió de Concordia conducido por Palacio, tomó la ruta 14 y luego la 22, en dirección a Federal. A partir de allí su recorrido fue extraño: llegó hasta poco antes de Federal, regresó y siguió por caminos vecinales que lo llevaron a General Campos y luego a San Salvador. También pasó por Villaguay hasta que finalmente se encamina hacia el oeste y cruzó a la provincia de Santa Fe por el enlace vial Victoria–Rosario.
En las cámaras de los puestos camineros no se puede determinar quién conducía el auto en las distintas rutas, ni si viajaba otra persona en el vehículo. Se trabaja en Rosario y en Córdoba para aclarar esta situación.
El automóvil apareció el sábado por la mañana incendiado en la zona de Argüello, en la ciudad de Córdoba.
Ese mismo día, en esa capital se registró el doble femicidio de Luna Giardina y su madre, Mariel Zamudio, y el secuestro de Pedro, hijo de la mujer y del femicida, en el barrio Villa Rivera Indarte.
Desde entonces todos sabían que el responsable era Pablo Laurta y se inició la búsqueda.
Los investigadores de la Jefatura Departamental Concordia que indagaban sobre Palacio no habían podido identificar al pasajero que subió en la terminal. Pero cuando se conoció la noticia del auto incendiado, enviaron la imagen captada por una cámara de seguridad a sus pares cordobeses y así se unieron los cabos: el pasajero era el mismo que buscaban por el doble femicidio, Laurta.
Se activó el Alerta Sofía por el secuestro del niño de 5 años.
La Fiscalía de Córdoba recibió un dato que ubicaba a Laurta en un hotel de Gualeguaychú. Los policías entrerrianos iniciaron la búsqueda y encontraron al hombre en el hotel Berlín, junto al niño. Laurta iba a ser trasladado a la Jefatura Departamental y quedó a disposición de la Justicia cordobesa. El nene quedó a cargo de personal de la División Minoridad de la Policía.
La búsqueda de Palacio en Entre Ríos continúa: una de las hipótesis apunta a que Laurta podría haberlo asesinado, dado que no hay rastros del chofer. Si no salió de la provincia, podría encontrarse en cualquiera de los lugares que recorrió el vehículo de la víctima.
Por otra parte, la Policía, la Fiscalía y hasta el Ministerio de Seguridad de Córdoba buscan indicios bajo la hipótesis de que Laurta esté relacionado con otro hecho atroz ocurrido en las últimas horas: la muerte de una niña de cinco años y de otra de un año y medio en un incendio en la iglesia evangélica Nuevo Amanecer con Jesús, en la capital cordobesa. Ambas pertenecían a familias uruguayas distintas, que habían llegado la semana pasada como parte de un contingente de fieles del que formaba parte Laurta. La iglesia está a cuatro cuadras de la casa donde el hombre asesinó a su expareja y a su exsuegra.
