La Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS) comunicó esta tarde que, “gracias a su diálogo responsable con las cámaras empresariales del sector (CAC, CAME y UDECA) y en reconocimiento al acuerdo paritario firmado, los supermercados y comercios se comprometieron a abonar esta semana los incrementos salariales previstos”.
Este anuncio representa un evidente desafío a la decisión del Gobierno de no homologar el aumento del 5,4% en tres tramos para el trimestre abril-junio (1,9%, 1,8% y 1,7%), ya que supera la pauta de mejoras salariales del 1% mensual establecida por el Ministerio de Economía.
FAECYS, presidida por Armando Cavalieri, subrayó que la decisión empresarial de pagar el aumento, a pesar de su falta de homologación por parte de la Secretaría de Trabajo, “refuerza la validez del convenio y aporta certidumbre a miles de trabajadores del sector”.
El sindicato enfatizó que el acta firmada con las cámaras “incluye una cláusula específica que garantiza la validez y aplicación del acuerdo, incluso en el caso de que la homologación administrativa no se produzca de manera inmediata”.
Sin embargo, fuentes empresariales del sector supermercadista aclararon a Infobae que, “a fin de tener en cuenta a nuestros trabajadores, se pagará un adelanto de sueldo que no implica el reconocimiento de la paritaria que el Gobierno ha convocado a renegociar”.
El secretario de Trabajo, Julio Cordero, convocará en los próximos días a sindicalistas y empresarios para revisar las cifras del aumento trimestral, luego de que la semana pasada Cavalieri decidiera no asistir a una reunión similar y reafirmara la validez del aumento salarial basado en una cláusula firmada por las cámaras.
Desde FAECYS informaron a Infobae que aún no han recibido ninguna invitación de Cordero para ese encuentro tripartito y que, en caso de concretarse, tampoco asistirían.
De este modo, el panorama de la paritaria de Comercio se complicará nuevamente, tras el anuncio de la Secretaría de Trabajo el viernes pasado, indicando que está evaluando el aumento del 5,4% y que “en los próximos días convocará a las partes con el objetivo de renegociar el contenido, con miras a alcanzar un nuevo acuerdo”.
Ese mismo día, Cavalieri recibió un fuerte respaldo de los delegados de Capital Federal en una asamblea que criticó la “intromisión del Gobierno en las paritarias libres”, y el gremio se declaró en estado de alerta, decidiendo llevar a cabo asambleas en los lugares de trabajo para informar sobre “la vigencia” del aumento del 5,4%.
El convenio firmado entre el sindicato y las tres cámaras empresariales (CAC, CAME y UDECA) prevé un aumento acumulativo del 5,4%, distribuido en tres tramos (1,9% en abril, 1,8% en mayo y 1,7% en junio), además de sumas fijas que se incorporarán a los salarios básicos a partir de julio.
No obstante, el ministro de Economía, Luis Caputo, cuestiona estas cifras porque superan el aumento del 1% mensual que busca establecer en las negociaciones salariales para controlar la desaceleración inflacionaria.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, reconoció la semana pasada que el Gobierno ha impuesto un límite a las paritarias, ya que “si se permite que el salario supere lo que se ha establecido como pauta o techo, los precios aumentarán y aquellos que reclaman hoy por un incremento salarial volverán a hacerlo más adelante, ya que los precios volverán a subir”.
“Todo esto es un ancla para la inflación; establecer la relación entre el salario y los índices de inflación es un ancla”, agregó, aunque afirmó que, a pesar del tope fijado, “los salarios han logrado superar a la inflación”.
La postura oficial busca impedir que los sindicatos restablezcan los sueldos tras una inflación del 3,7% en marzo, que produjo un desfase en relación a los acuerdos salariales establecidos por debajo de esta cifra. Al mismo tiempo, el Gobierno intenta que las empresas se comprometan a no aumentar los precios, buscando frenar los reclamos sindicales y lograr una reducción en el costo de vida.
Desde la Casa Rosada anticipan un aumento en la conflictividad en las próximas semanas debido a la intensa presión de los líderes gremiales para reabrir las paritarias y compensar las pérdidas ante la inflación de marzo, ya que la mayoría de los sindicatos firmó acuerdos alineados con la pauta oficial.
La decisión de no homologar el acuerdo de Comercio ha provocado críticas incluso de un dialoguista como Cavalieri, quien cuestionó: “¿Es realmente peligroso para la estabilidad que busca Milei tener salarios que incrementan un 1,5% o 1,7%? Si esto es así, estamos en una situación muy delicada”, dijo en una entrevista con Infobae. Y añadió: “Si creemos que esto va a poner en riesgo la inflación de Argentina, estamos equivocados. No hay salida”.
El líder sindical indicó que su sector enfrenta una pérdida salarial del 20% en el primer trimestre y anticipó: “Esperamos convencer al sector empresarial de que efectúe el pago del aumento. No es una diferencia abismal. Para un supermercado, abonar un 1% de aumento salarial no representa una catástrofe”.
Sin embargo, Juan Vasco Martínez, director ejecutivo de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), sostuvo que, al detallar el acuerdo salarial, el sindicato “curiosamente omite la incidencia de las sumas fijas (la última de las cuales se incorpora al salario) en los “incrementos reales”, lo que da un resultado final de aproximadamente un 9,6% de aumento entre los porcentajes y las sumas fijas, por lo que no se discute un 1% como afirma Cavalieri”.
Desde la Cámara de Supermercados Mayoristas (CASMA), expresaron su “preocupación porque no somos convocados para negociar y, luego, tenemos que hacernos cargo de los mayores costos que conllevan estos acuerdos” y advirtieron que “si se otorga un aumento del 9,6% que, además, incrementa las contribuciones patronales, estos mayores costos serán trasladados a los precios, afectando directamente la capacidad de compra de todos los ciudadanos”.
