
“Esperanza me queda muy poca”, dice Lorea Dubini, madre de los hermanos Brian y Axel Izaguirre. Aquella madrugada del 20 de junio de 2024, los hermanos viajaban en un Corsa junto a Leonardo Almada y Axel Rossi rumbo a su trabajo en el frigorífico Fadel, de Pronunciamiento, en el departamento Uruguay. Nunca llegaron. Un VW Passat, coche oficial, conducido por Juan Ruiz Orrico —entonces titular del Instituto Portuario de Entre Ríos— se cruzó de carril sobre la ruta 39 y los embistió de frente. Murieron los cuatro. Ruiz Orrico manejaba con 1,59 de alcohol en sangre.
El viernes 21 de marzo último, el juez de Garantías de Concepción del Uruguay, Gustavo Díaz, remitió a juicio la causa que investiga la responsabilidad de Ruiz Orrico por la muerte de los cuatro jóvenes. Sin embargo, el expediente aún no tiene tribunal asignado ni fecha de debate: hay un incidente que debe resolver la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ). Los defensores del exfuncionario, Félix Patricio Pérez y Leandro Ariel Monje, buscan excluir del proceso al querellante Mario Arcusin.
“Lo que nosotros estamos esperando es que el Superior Tribunal de Justicia de Paraná ponga fecha a la audiencia sobre la apelación que hacen los abogados defensores de este homicida Ruiz Orrico, que piden que se aparte el abogado querellante. Eso es lo que estamos esperando ahora”, sostuvo Dubini desde Basavilbaso, a cuya casa sus hijos nunca regresaron después de esa madrugada trágica.
A Dubini no le inspiran confianza los cambios en la causa: “salió Eduardo Santo e ingresó Darío Crespo”. Además, señaló que “se excusaron once jueces en el transcurso de un año y tres meses”. Le preocupa, también, la demora en la tramitación del expediente. “Lo que a nosotros nos hace mucho ruido es que cualquier ciudadano en esas condiciones, mi hijo mismo, si se hubiese ido manejando esa madrugada, se pasaba de carril y mataba personas, estaría preso en el penal desde el momento del accidente. Pero este señor jamás fue detenido, jamás tuvo ni siquiera preventiva, más allá que nosotros pedimos la preventiva desde un primer momento”, planteó.
La mamá de los hermanos fallecidos criticó la estrategia de los abogados defensores del exfuncionario. “Es una estrategia para seguir ganando tiempo en libertad, e ir desgastándonos a nosotros, como familias, en esta lucha. Es bastante tener que estar de pie y con la cabeza centrada cuando uno lo que va pasando en la causa, cuando vos lo que querés es estar tirada en la cama llorando con la camiseta de tus hijos. En mi caso, solo vacío me dejó, y es muy difícil, muy difícil. Esto genera desgaste constante”, aseveró.
(Fuente: Entre Ríos Ahora)